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Abr 09/2021

Las bromas sexistas, racistas y de mal gusto que hizo el príncipe Felipe en su vida

Foto: AFP

Este 9 de abril murió el príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II, a los 99 años, causando gran conmoción en Reino Unido y el mundo.

A pesar de los tributos rendidos por diferentes líderes del mundo y de haberse convertido en el consorte británico más longevo, la vida de Felipe estuvo repleta de polémicas y escándalos.

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Desde supuestos romances, el pasado de su familia con el régimen Nazi (pese a que él lucho contra Alemania en la Segunda Guerra Mundial) y relaciones con personajes dudosos como Stephen Ward, acusado de espiar para la Unión Soviética.

Alto y tieso, siempre detrás de la reina como exige el protocolo, Felipe asumió con mejor o peor disposición su papel de secundario.

Según admitió, le hicieron falta años de aprendizaje para encontrar su lugar a la sombra de Isabel II y en el corazón de los británicos, pero luego disfrutó de un alto índice de popularidad, al igual que su esposa.

A menudo intentó salirse con la suya, pero acabó entrando en razón.

Como en enero de 2019, cuando un accidente de tráfico reveló que seguía conduciendo a los 97 años. Pese a las críticas, volvió a tomar el volante dos días después y sin llevar el cinturón de seguridad. Pero tres semanas más tarde cedía a la presión y entregaba su permiso de conducir.

Más allá de estos llamativos casos, durante su matrimonio con la reina Isabel II, el Duque de Edimburgo, conocido por su naturaleza “bromista”, fue señalado en muchas ocasiones por comentarios fuera de lugar.

Sus comentarios sexistas

Durante una visita a Kenia en 1984, le dijo a una joven que le regalaba flores “gracias, señora… Es usted es una mujer, ¿verdad?”.

“¿Me arrestaría si abro la cremallera de este vestido?”, preguntó en 2012 a un policía, refiriéndose a una joven rubia enfundada en un ceñido vestido rojo cerrado con una cremallera a la altura del pecho.

En 1966 aseguró en público que “las mujeres británicas no sabían cocinar”.

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También tuvo varias bromas racistas

“No se queden mucho tiempo o se les pondrán los ojos rasgados”, recomendó a algunos estudiantes británicos en prácticas en China en 1986.

A una compañía de bailarines negros, en el 2009: “¿Todos ustedes son de la misma familia?”.

“¿Siempre pelea con lanzas?”, le pregunta a un aborigen durante una visita a Australia en 2002.

“¡Parece que está usted listo para irse a dormir!”, le comentó en 2003 al presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, quien estaba vestido con un atuendo tradicional.

“Entonces, ¿no te han comido?”, pregunta en 1998 a un estudiante que volvía de una travesía en Papúa Nueva Guinea.

En 1994, a un rico habitante de las Islas Caimán le dijo: “Casi todos ustedes descienden de los piratas, ¿no?”

Al ver un contador eléctrico viejo y defectuoso durante una visita a una fábrica escocesa, en 1999, dice: “Sin duda fue instalado por un indio”.

“Filipinas debe de estar medio vacío. Todos están aquí haciendo funcionar el NHS”, el servicio de salud pública británico, dijo en 2013 a enfermeras filipinas que trabajaban en un hospital en el Reino Unido.

Los comentarios de mal gusto no faltaron

Inaugurando una placa en un estadio de cricket en Londres en 2017, el príncipe dijo “estás a punto de ver al experto mundial de las inauguraciones de placas”.

A Malala Yusafzai, la joven activista quien sobrevivió a un ataque talibán contra un autobús escolar en 2013, le dijo que los niños “van a la escuela porque sus padres no los quieren en casa”.

En una cena en Roma en 2000, el primer ministro italiano Giuliano Amato le ofreció vino italiano y el príncipe respondió: “que me traigan una cerveza. No me importa cuál, pero que me traigan una cerveza”.

Ni Elton John se salvó, a quien le dijo “ah, ¿eres tú el que conduce ese horrible coche? A menudo lo vemos yendo al castillo de Windsor”.

Durante la recesión de 1981, dijo sobre los desempleados que “no lo entiendo: primero dicen que quieren más tiempo libre, y ahora se quejan de estar sin trabajo”.

En 1999, la orquesta de una escuela de jóvenes con discapacidad le dio la bienvenida en Gales. El príncipe dijo a las personas con problemas auditivos: “¿están sordos? ¡No me extraña si tienen que escuchar esto a menudo!”.

“Nunca podrás volar ahí dentro, estás demasiado gordo”, afirmó en 2001 a un adolescente de 13 años que soñaba con ser astronauta.

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