El 5 de julio, Jeff Bezos dejará de ser el director ejecutivo (CEO) de Amazon y en su lugar entrará Andy Jassy.
Bezos, quien ha sido acusado por diversas autoridades de violar la ley de competencia local, anunció el movimiento este 26 de mayo durante su última reunión general como CEO del gigante del comercio electrónico.
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El fundador del grupo originario de Seattle, que seguirá siendo presidente de la Junta Directiva, ya había anunciado a principios de febrero que entregaría en el curso del presente año el mando Jassy, el actual responsable de la AWS (Amazon Web Services), la rama en la “nube” (servicios en remoto) del grupo.
“Es una fecha sentimental para mí, es la fecha en la que Amazon se constituyó oficialmente como empresa, hace 27 años”, dijo Jeff Bezos a los accionistas.
El fundador de la compañía destacó que Andy Jassy “es muy conocido dentro de la empresa” y que “lleva en Amazon casi tanto tiempo como” él.
“Va a ser un líder excepcional y tiene toda mi confianza”, continuó el multimillonario. “Garantizo que no permitirá que el universo nos vuelva normales”, acotó.
La transición se produce en momentos en que Amazon jamás ha sido tan poderoso ni tan criticado.
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En 2020, el grupo creó 500 mil puestos de trabajo en todo el mundo y es, en gran medida, el ganador de la pandemia de coronavirus reinante, ya que ha consagrado el entusiasmo de los consumidores por sus servicios, que van desde entregas rápidas hasta productos electrónicos e infraestructura en la nube, que dan servicio a plataformas de streaming como Netflix.
Amazon también acaba de comprar el histórico estudio de cine hollywoodense Metro-Goldwyn-Mayer, que tiene casi un siglo de antigüedad y cuyo enorme catálogo impulsará su propia plataforma Amazon Prime Video.
Pero el pasado 25 de mayo, el fiscal de la capital estadounidense, Washington D.C, inició una demanda contra el grupo, al que acusa de obstaculizar la libre competencia en el comercio en línea.
También se llevan a cabo otras investigaciones, en particular sobre el hecho de que Amazon es “juez y parte” en su plataforma de ventas.
Muchas ONG acusan a Amazon de contribuir a la contaminación, de discriminar a las mujeres y los empleados negros y de origen latino, así como de explotar a los trabajadores de los depósitos.
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