Comparte
Sep 16/2019

El lado absurdo de la ciencia: la entrega de los premios anti-Nobel no nos decepcionó este año

Porque no sólo hay que premiar las cosas buenas, en Estados Unidos existen unos premios “anti Nobel”. Son los Ig Nobel, otorgados por la revista científica Annals of Improbable Research (Anales de Investigaciones Improbables), que oooobvio es de humor y premia lo más absurdo, ridículo y, la neta, divertido de la ciencia

Este año, el reconocimiento máximo se lo llevó el estudio que afirma que comer pizza en Italia -solo en Italia- ayuda a prevenir el cáncer (porque pues, ¿por qué no?) y otro sobre la temperatura del escroto

Imagen: AMC

También destacaron a científicos que midieron el volumen de saliva de niños y a otros genios que estudiaron el placer de rascarse la picazón, investigaciones altamente relevantes y con una razón de ser impresionante. 

El mayor honor entregado en la ceremonia que se llevó a cabo en la Universidad de Harvard, en Massachusetts, fue para Roger Mieusset, Louis Boujan y Bourras Bengoudifa por su estudio de 2007 que mide las diferencias en la temperatura del escroto de carteros desnudos y vestidos en Francia.

Te interesa: ¿Beber café reduce los senos? Esta es la explicación científica real

Mieusset, experto en medicina reproductiva en la Universidad de Toulouse, es el inventor de un calzoncillo térmico que en algunas condiciones funciona como anticonceptivo.

Imagen: Nickelodeon

Las absurdas maravillas de la ceremonia de los premios anti-Nobel

  • Los ganadores reciben 10 mil millones en efectivo en dinero de Zimbabue, que equivale a poco menos de 40 centavos de dólar estadounidense, ahí como ocho pesitos mexicanos
  • Durante los discursos, una niña de 8 años interrumpe a los ganadores si tardan más de 60 segundos hasta que se callen. ¿Qué dice? “Por favor, para, estoy aburrida”.
  • Y, como cada año, se presentan por verdaderos ganadores de premios Nobel. Cuatro de ellos asistieron a la ceremonia de este año. 

Otros ganadores fueron el equipo japonés que se llevó el premio de química por estimar el volumen total de saliva producido por un niño típico de cinco años y el iraní Iman Farahbakhsh, quien ganó el premio de ingeniería por una máquina que cambia pañales de bebé y que fue patentada en Estados Unidos el año pasado, lo cual, si me preguntan, es bastante útil. 

Checa: Los mitos médicos que chance aún crees y que debes olvidar ASAP

Imagen: Fox

Un equipo internacional recibió el premio anti-Nobel por medir el grado de placer que provoca rascarse una picazón, mientras Silvano Gallus se llevó el premio de medicina por recolectar pruebas de que la pizza puede proteger contra enfermedades y la muerte, pero solo si es fabricada y consumida en Italia.

Marc Abrahams, editor de la revista “Anales de Investigaciones Improbables”, cerró la ceremonia con estas palabras: “Si no has ganado un premio Ig Nobel esta noche -y especialmente si lo ganaste- te deseo más suerte el próximo año”.

Échale un ojo a esta ceremonia loca:

Más investigaciones premiadas en los anti-Nobel de años pasados

Bert Tolkamp y Marie Haskell fueron reconocidos por un grandísimo descubrimiento que tiene que ver con vacas, probabilidad y predicción.

Primero que nada descubrieron que entre más tiempo pase una vaca echada, antes se levantará. Y segundo, descubrieron que una vez levantada es muy complicado predecir cuándo se volverá a echar. Podrían ser segundos, minutos u horas. Un brillante descubrimiento.

Lee: Sauron no destruyó la tierra media, pero puede que las vacas sí 

Y hablando de vacas, en 2006, la investigadora Mayu Yamamoto ganó el IG Nobel de Química al descubrir que podía extraer un olor y un sabor igualitititito al de la vainilla del excremento de las vacas.

¡Deliiiii! 

Imagen: Cartoon Network

En el campo de la psicología, un grupo de grandes científicos de Bélgica, Holanda, Alemania, Canadá y Estados Unidos fue premiado en los Ig Nobel en 2016 por preguntar a mil mentirosos qué tan seguido mienten… y luego decidir si creer o no en sus respuestas. ¡Soberbio!

En 2005, un estudio dedicado específicamente a analizar cómo los pingüinos hacen popó se llevó el premio a Dinámica de fluidos.

En dicha investigación se encontró que los pingüinos pueden defecar hasta a 0 centímetros de distancia, a través de ejercer presión en su esfínter y músculos rectales (pujar, pues).

Imagen: Annals of Improbable Research

Aunque quizás nada supere a cuando, en 2004, el premio de Salud pública se otorgó a la estudiante Jilian Clarke, quien tiró -científicamente- la popular “regla de los cinco segundos”.

Todos sabemos que esa regla hace alusión a que si se te cae un pedazo de comida al piso tienes hasta cinco segundos para recogerlo antes de que lo contaminen bacterias. Sin embargo, Clarke hizo los estudios necesarios para determinar que esto es… FALSO.

Sí, también se premió un estudio sobre gatitos 

Por último, pero no menos importante, recordaremos al científico Marc-Antoine Fardin, quien ganó el premio de Física por responder a la pregunta: “¿puede un gato ser un sólido y un líquido al mismo tiempo?”.

Parece que los gatitos pueden pasar por cualquier lugar, sin importar si es pequeño o grande, como si fueran agua.

Desgraciadamente, a través del uso de la dinámica de fluidos, Marc-Antoine determinó que nel. Los gatos no son líquidos y sólidos al mismo tiempo. Chale.

Imagen: Giphy