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Oct 13/2020

#EscriboYCobro: Escritoras visibilizan la precariedad en el mundo editorial y exigen pagos justos

México es uno de los países con las peores brechas salariales de género en América Latina.

Los resultados del Segundo Informe del Observatorio de Trabajo Digno de la organización Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, elaborado en 2019, señalan que la desigualdad salarial en México es peor que en países como Guatemala y El Salvador.

En México las mujeres trabajan más que los hombres y ganan menos.

A eso hay que sumarle la situación de cada industria y la editorial no es una honrosa excepción.

Y para visibilizar este problema usuarias de Twitter que también son escritoras, editoras, reporteras, fotógrafas, y correctoras de estilo se unieron con el hashtag #EscriboyCobro.

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¿Cómo nació #EscriboYCobro?

Es un ejercicio que nació por iniciativa de las escritoras Martha Mega, Yeni Rueda López y Judith Santopietro.

De acuerdo con Martha Mega, la intención era “iniciar la conversación sobre este tema antes de nuestra participación en una de las mesas de @ellascuidan”.

“El Encuentro de escritoras y cuidados surgió en 2019, es una iniciativa que coordinan las escritoras Brenda Navarro, Gabriela Damian y Alejandra Eme Vázquez y que continúa como una tradición de 2016 y que conmemora el día de las escritoras”, dijo Alejandra Eme, coordinadora de El encuentro de escritoras y cuidados en entrevista con AnimalMX.

“Poner los cuidados en el centro junto con la palabra escritoras significaba poner las vidas de las mujeres que escribimos en el centro de la conversación y eso detona asuntos muy importantes como las condiciones laborales, las condiciones materiales, las diferencias entre nosotras, las geografías y las experiencias diversas sobre ser escritoras”, señaló Eme Vázquez.

Por eso, en 2019 convocaron a 24 escritoras para que formaran parte del encuentro para hablar acerca del trabajo, los cuidados, las condiciones laborales y la creación.

El segundo encuentro fue virtual y pronto el mensaje se amplificó.

Con la etiqueta #EscriboyCobro, las escritoras buscan visibilizar las condiciones de precariedad a las que se han enfrentado por la brecha de género y también por la precarización del trabajo editorial.

También comparten sus experiencias y, en algunos casos, las cantidades que cobran por realizar un trabajo de corrección, investigación o redacción de textos.

Pero no solo eso, la intención también es exhibir que el clasismo y el racismo también son un factor en la precarización del trabajo de las mujeres.

Con respecto a si ha habido un cambio en el estado de la precarización laboral de las mujeres en la industria editorial, la escritora Martha Mega dice que no.

“No ha habido un cambio sustancial. Sí se están dando pasos a partir de la organización colectiva. Pero no ha cambiado el panorama para una mujer que escribe de un año para acá”, dijo Mega en entrevista con AnimalMX.

Las experiencias más comunes incluyen a empresas o instituciones que se rehúsan a pagar por talleres o charlas, incluso, argumentando falta de presupuesto. Algunas de las escritoras y editoras señalan que parecería que las empresas les “hacen un favor”.

Sobre los precios de los servicios, Martha Mega dijo:

“A mí me parecería importante estandarizar el precio de los servicios porque hay personas que están cobrando mucho menos y puede ser un acercamiento a que todas cobremos mejor”.

Lo que algunas empresas e instituciones ofrecen a cambio del trabajo de escritoras y editoras, es amplificar su voz o darles proyección, pero como señala Eréndira Derbez en su artículo Llamado a no trabajar gratis:

“Caer en el juego de la “proyección” nos daña muchísimo a quienes nos dedicamos a labores que tienen que ver con las artes, la educación o las humanidades (trabajos, por cierto, feminizados). Nuestro trabajo vale no sólo monetariamente, sino que tiene una función social importante (tanto es así que lo buscan) y nosotras también pagamos alquileres, servicios y demás bienes básicos que no se pagan con “proyección”. De igual modo, no podemos hacer crecer nuestros propios negocios si no tenemos forma de pagarle a las personas con quienes trabajamos.”