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Nov 08/2019

Los hombres no se reconocen como acosadores porque no saben qué es acoso

Foto: Tim Marshall/Unsplash

¿Acosador yo? Sabemos que la mayoría dirá que no.  Que eso lo hacen los señores de otra época. Los hombres sin educación. Que los violadores son locos.

Pero en las encuestas hechas a mujeres, resulta que dos de cada cinco han sufrido violencia sexual alguna vez en su vida. Piensa en cinco chicas de tu grupo de amigos o del trabajo: dos seguro han recibido algún ataque sexual… Así que los agresores no son pocos.

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ONU Mujeres, la agencia de la ONU para temas de género, hizo diagnósticos en las tres ciudades más grandes de México en las que, junto a ONU Hábitat, tiene un programa de espacios públicos seguros para las mujeres.

Y encontró que los hombres casi nunca se reconocen como acosadores, a veces porque ni siquiera identifican qué cosas son acoso.

“Para la mayoría, un acosador es una persona con bajo nivel educativo, de un estrato económico bajo, o una persona con alguna enfermedad mental. Y estoy citando literalmente lo que salió en los grupos focales. Ninguna característica con la que ellos se pudieran identificar”, contó Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México, durante la presentación de su nueva campaña contra el acoso: #DejemosDeHacerlo.

Una de las ciudades estudiadas fue Monterrey y su zona metropolitana. Estos son algunos de los comentarios que hicieron jóvenes participantes.

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“Yo digo que puede ser más con las personas adultas porque antes estaba la creencia de que nada más el hombre llega y la mujer lo atiende… Se ve más en gente adulta, por lo mismo, por esa idea de que antes eran todos muy machistas”, dijo un chico.

“Puede ser cualquiera, pero sí, eso de estar en grupo se da más fácil porque pues ya como que entre varios lo animan a que le haga algo o que le diga algo. Pero simplemente no creo que importa el lugar o la hora”, comentó otro.

También se investigó en Guadalajara. En sondeos hechos en el centro de la ciudad en 2018, confesaron haber hecho algo acosador contra una mujer alguna vez en un espacio público el 70% de los entrevistados.

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Ahora piensa en tu grupo de amigos: de cada tres, dos le han faltado el respeto a una mujer…

En ese estudio, el 14% reconoció haber dado una nalgada y 14.5% haber dicho un piropo obsceno u ofensivo.

Lo más común, reconocido por el 61%, fue “mirar morbosamente el cuerpo de alguien”, y 24%, “decir palabras ofensivas o despectivas respecto a las mujeres”.

¿Cómo, tan solo mirar o hablar de alguien es violencia sexual? Así es. Según explicó Sanz, otro de los hallazgos que tuvieron es que la mayoría de hombres ni siquiera tiene muy claro qué es violencia y acoso sexual.

“Los hombres identifican claramente las formas de acoso sexual más graves, aquellas que son más visibles. Por ejemplo: los tocamientos, arrimones, enseñar los genitales, masturbarse delante de las mujeres. Pero no aquellas que tienen menor intensidad, que están tan normalizadas: chiflidos, piropos de connotación sexual e indeseados, miradas. Y además las consideran normales e inofensivas. Eso no se considera problema, eso no se considera algo que moleste a las mujeres”.

Spoiler: sí, sí molesta a las mujeres.

(dejemosdehacerlo.com)

“A los hombres también nos acosan”

Esta frase es típica cuando se les habla de acoso a los hombres, según dijeron las representantes de ONU Mujeres y la titular del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman. Y sí, también los hombres son víctimas de violencia sexual, pero la diferencia es abismal.

“Por supuesto que los hombres también son víctimas de distintas formas de violencia, pero las cifras son contundentes. Solamente en México, por cada hombre que ha sido violentado, nueve mujeres lo han sido”, detalló Sanz.

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“No estamos hablando siquiera de un desbalance, sino francamente de una violación de derechos humanos”, remató Gasman.

Volvamos a pensar en nuestro entorno: si a ti te han hecho algo (o al amigo de un amigo) que te hizo sentir agredido sexualmente, hay otras nueve mujeres que lo han padecido.

¿Y a poco es para tanto?

Lo es. El acoso y la violencia sexual limitan a las mujeres cuando no quieren andar en transporte público, salir de noche, salir solas, cuando les hacen algo que les provoca problemas psicológicos y de salud.

Pero no solo eso. Se han hecho cálculos de cuánto cuesta en términos económicos que las mujeres sufran violencia, y la estimación de la ONU es que a nivel global resulta equivalente al 5.2% del Producto Interno Bruto (PIB, que es como se mide todo lo que produce cada país en un año).

Específicamente en México, el costo en días de trabajo perdidos por violencia contra las mujeres es de 4 mil millones de pesos.

Por todo esto, ONU Mujeres organizó la campaña #DejemosDeHacerlo, enfocada en hablarle a los hombres, porque no se trata de que ellas se cuiden más o cambien su forma de vestir para que no les falten al respeto, sino de que ellos dejen de acosar.

Un video con confesiones de acoso, carteles de conductas que son violentas y frases de hombres advirtiéndole a otros hombres que no acosen, empezaron a circular desde el pasado 17 de octubre en redes sociales, espacios publicitarios, de transporte público y de universidades en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara.

El reto que lanza la organización es que no quiere ser ella quien parezca llamarle la atención a los acosadores, sino que se comparta el mensaje entre hombres, se hable de hombre a hombre, y se asuma que el primer paso para acabar con el acoso, es reconocerlo.