¿Hasta dónde somos capaces de llegar como humanos “en nombre de la ciencia”? Este debate nuevamente está sobre la mesa, luego de las críticas hacia Neuralink, una de las empresas de Elon Musk, tras la muerte de 15 monos con los que experimentaban.
El Comité de Médicos por la Medicina Responsable (PCRM, por sus siglas en inglés) es una organización sin fines de lucro en Estados Unidos que se encarga de velar por los derechos de los animales en la industria medicinal.
Recientemente, denunció que 15 de los 23 monos a los que se les implantó uno de los chips cerebrales de Neuralink, de Elon Musk, murieron al sufrir “sufrimiento extremo”.
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El PCRM publicó un comunicado donde se mencionan ciertos descubrimientos tras la muerte de estos 15 monos. Este es el resultado de un análisis a más de 600 páginas de documentos para conocer por qué murieron esos animales.
En el texto explican que “a la mayoría de los animales se les removió una porción de su cráneo para implantar electrodos en su cerebro” como parte de los experimentos de Neuralink.
En una parte se menciona que esos agujeros en los cráneos “produjeron infecciones recurrentes en los animales, comprometiendo significativamente su salud, así como la integridad de la investigación”.
Más adelante señalan: “No es un misterio por qué Elon Musk y la universidad (de California) quieren mantener fotos y videos de este horrible abuso oculto al público “.
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Neuralink es una empresa fundada por Elon Musk en 2016, junto a otros seis socios. Su objetivo ha sido desarrollar una interfaz “cerebro-máquina” que pueda ser implantada en el cerebro de las personas.
De acuerdo a la empresa, estos chips cerebrales serían un enorme beneficio para la humanidad. Pues, por ejemplo, podrían ayudar a que alguien con parálisis cerebral usara un teléfono inteligente tan solo con su mente.
El experimento de estos chips cerebrales dio inicio con pruebas en animales; entre ellos, los 23 monos ya mencionados. De hecho, durante 2021, la empresa publicó un video donde se ve a uno de estos animales jugando ping-pong contra una máquina.