Si viviste tu infancia en los noventa, seguro recuerdas al payaso asesino de niños de la película Eso. Contrario a la creencia popular que este ser creó, la mayoría de los payasos no asesinan niños ni salen de la coladera de tu tina.
Entonces, ¿qué es lo que provoca en muchas personas este terror? Buscamos la respuesta en la ciencia, la historia, el cine y con unos payasos mexicanos.
La fobia a los payasos es conocida como coulrofobia, aunque no es reconocida como una condición específica por la Organización Mundial de la Salud o en manuales de psicología.
Algunas investigaciones sobre el miedo a los payasos han presentado resultados diferentes:
Un estudio de la Universidad de Sheffield realizado sugirió que encuentran las decoraciones de payasos como “aterradores y desconocidos”.
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Dos investigaciones italianas señalan que la presencia de los payasos en los hospitales puede ser positiva. La primera descubrió que los niños con enfermedades respiratorias mejoraron con mayor rapidez después de jugar con payasos de hospital.
La segunda, que la presencia de payasos de hospital redujo la ansiedad pre operatoria en niños y padres.
Algunos psicólogos afirman que ciertos niños desarrollan una fobia a los personajes disfrazados: payasos, botargas, mascotas deportivas y hasta Santa Claus.
La doctora Brenda Wiederhold, especialista en el tratamiento de ansiedad y pánico, explica que es aproximadamente cuando tienen dos años que los niños sufren ansiedad al estar con extraños.
Fernando Córdova, clown mexicano, comenta que los papás que obligan a sus hijos pequeños a interactuar con estos personajes terminan haciéndoles más daño: “El niño lo que está viendo es un hombre con una cosa blanca en la cara, del tamaño de una vaca roja, haciendo un sonido raro, es como un ogro. Ahora siéntate en sus piernas, eso es inhumano.”
De acuerdo al director de talento de Ringling Bros., David Kiser, el payaso siempre ha tenido un lado oscuro. “De alguna manera, siempre ha sido un espíritu travieso… él siempre ha sido divertido, pero parte de esa diversión incluye un poco de picardía.”
El antecedente de los payasos es el bufón, y de acuerdo al doctor Anestesio de la Jeringa y Pico de Risaterapia “el bufón es subversivo, provocador, y algunos payasos lo llevan a sus consecuencias más altas.”
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“El payaso ve directamente a los ojos de la gente: que un comediante que dice la verdad te vea a los ojos puede ser intimidante”, comenta Fernando Córdova.
Existen ejemplos en los que el lado oscuro del personaje se mezcló con la realidad.
El padre del payaso moderno, Joseph Grimaldi, tuvo una vida difícil: su hijo murió por alcoholismo, su primera esposa murió durante el parto, y él tuvo discapacidades de manera prematura provocadas por la comedia física. Él afirmaba que podía ser siniestro todo el día, pero por las noches te hacía reír.
Mira, aquí puedes ver lo que hacía Grimaldi:
Pero tal vez ninguno tan oscuro como Pogo. El payaso de John Wayne Gacy divertía a cientos de personas en Estados Unidos, pero de 1972 a 1978, abusó sexualmente y asesinó a más de 35 hombres jóvenes en el área de Chicago. Se le conoció como Killer Clown y fue ejecutado en 1994.
Aquí te compartimos un documental sobre este payaso:
Hollywood también ha explotado el lado oscuro de los payasos. En 1982, Poltergeist presentó una de las primeras escenas aterradoras con ellos.
Aunque el más célebre es Pennywise, mejor conocido como “el payaso de Eso”, un payaso que asesina niños porque un demonio tomó posesión de su cuerpo.
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Para Fernando Córdova, esta película contribuyó a esta fobia: “Stephen King ayudó mucho, porque le dio una connotación diabólica al payaso. El terror funciona con lo opuesto a lo que nos da miedo: si entras a un cuarto negro totalmente oscuro y pongo un bebé al centro, te aterras, porque algo que puede ser hermoso en el contexto no adecuado es terrorífico.”
Los Simpson retomaron este miedo con humor en la década de los noventa regalándonos uno de sus diálogos icónicos: “no duermo, payaso me come”, mientras que otras películas recientes retoman algunos elementos de su esencia física.
¿No te acuerdas del “no duermo, payaso me come”? Mira:
En The Dark Knight, el Guasón interpretado por Heath Ledger es un anarquista que quiere ver al mundo incendiarse. En Saw, la marioneta tiene el rostro blanco y las mejillas rojas. Aquí hay una lista de lo payasos que han aterrado las salas de cine.
Para el Doctor Anestesio, este miedo puede tener diversas causas, una es la experiencia traumática con un mal payaso “que creyó que haciendo algunas cosas era payaso. Tanto esa víctima como los espectadores se pueden quedar con una mala imagen de los payasos.”
Para Bobo Pelo de Escobeta este miedo se puede relacionar con la ansiedad que desarrollan las figuras desconocidas: “cuando eres niño y vez a una persona deforme o caricaturizada -y nosotros somos la exageración del individuo- la primera reacción que tienes es temor. Es el temor a lo desconocido, tal vez nunca has visto un payaso y no sabes que quiere provocarte una risa.”
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Fernando Córdova encuentra otra hipótesis en la historia misma de los payasos en México.
“Los grandes circos de Estados Unidos exageran la figura del payaso: maquillaje exagerado, ropas grandes, pelucas y cosas muy ridículas. Cuando llegan a México, vemos estos payasos grotescos y copiamos la forma, no el fondo. Las personas que empiezan a imitar a los payasos llegan a las fiestas infantiles vestidos para un espacio de tres pistas de circo. Lo que sucede es que asusta porque no podemos ver al ser humano detrás de esa botarga, de ese maquillaje.”
Foto: Levi Saunders para Unsplash
Al final, es importante señalar que la naturaleza del payaso es radicalmente opuesta a un ser diabólico que debería de aterrarnos. Bobo Pelo de Escobeta le apuesta al corazón: “El trabajo del payaso es lograr conectar con la gente a través del corazón”.
Doctor Anestesio afirma que ser payaso se trata de jugar con el público, de hacerlos reír: “El payaso es un ser simpático con el que la gente se identifica cuando éste se tropieza o se equivoca. Puede estar bastante loco y un poco idiota, pero no es malo, no les va a hacer daño.”
Finalmente, Fernando Córdova enseña en sus talleres de clown de dónde viene la esencia de este personaje: “El payaso trabaja desde la generosidad y el amor. Cuando pones un pie en cualquier lugar y te acercas a un niño, no necesitas verlo llorar para darte cuenta que tiene miedo: inmediatamente te tienes que alejar. Un profesional del clown o del payaso, por definición, no debería de asustar nadie porque tiene la capacidad de ver”.
Originally published at www.clicknecesario.com on October 10, 2015.