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Oct 01/2020

¡El Canaca no mentía! Encuentran la Promotora Mexicana Gaitán y sí está en la calle 6 6 30

Foto: Belial @Dr_Asthenia

Por allá del 2007, conocimos a Guillermo López Langarica, mejor conocido como ‘El Canaca’, un hombre que había sido detenido en Guadalajara, Jalisco por conducir en estado de ebriedad y quien juraba que la policía le había robado 50 mil pesos en efectivo.

“¿Y mis 50 mil pesos qué? Traía 100 billetes de 500, ¿on’ tan?”, preguntó a un reportero de El show de la Barandilla, un programa transmitido en el Canal 4 de Guadalajara, que ponía en jaque a quienes caían en manos de la policía durante la noche.

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Lo sorprendente es que ‘El Canaca’, ebrio o no, insistía en explicar quién era, a qué se dedicaba y en dónde trabajaba, TODO a detalle.

“Soy comerciante de Promotora Mexicana Gaitán, calle 6 6 30 6 71 3333. Soy hijo del papá. Soy hijo del dueño Miguel Ángel Gaitán Uribe, presidente de la CANACA. De la Central de Abastos de la República Mexicana”.

En aquél momento, nadie (o casi nadie) pensó que el hombre podría estar diciendo la verdad, o al menos parte de esta, sin embargo, 13 años después la historia podría cambiar.

El descubrimiento de un tuitero

Resulta que el tuitero Belial @Dr_Asthenia descubrió, gracias a una piña, que realmente existe la Promotora Mexicana Gaitán… y que efectivamente se encuentra en la calle  6 6 30, ¡tal y como lo dijo ‘El Canaca!’.

Así lo anunció (con mucha tristeza) en su cuenta de Twitter:

Investigando sobre la Promotora Mexicana Gaitán (PROMEGA) encontramos que es una empresa ubicada en Guadalajara, Jalisco que exporta frutas y verduras al interior del país y en el extranjero.

Sobre el nombre de Miguel Ángel Gaitán Uribe no hay ningún registro en la empresa.

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Las disculpas póstumas 🙁

La revelación ocasionó que los usuarios comenzaran a especular que los polis sí pudieron bajarle sus 50 mil pesos, otros mencionaron que le debían una disculpa póstuma y otros más que confirmaron el dicho sobre que ‘los niños y los borrachos siempre dicen la verdad’.

Desafortunadamente, Guillermo López Langarica ya no está entre nosotros para aclarar la situación, pues en septiembre de 2008 falleció al ser atropellado por una conductora en estado de ebriedad.

Solo nos queda recordar sus frases célebres como: “¡Me amarraron como puerco!”, “¡Véale, apúntele bien!” Y la clásica y más famosa de todas: “¿Y mis 50 mil pesos qué?”.

Canaca, siempre estarás en nuestros corazones.

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