Hace casi un año, el gobierno de la Ciudad de México implementó una ciclovía emergente en Insurgentes para ofrecer una alternativa para transportarnos de manera segura durante la pandemia.
Esta vía -usada por ciclistas, patinadores y hasta corredores- fue tan bien recibida que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno, anunció que se quedará de manera permanente.
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Sin embargo, todavía hay mucho trabajo por hacer para asegurar que la ciclovía sea segura para sus usuarios.
La bloguera y periodista Maya en Bici, a quien seguro conoces por fomentar el uso de la bicicleta, nos contó cuáles son aquellos puntos que el gobierno capitalino debe tomar en cuenta para hacer de la Ciclovía Insurgentes un trayecto seguro.
Maya señala que hay varios tramos donde no se explica claramente que el carril es exclusivo para bicicletas, por lo que muchos vehículos motorizados invaden este espacio.
Esta vía debe estar diseñada de manera adecuada y señalizada de forma correcta para avisar a los usuarios qué tipo de carril es el que están usando.
Además de las señalizaciones, un aspecto importante para que los autos y motos respeten la ciclovía es confinando el carril de manera correcta.
En este momento, el carril de la ciclovía está mal segregado por marcas hechas con pintura (las cuales se despintan fácilmente) o con confibuses (unos topecitos amarillos que seguro has visto en la calle) que muchas veces son removidos por los vehículos motorizados.
Maya explica que lo ideal sería que la ciclovía estuviera segregada con confibicis, que son similares a los confibuses, con la diferencia de que son más grandes y ofrecen más protección a los ciclistas para evitar que invadan sus carriles.
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Otro problema relacionado a la mala segregación de la ciclovía es que en algunas partes de Insurgentes el límite de velocidad para vehículos motorizados es muy alto (¡de hasta 50 km/h!).
El mayor peligro aquí, como enfatiza Maya, es que como en muchas ocasiones los autos invaden la ciclovía, este límite de velocidad pone en riesgo la seguridad de los ciclistas, por lo que se debe reducir este límite y, de nuevo, confinar adecuadamente el carril de bicicletas.
A diferencia de los usuarios de automóviles quienes van más protegidos, los ciclistas se enfrentan a un mayor riesgo si el camino está lleno de obstáculos.
En muchas partes de la ciclovía, donde los vehículos motorizados arrancaron los confibuses, quedaron clavos salidos que pueden derribar a los ciclistas y arrojarlos hacia la vía transitada por autos, por lo que es de suma importancia remover estos clavos y colocar barreras de seguridad más efectivas.
Maya explicó que la mejor forma para exigir una ciclovía segura es usando la que tenemos actualmente para que el gobierno note cuánta gente prefiere moverse por este camino.
Entre más gente la use, entonces es más sencillo realizar peticiones para mejorar la calidad del carril de ciclistas.
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