Internet tiene caminos misteriosos, uno de ellos es el trabajo de los influencers. Ser influencer es una de las cosas a las que ahora aspiran decenas de personas, ¿quién no querría ganar dinero solo por publicar fotografías o videos en Instagram o Tik Tok?
Pero en el intento por ganar seguidores y sumar algunos ceros a las cuentas bancarias, algunas personas han cometido errores graves como mentirle a sus fans. Te contamos de algunos de ellos.
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En 2017, la youtuber venezolana Lele Pons compartió esta fotografía en la que aparece con el cabello corto. A su lado, una amiga sostiene el mechón de cabello que presuntamente cortó.
“Donando mi cabello!!! Primera vez que corto mi cabello. ¿Qué les parece?“, escribió Lele en el pie de la fotografía, aludiendo a su intención de donar el cabello que se había cortado a una fundación de apoyo a personas con cáncer.
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Todo bien, hasta que algunos de sus seguidores se dieron cuenta de que el mechón de cabello que sostenía su amiga se trataba, en realidad, de extensiones.
Care to explain how you chopped off your "hair" and "donated" it @lelepons?? Last time I checked you can't donate extensions. pic.twitter.com/mUvckfllDa
— Emily Cutshall (@Emily_graceffa) July 7, 2017
Después de las críticas, la influencer explicó en Twitter que sí tenía la intención de donar su cabello para la fabricación de pelucas oncológicas, pero que no pudo hacerlo debido a que estaba teñido.
1/ To help clear any assumptions, I cut my hair with the intention of donating it.
— Lele Pons (@lelepons) July 8, 2017
“Para ayudar a eliminar cualquier hipótesis, corté mi cabello con la intención de donarlo, lamentablemente después de intentarlo, supe que caridades que donan pelucas no aceptan cabello tratado con color. Por lo que estoy encontrando otras maneras de ayudar a los afectados por la pérdida de pelo con cáncer b y c. Esto sigue siendo una prioridad para mí”, escribió en Twitter.
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Yovana Mendoza Ayres, mejor conocida en redes como Rawvana, ha cosechado su fama a través de Instagram y YouTube, donde suma más de 3 millones de seguidores, gracias a sus videos donde promueve el veganismo y rechaza los productos alimenticios de origen animal.
Todo era perfecto en su vida, Rawvana aparecía en lugares hermosos, rodeada de naturaleza, preparando dietas veganas, hasta que un día un error lo arruinó todo.
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Otra influencer llamada Paula Galindo (Pautips) publicó un video donde Rawvana aparece comiendo un filete de pescado.
Las críticas llegaron y Rawvana tuvo que salir a dar una explicación en video.
“Lamento mucho la manera en que se tuvieron que enterar de mi cambio reciente que hice en mi dieta, los alimentos que empecé a agregar debido a condiciones de salud”, dijo.
También detalló que había empezado a consumir huevo y pescado por prescripción médica.
Este influencer, también conductor de televisión y defensor de los recursos naturales del planeta, fue acusado por algunos usuarios de esa red social por ser “incongruente”.
Recordemos que Islas Allende advirtió recientemente sobre las consecuencias de la crisis climática, en un video llamado “Lo que dijo la ONU es aterrador”. Además se ha mostrado en redes como un defensor de la naturaleza y amante de los animales.
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Sin embargo, fue criticado por modelar zapatos confeccionados con pieles de animales.
Por que no me dicen ustedes en qué se debería de utilizar la piel de los animales que se crían para consumo humano, digo que harían ustedes con eso, por que si algo se mata todos los días son borregos, que exista gente que no los come no quiere decir que no los maten.
— Arturo Islas Allende (@arturooislas) July 7, 2019
Saravia es una influencer argentina de viajes que comparte las aventuras que tiene por todo el mundo con sus más de 280 mil seguidores, desde Tailandia hasta Indonesia, Tupi aparece sonriente en paisajes naturales hermosos.
Un día, usuarios de Twitter descubrieron que sobre la cabeza de Tupi, no importa en qué lugar del mundo se encontrara, siempre siempre aparecía el mismo patrón de nubes.
This travel ‘influencer’ spookily has the same clouds in every photo. ??? pic.twitter.com/uYzXhTiRJp
— Matt Navarra (@MattNavarra) August 28, 2019
Esto llevó a algunos de sus fanáticos a cuestionarse si los viajes de Tupi eran reales.
Otros la defendieron argumentando que Saravia siempre ha sido honesta en cuanto a la forma en la que edita las fotografías de sus viajes y que, incluso, ella ofrece tutoriales en video sobre cómo mejorar fotografías de viaje.
Tupi Saravia respondió a las críticas afirmando que sí viaja, pero que también usa una app para mejorar sus fotos.
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“Es una aplicación llamada Quickshot, no es gran cosa, la uso para una mejor composición en mis imágenes cuando la foto real tiene un cielo sobreexpuesto. No puedo creer lo lejos que llegaron mis nubes, si necesitan algunas, puedo regalarlas”, señaló Saravia en los comentarios de algunas de sus fotos en Instagram.
Es (o era, mejor dicho) una influencer china que modificó su edad para poder atraer seguidores.
En sus videos, Biolu lucía como una chica de 16 años, pero, un día en medio de una transmisión en vivo, el filtro que utilizaba falló, por lo que su verdadera apariencia fue revelada ante sus seguidores.
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El diario Global Times, de China, dijo que algunos integrantes de su audiencia la idolatraban tanto que le donaban dinero para que siguiera haciendo videos.
Qiao, también conocida como Su Alteza, y quien contaba con más de 100 mil seguidores, tenía en realidad 58 años.
Es (o era) una exitosa influencer estadounidense de 27 años que siempre había soñado con ser escritora. Su popularidad empezó a crecer en Instagram en 2015, donde publicaba fotografías acompañadas de vivencias personales. O sea, su cuenta, era una especie de diario en Internet.
Además de atraer la atención de 800 mil seguidores, Calloway logró obtener un contrato con una editorial, que le dio 500 mil euros como adelanto para la publicación de su biografía.
Sin embargo, Calloway se echó para atrás y decidió no hacer el libro porque, según declaró, sentía que la idea de lo que ella le había vendido a la editorial no era auténtica y no quería que sus lectores leyeran una mentira.
El tiempo pasó, Calloway abandonó Instagram, volvió y anunció que haría una gira por Estados Unidos para dar talleres de creatividad y sobre cómo tener éxito en redes sociales.
Los talleres durarían cuatro horas y costarían unos 145 euros con café o té, desayuno vegano, un diario, y coronas de orquídeas frescas.
Pero nadie contaba con que esto sería más parecido a Fyre Festival que a un taller profesional de creatividad y emprendimiento.
Una periodista que cubrió el taller calificó a Calloway como una estafadora y a su comentario le siguieron decenas, por lo que Calloway tuvo que cancelar su “gira”.
Scammer update!
Scammer has almost sold out a majority of her $165 "creativity workshop" tickets but wants to hire two people to document it all unpaid. Oh, but it will be a trade of creative labour!
Burn this. Nobody accept this grift. Do not work for free. pic.twitter.com/JiYm2y4Kol— Kayleigh Donaldson (@Ceilidhann) December 28, 2018
Pero eso no es todo.
Resulta que hace unos días la ex mejor amiga de Calloway, llamada Natalie Beach, escribió en un artículo que ella fue la escritora fantasma de la cuenta de Instagram de Calloway.
Es decir, fue ella y no Calloway, quien escribió los pies de foto en Instagram que lanzaron a Calloway a la fama. También señaló que trabajó en la propuesta del libro que nunca se hizo, porque su (ex) amiga le prometió 35% de las ganancias.