Uno de los momentos más emotivos de la edición 62 de los Premios Ariel, fue cuando reconocieron a la compositora mexicana Lucía Álvarez con el Ariel de Oro por sus aportaciones musicales al cine mexicano.
Este premio, en palabras de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), simboliza la labor de excelencia que un integrante de la industria cinematográfica ha logrado a lo largo de su trayectoria y que ha contribuido al desarrollo y crecimiento de la cinematografía mexicana.
Y bien merecido lo tiene, Lucía Álvarez ha ganado seis premios Ariel por la música de las películas Principio y fin, La reina de la noche, El callejón de los milagros, Mezcal y Cuentos de Hadas para dormir cocodrilos.
La también pianista dio un discurso precioso en el que agradeció a todas las personas que la han acompañado en su trayectoria como compositora, además dedicó el Ariel ‘a todas las mujeres de México que luchan por tener un lugar reconocido en su profesión’.
La AMACC tiene el placer de otorgar el Ariel de Oro a la compositora Lucía Álvarez, nominada en 10 ocasiones a lo largo de su trayectoria. #Ariel2020 pic.twitter.com/vEHBgco2WC
— Y el Ariel es para… (@AcademiaCineMx) September 28, 2020
Luego de la actriz Diana Bracho le entregara el galardón, Lucía destacó la importancia del trabajo en equipo en el cine y lo mucho que esto ha influido para que sus composiciones alimenten las cintas, y viceversa.
“Escribir la música de una película es reunir una serie motivaciones que alimentan la sensibilidad creativa del compositor, no obstante, mi trabajo no habría podido llevarse a cabo si no hubiera estado asistida y arropada por los elementos que rodean esta arrebatadora labor”.
Luego de agradecer a directores, cineastas, guionistas, actores, editores, músicos y más, Lucía tocó un tema fuerte: la falta de reconocimiento a las mujeres en el entorno laboral.
“Soy una sobreviviente en un medio complejo donde he conocido personas admirables con las que trabajé por el placer de trabajar, y otras no tan admirables con las que no trabajé, debido a las cuotas de género que pretendían cobrar. Hubiera musicalizado más películas”.
Mencionó que durante su trayectoria laboral y como madre soltera ha sabido cómo ‘capotear’ los incidentes de acoso y menosprecio por los que todas las mujeres han pasado en este país.
Sin embargo, conoce las violencias machistas y misóginas que deben acabar en cualquier trabajo, para así, abrir paso al respeto, el reconocimiento y la imparcialidad.
“Nosotras sabemos muy bien lo que repudiamos de las actitudes misóginas. No queremos intimidaciones, desprecios, provocaciones, vejaciones, devaluaciones y acosos, también sabemos lo que queremos: respeto, valoración, reconocimiento, aceptación, confianza, paz e imparcialidad. Mi trabajo puede gustar a algunos y a otros no, pero estén seguros que siempre trabajé con amor, entrega, apasionamiento y sobretodo con honestidad”.
Por último, dedicó la estatuilla de oro a todas las mujeres de México que se esfuerzan día a día para ser reconocidas profesionalmente.
“Dedico este Ariel a todas las mujeres de México que luchan día a día por tener este reconocido y merecido lugar en cada una de sus profesiones y especialmente lo dedico a mi hija Paula porque es la fuerza para que yo siga adelante”.
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Lucía Álvarez es licenciada en Piano y Composición por la Escuela Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Su carrera comenzó –casi por casualidad- en el Teatro Universitario con Héctor Azar, quien era el director de la Compañía de Teatro Universitario.
Según relata este texto de la AMACC, Lucía acudió a una obra de teatro de Azar como espectadora pero coincidió con que la pianista y compositora Alicia Urreta, encargada de sonorizar la obra se peleó con él…y para salir del apuro recurrió a Lucía.
La música de Lucía Álvarez y la forma en que dirigió el equipo, le gustó tanto al director que la nombró la titular de la obra.
Una cosa llevó a la otra y conoció al guionista José María Fernández Unsaín, lo que la llevó a colaborar en la música de Los días del amor dirigida por el cineasta Alberto Isaac, la cual, recibió un Ariel por Mejor música de fondo.
Con la intención de pulir su talento se inscribió en un curso intensivo con el célebre compositor italiano Ennio Morricone, autor de más de 500 bandas sonoras, entre ellas el famoso silbido de ‘El bueno, el malo y el feo’.
Lo que siguió para Lucía fue adentrarse en el mundo del cine, como ella lo cuenta en esta entrevista de Sector Cine, sensibilizarse con cada producción antes de elaborar la música, para así lograr un trabajo totalmente honesto y vaya que le ha dado resultados.
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