Han sido meses extraños para el Futbol Club Barcelona: perdieron 2-8 contra el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Champions League, cambiaron a su entrenador (otra vez) y Lionel Messi estuvo a nada de irse.
Ahora que el equipo poco a poco ha comenzado a enderezar su camino con Ronald Koeman como nuevo entrenador del club, hemos conocido más sobre la abrupta caída del equipo que por muchos años fue considerado el mejor del mundo.
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Gerard Piqué, capitán del equipo, reveló en una entrevista con el diario La Vanguardia qué sucedió a final de la catastrófica temporada pasada y cómo hubiera manejado él las cosas.
Piqué señaló que todo empezó a irse para abajo luego del 2015, temporada en la que ganaron la liga española, la Copa del Rey y la Champions League.
“A partir de ahí el club ha ido cayendo en lugar de crecer y esa tendencia es inapelable. Tocamos fondo con el 2-8 y teníamos que hacer un reset todos para ver qué era lo mejor para el club”, explicó.
El defensor dijo que haber corrido a media temporada al entrenador Ernesto Valverde para reemplazarlo con Quique Setién (despedido tras la eliminación del Barcelona en Champions League) no fue algo coherente.
El Barcelona, bajo los controles de Valverde, había ganado dos ligas y se encontraba en primer lugar en España antes de su despido.
¿El culpable? Josep María Bartomeu, presidente del Futbol Club Barcelona.
Piqué al ser preguntado sobre si los jugadores han tenido mucho poder para influir, mencionó que un equipo funciona mejor cuando las jerarquías están “bien marcadas” y dijo que si los jugadores han tenido mucho poder en algún momento “es porque otras personas no han querido ejercerlo”.
En cuanto a su relación con Bartomeu, Piqué dijo que “puede ser cordial, pero hay cosas que quedan”.
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Algo que molestó a Piqué fue el trato que recibió Lionel Messi, considerado por muchos el mejor futbolista de la historia y la figura del equipo durante 16 años.
El esposo de Shakira dijo que si él hubiera sido presidente habría actuado diferente respecto a Messi y señaló que “El Camp Nou debe llevar su nombre”.
Gerard Piqué mencionó que Messi se había ganado el derecho de tomar una decisión (sobre si quería cambiar de equipo o no) y nuevamente explicó que si él hubiera sido presidente hubiera manejado las cosas diferentes.
“Yo me pregunto: ¿cómo puede ser que el mejor jugador de la historia, que hemos tenido la santa suerte de disfrutar, se levante un día y envíe un burofax porque siente que no le están escuchando? Todo es demasiado chocante”, señaló.
Por último, resaltó que Messi “se lo merece todo” y que ahorita lo ve muy implicado e ilusionado. “Leo es el reflejo del vestuario, el ejemplo a seguir. Si él está bien, da tranquilidad”.
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