Mientras Todd Phillips, director de Joker y ¿Qué pasó ayer?, declara en entrevistas que es casi imposible hacer comedia en estos tiempos y que dejó de hacerla porque hay una “cultura del despertar” que está “matando la comedia”, las mujeres se ponen al frente de este género para hacerlo renacer.
Por ejemplo, Phoebe Waller-Bridge, quien se alzó en los Emmy con cuatro premios para su serie cómica Fleabag.
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También es el caso de Amy Sherman Palladino, creadora de The Marvelous Ms. Maisel y claro, de Mindy Kaling, a quien seguro recuerdas por su papel en The Office.
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Además de actuar en The Office, Mindy Kaling también escribió algunos episodios, tiene su propia serie, llamada The Mindy project y este 18 de octubre llegará al cine como guionista y protagonista de Ellas Mandan.
Ellas mandan es una comedia ligera protagonizada por Emma Thompson y Mindy Kaling que además de hacer reír, pone algunos temas necesarios en la conversación: la masculinidad tóxica, el feminismo, las cuotas raciales y de género.
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Katherine Newbury (Emma Thompson) es, en el mundo ficticio de Ellas Mandan, la primera y única mujer presentadora de un Late Night Show (sorpresa: en el mundo real no hay presentadoras mujeres titulares de Late Night Shows).
A pesar de que Katherine tiene prestigio y muchos Emmys en el clóset de su casa, su programa dejó de ser atractivo y está a punto de ser retirado del aire.
Mientras intenta encontrar la razón por la que ya nadie ve su programa, nos damos cuenta que su equipo de guionistas está conformado por un grupo de hombres blancos heterosexuales de entre 28 y 40 años, con quienes Katherine nunca interactúa.
En ese momento aparece Molly (Mindy Kaling), una chica india que jamás había trabajado en televisión y cuyo último empleo fue en el área administrativa de una planta de productos químicos.
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Cuando Molly llega a su nueva oficina, sus compañeros le impiden tomar un lugar junto a ellos, entran al baño de mujeres y sabotean su trabajo. Así que Molly tendrá dos retos en lugar de uno: escribir chistes atractivos para salvar el show de Katherine y lidiar con su nuevo ambiente de trabajo inundado de masculinidad tóxica.
Ellas mandan es una película que podría pasar inadvertida, salvo por la crítica que hace de muchos temas, entre ellos la forma en la que Hollywood desecha a las mujeres después de “cierta edad”, cuando nos damos cuenta que Katherine será sustituida por un comediante más joven y menos listo.
También por la forma en la que cuestiona la diferencia con la que se trata a los escándalos sexuales de las celebridades dependiendo del género de quien los protagoniza.
La película habla muy directamente de la necesidad de crear ambientes de trabajo menos tóxicos y más diversos, ya que, lejos de cumplir con una “obligatoria cuota de género o raza” estos cambios impactan de manera positiva la cultura laboral y fomentan la inclusión.
El único problema que encuentro con Ellas mandan es que es una comedia que no escapa a los lugares comunes, es convencional y poco innovadora a nivel formal.
Aun con esos detalles, es mejor tener comedias como Ellas mandan que más chistes de pedos y el mismo humor hipermasculinizado que hemos visto por décadas en la “comedia convencional”, esa que según Todd Phillips está muriendo.
Pues como dijo Marc Maron en una entrevista:
“Hay mucha gente siendo graciosa en este momento. No solo siendo graciosa, sino jodidamente graciosa. Realmente, lo único que está fuera de la mesa, culturalmente, en esta coyuntura, y ni siquiera por completo, es apostar descaradamente a la pura alegría de lastimar a las personas. Por la pura emoción y la risa que algunas personas obtienen al causar dolor a otras personas, al incomodar a otras personas, al hacer que se sientan excluidas”, dijo Maron.
“Si estás demasiado intimidado para intentar hacer una comedia profunda o provocativa, o incluso un poco controvertida, sin lastimar a la gente, entonces no eres bueno en lo que haces. O tal vez solo eres insensible”.