¿Ir al cine? Eso suena como algo muy lejano, ya que desde el inicio de la pandemia por la COVID-19, las salas cerraron sus puertas y el olor a palomitas se esfumó de los centros comerciales.
Sin embargo, conforme entramos a la nueva normalidad se acerca la reapertura de los cines, pero la experiencia será muy diferente a la que conocíamos.
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Aunque aún no tenemos una fecha establecida, el Gobierno de la Ciudad de México emitió un plan de 24 páginas con lineamientos para la reapertura segura de los cines durante la nueva normalidad.
Estas medidas de seguridad deberán ser aplicadas por los 117 complejos exhibidores que hay en CDMX, los cuales están cerrados desde marzo.
Así es que, una vez que estemos en semáforo amarillo y el Gobierno lo considere adecuado, los cines volverán a abrir sus puertas con algunos de estos cambios severos.
Una vez que entremos al complejo, no podremos quitarnos el cubrebocas para absolutamente nada.
El consumo de alimentos dentro de la sala de cine y durante la proyección está prohibido (así qué chiste).
Los cines deberán incentivar el uso de boletos electrónicos para evitar el contacto, aunque los complejos sí podrán contar con taquillas al exterior, donde habrá una barrera de acrílico, se deberá respetar la sana distancia y se repartirá gel antibacterial.
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Aunque nos guste comentar las pelis después de la función, el Gobierno recomienda guardar silencio para evitar la propagación de gotas de saliva en el ambiente (a ver cómo le hacen con los gritos en las películas de terror).
El espacio quedará muy reducido y cancelarán las butacas necesarias con tal de garantizar la sana distancia, lo que nos lleva al último punto.
Adiós a los planes familiares o con amigos para ir varios a ver una peli, por ahora sólo permitirán que te sientes con una sola persona.
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