Marte es un planeta que desde hace décadas ha sido muy atractivo debido a las posibilidades que ofrece a la humanidad.
Es muy similar a la Tierra –se especula que hace 4 mil años Marte era húmedo, cálido, tenía atmósfera y quizá condiciones favorables para la vida– y resulta esencial explorarlo debido a que hacerlo muy probablemente nos permitiría conocer los orígenes de la vida en nuestro planeta.
Uno de los proyectos independientes para explorar el planeta rojo es el de Robert Zubrin, un ingeniero aeroespacial que ha defendido la colonización de Marte.
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Además, ha sido el autor de varias propuestas originales sobre la exploración marciana, entre ellas Mars Direct, tan llamativo que hasta la NASA adoptó algunos aspectos de este proyecto, pues cambió la filosofía del programa marciano para priorizar los costos, la eficiencia y la autosuficiencia.
Zubrin fue el fundador de la Mars Society, la mayor fundación sin fines lucrativos dedicada al estudio del planeta rojo y hoy es director de su propia empresa, Pioneer Astronautics.
Este ingeniero aeroespacial sigue en activo actualizando el plan para una misión tripulada a Marte pensada para dentro de una década.
En este video Zubrin explica lo que quiere hacer:
En este sentido, desde hace poco más de 12 años, México tiene su propio plan inspirado en las ideas de Zubrin: El Plan Ares.
Esta “es la primera propuesta latinoamericana de exploración tripulada a Marte y surge bajo inspiración de las actividades de Robert Zubrin”, explica Omar Pensado, director del Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica de Veracruz y creador del Plan Ares.
El proyecto consta de un vehículo de cuatro módulos enlazados en pareja con un cable, en los cuales se buscará reproducir la gravedad para evitar daños a la salud de los astronautas.
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Asimismo, el Plan Ares consta también de un plan de ingeniería necesaria para establecer asentamientos humanos en Marte y su transformación en un lugar similar a la Tierra.
Uno de los múltiples retos que ha tenido el proyecto ha sido la supervivencia, ya que el Centro de Investigación Atmosférica y Ecológica (CIAE) es una asociación civil que hace investigación científica e imparte posgrados con fondos principalmente de los alumnos y de donaciones.
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“Nosotros destinamos parte de esos fondos al desarrollo de nuestras investigaciones”, explica el científico.
Pensado cuenta que nunca han pedido apoyo gubernamental ni se han sometido a ningún concurso, ya que consideran que este proyecto “va mucho más allá de las políticas” que el gobierno mexicano ha manejado en materia espacial.
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“Nosotros nos consideramos científicos independientes. Hacemos las cosas como nosotros queremos y no como nos lo pide algún burócrata de escritorio”, asegura Pensado.
Aquí, el CIAE explica lo que buscan con el Plan Ares:
Hace un par de años, el proyecto fue presentado a la división de estudios espaciales del Centro AMES de la NASA con el que se tuvo un acuerdo de desarrollar lo relacionado con la terraformación del planeta rojo.
“Cuando estuvimos en la NASA les hicimos la invitación para que nos dijeran qué parte del plan les gustaba.
Al doctor Christopher McKay (uno de los científicos planetarios más reconocidos en la agencia) le interesó mucho la parte de terraformación y decidió que podíamos desarrollar las unidades de terraformación, y eso es lo que empezamos a trabajar para colocarlas en el Pico de Orizaba”, explica Pensado.
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De igual manera, el proyecto ya es conocido por Robert Zubrin, con quien acordó trabajar en los sistemas de soporte vital que podrían auxiliar a los astronautas en este futuro viaje tripulado al planeta rojo.
“Si bien es nuestro plan se está conectando con otros planes y es coadyuvante con otros, para que en un momento dado pueda servir y aportar nuestro granito de arena y se haga realidad el viaje a Marte”, explica el investigador.
El Plan Ares se detuvo de 2016 a 2018, pero hoy vive una etapa de reactivación y se espera que en enero del próximo año se puedan presentar más avances que, asegura el investigador, generarán muchas “gratas sorpresas”.