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Ene 22/2021

Un paseo por el origen de la astrología: ¿por qué creemos en los horóscopos?

Foto: Animal MX

Es normal preguntarnos cuál es nuestro lugar en el universo y lo que el destino tiene preparado para nosotros. ¡Lo hemos hecho desde hace miles de años!

Algunas personas dejarán que el paso del tiempo les diga o lo buscarán por sí mismas; otras se acercarán a la religión para iluminar su camino, pero algunas más recurrirán a la astrología y los horóscopos para saber cómo navegar por el mundo.

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De acuerdo con el libro Astrology and Popular Religion in the Modern West de Nicholas Campion, aproximadamente el 90% de las personas en el mundo saben, por lo menos, cuál es su signo zodiacal.

Seguro perteneces a ese porcentaje, ¿verdad? Yo confieso que sí.

Soy Sagitario y tengo un tatuaje del arco del centauro porque aunque no estoy completamente inmerso en la astrología, desde hace tiempo comencé a identificarme con algunos rasgos que supuestamente definen a mi signo: la empatía, el gusto por la aventura y el buen humor.

Para entrarle al tema, el sitio astro.com, una de las plataformas de astrología más populares a nivel mundial, cuenta que, según esta disciplina, la humanidad no solo está influenciada por factores hereditarios y ambientales, sino también por el estado del Sistema Solar en el momento en que nacemos.

Pero aunque la astrología parezca una disciplina con elementos científicos, en realidad no los tiene.

La doctora en Neuropsicología por la UNAM, Frine Torres, explica que la astrología es una pseudociencia porque realmente no sigue un método científico, es decir, no se ejerce la experimentación ni la comprobación.

La astrología se basa en lo que creemos y no en lo que sabemos y eso también tiene un valor enorme.

Como alguien que hace ciencia “creo que es un error desacreditar ferozmente a la astrología; esta práctica es anterior a la ciencia y tiene que ver con las creencias de las personas”, dice Frine Torres.

Para entender este valor y por qué conectamos tan profundamente con la astrología desde hace miles de años, acompáñanos.

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El origen de la astrología y el Zodiaco

No existen datos certeros sobre el origen de esta disciplina, pero sí algunas teorías.

Una de ellas es que la astrología se originó en Babilonia hace 5 mil años, aproximadamente, ya que los babilonios eran observadores de estrellas y hacían conexiones entre lo que pasaba en el cielo y la Tierra. Veían las estrellas para encontrarle sentido al mundo, pues.

Al principio, esta práctica les ayudaba a predecir las temporadas de cacería, las estaciones del año o cuándo la Luna afectaba más las mareas, según la tarotista y astróloga Mariana La Ariana.

Con el paso del tiempo, diferentes culturas alrededor del mundo también comenzaron a tener sus prácticas astrológicas, es decir, de mirar al cielo para intentar darle sentido a lo que sucedía en la Tierra.

José Ignacio Lanzagorta, antropólogo social, cuenta que egipcios, griegos, mayas y otras culturas también practicaban la astrología. 

Pero… ¿y el origen del Zodiaco, que en griego significa “círculo de animales” o “círculo de la vida”?

Tampoco hay un registro exacto de su génesis. Hasta el momento, la información apunta a que el astrónomo y astrólogo griego Ptolomeo fue el responsable de popularizar la idea de los 12 signos zodiacales y las características de cada uno, así como su relación con los elementos agua, tierra, aire y fuego.

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Según Lanzagorta, la astrología como hoy la conocemos, con la lectura de casas y cartas astrales, es un producto medieval.

“Se fue desarrollando a lo largo de la Edad Media y tiene una época de auge en la modernidad temprana, por ahí del siglo XV y XVI”.

Siglos después, en 1995, surgió la teoría que asegura que los signos zodiacales no deberían ser 12, sino 13.

La astrónoma Jacqueline Mitton anunció que existe una constelación más, por lo que las fechas de los signos zodiacales como las conocemos serían incorrectas.

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Según Mitton, la constelación 13 se llama Ofiuco, la cual atraviesa la eclíptica entre el 30 de noviembre y el 17 de diciembre.

Sin embargo, pese a este descubrimiento, la astrología optó por no considerarlo un signo del Zodiaco.

Viajemos a nuestra mente: ¿por qué conectamos tanto con la astrología y los signos zodiacales?

¿Listo para una bomba emocional?

“En principio, parece ser algo universal que tiene que ver con la incapacidad que tenemos los humanos de vivir en la incertidumbre”, señala la neuropsicóloga Frine Torres.

Ouch. Eso dolió.

A nivel psicológico existen dos fenómenos que pueden explicar por qué conectamos tanto con prácticas como la astrología.

Uno de ellos es el Efecto Forer (también conocido como Efecto Barnum). 

Este describe un comportamiento muy curioso: las personas solemos aceptar descripciones de nuestra personalidad -como las que vemos en los horóscopos y signos zodiacales- aunque sean muy vagas, ambiguas y genéricas.

Aunque estas descripciones se puedan aplicar a cualquier persona, nuestro cerebro nos lleva a creer que están dirigidas completamente a nosotros.

“Tu carta astral, por ejemplo, es específica, eres tú en el universo, entonces parece que esa información es solo para ti y las cosas que te dice, por el Efecto Forer, te harán sentido”, explica la doctora Torres.

El segundo fenómeno se llama “confirmación del sesgo”.

Este efecto hace que nos enfoquemos en las características que sí compartimos e ignoremos las que no.

Entonces, en una descripción de nuestra personalidad naturalmente pondremos atención a los elementos que sí van con nosotros. Es una especie de confirmación de lo que CREEMOS que somos.

Del otro lado, Dominique Peralta defiende y describe a la astrología como una herramienta de planeación y conocimiento para entendernos a nosotros mismos y las circunstancias que nos rodean. Para ella, la astrología no tiene que ver con fe ni adivinación.

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Esta disciplina, dice Peralta, te ayuda a interpretar cosas que ya sabes qué significan. “Es una lupa a través de la cual se magnifica lo que estás viviendo. No te revela algo desconocido de ti, pero te sitúa en el momento y eso tiene un gran valor porque te va a tranquilizar y vas a encontrar respuestas que en otro lugar no tenías”, enfatiza la astróloga.

Y volvemos a lo mismo: lo que crees importa. E importa mucho.

Con base en la Psicología, lo que creemos es lo que realmente nos ayuda a modificar nuestras conductas.

¡PUM!

 

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Creer o no creer

Relájate, está bien creer en los signos zodiacales, es válido, divertido y si te ayuda a navegar la vida con un poquito más de certidumbre, ¡qué mejor!

La única recomendación es aprender a poner límites.

“Si la astrología y consultar tu signo es parte de tu ritual, te hace bien y eres funcional, perfecto. El problema ocurre cuando necesitas recurrir a esta práctica para tomar decisiones importantes, para actuar o no hacerlo”, enfatiza la doctora Torres.

Sí, todos sabemos qué signo somos y qué características nos definen, según el Zodiaco.

“Al final tiene esa dimensión más metafórica, lúdica, pedagógica, de jugar, conocernos y no tomarlo tan en serio”, señala Lanzagorta.

Dominique Peralta agrega que las generaciones actuales, a través de redes sociales, usan la astrología como una herramienta para lidiar con sus circunstancias, es una manera para identificarse y explicar la vida. 

Y hoy, en un mundo tan lleno de incertidumbre, intentar encontrar sentido y rumbo a la vida es más necesario que nunca.

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