“He leído y acepto los términos y condiciones de uso”, parece que esa frase nos persigue por todo internet, ya sea que queramos instalar una nueva app o un programa, registrarnos en un sitio o usar cualquier servicio online.
Lo gracioso (bueno, quizá no tanto) es que –casi– nadie los lee. Son pocas las personas que, por alguna razón, llegan a darle clic al vínculo, aún menos las que llegan a leer ese laaaaaaargo texto, y ni hablar de las poquísimas que realmente llegan a entenderlo.
La mayoría nos saltamos alegremente todos esos términos jurídicos y damos “Aceptar”.
(Giphy)
¿Acabas de vender tu alma al diablo? Naaa, no exageremos. Es comprensible si no te paraste a leerlo. Sin embargo, este tipo de documentos pueden esconder cláusulas que, ya leyendo detenidamente, no suenan a poca cosa (gulp).
Por eso que consultamos a Cinthya Romero, abogada mexicana especializada en Derecho Tecnológico, para que nos explique la letra pequeña del asunto y saber qué es la política de privacidad y cómo entender los términos y condiciones de las principales redes sociales.
“Es súper importante que todos sepan qué están aceptando, qué están cediendo, a qué se están comprometiendo”, dice esta abogada, quien tiene un par de videos en su canal de YouTube en los que habla de estos temas.
También puedes leer: El nuevo efecto de Tik Tok de “pantalla verde” ya está aquí y te volará la cabeza
En realidad, son dos cosas totalmente distintas. Los términos y condiciones son un contrato para utilizar cualquier servicio digital.
En ese contrato, una de las partes involucradas establece todas las condiciones y la otra parte (o sea tú) sólo las lee y firma si está de acuerdo, pero sin poder hacer ningún tipo de negociación o modificación.
Además, explica Cinthya, son un contrato de adhesión porque tú estás aceptando los términos que la empresa te impone y (ejem, ojo aquí) estos son vinculativos, es decir, si tú no cumples esa empresa puede llevar el asunto a tribunales.
“Por eso es muy importante que sepamos qué tipo de derechos y obligaciones estamos aceptando cuando firmamos. A veces pensamos que sólo se trata de dar aceptar y no pasa nada, pero no entendemos qué pueden implicar”, advierte.
El aviso de privacidad es donde las empresas detallan qué datos recaban sobre ti, cómo lo hacen, dónde los almacenan, qué uso les dan, si los comparten con otros, entre muchas otras cosas.
(Giphy)
Checa también: Las nuevas celebridades están en Tik Tok y este es tu momento de subirte al tren
Como abogada que redacta condiciones de uso y avisos de privacidad para startups y empresas tecnológicas, Cinthya asegura que “tratamos de hacerlo lo más sencillo y comprensible para los usuarios, pero soy consciente de que no todo mundo lo hace así”.
“Pero más que la complejidad, creo que tiene mucho que ver con la desinformación sobre este tipo de documentos”, dice y afirma que no sólo muchos usuarios lo toman a la ligera, sino que hay empresas que no lo consideran algo importante.
Un ejemplo perfecto para demostrar lo que dice Cinthya es Google. El gigante tecnológico decidió explicar de la forma más sencilla posible sus términos y condiciones.
Y así, tienen varios videos breves en los que explican su política. Pese a ello, caaasi podríamos apostar que, más allá de enterarte de algunas cosas cuando las noticias hablan de Google, no te habías detenido a leerlos o ver los videos.
Ahora sí vamos a lo bueno. En los avisos de privacidad de varias redes sociales, como Instagram y Facebook, se especifica que recaban metadatos: cuánto tiempo nos conectamos, a qué hora, dónde estamos cuando lo hacemos, si estamos con alguien de nuestra lista de amigos, qué ven esas personas, con qué contenido interactuamos, cómo reaccionamos y un largo etcétera.
Facebook asegura que usa toda esa información para presentarnos sólo publicaciones de cosas que nos gustan o publicidad súper personalizada.
Pero Cinthya advierte que también pueden servir para otros fines no tan simples. Como ocurrió cuando Facebook cedió datos de sus usuarios a Cambridge Analytica y esa consultora los utilizó para difundir información que habría ayudado a Donald Trump a ganar la presidencia de Estados Unidos.
¿Te ha pasado que te aparece publicidad en tu feed de Facebook o Instagram y crees que tu teléfono te espía?
Pese a lo creepy que a veces resulta, Cinthya asegura que no es que nos espíen, sino que tienen un sistema que recaba toda esa información que generamos (de la que muchas veces no somos conscientes) y nos volvemos predecibles.
“No te están escuchando, digamos que, basados en el conocimiento minucioso de tus hábitos, gustos, interacciones, ubicaciones, tiempos, etc., están prediciendo tu comportamiento. Casi podríamos decir que te leen la mente”, afirma.
Hilo de los #Metadatos (Et. "Más allá de los datos).
Son el conjunto de datos que describen el contenido informativo de un recurso, archivos o información de los mismos. Es decir, información que describe a otros datos.
— Cinthya G. Romero (@LaCD_Rom) August 21, 2019
Te puede interesar: ¿Qué son los doodles y cómo ser becario en Google?
La especialista en derecho tecnológico señala que, aunque estos textos sí pueden llegar a ser muy técnicos, podemos fijarnos de menos en lo siguiente:
En los términos y condiciones es súper importante ver si estamos cediendo la propiedad del contenido que lleguemos a crear o publicar en una red social o app. Además, hay que fijarnos si estamos permitiendo que esa empresa haga uso de nuestra imagen personal sin aviso o condición de por medio.
Y en las políticas de privacidad hay que revisar qué datos recaban, si los transfieren a terceros (o sea a otras empresas o instancias que puedan tener una política de privacidad completamente distinta y que desconocemos) y si puedo ejercer mis derechos ARCO.
(Giphy)
Para que conozcas mejor el tipo de cosas que estos ignorados textos pueden ocultar, te dejamos aquí algunos ejemplos de algunas redes y apps populares.
Cinthya revela que la política de privacidad de Facebook, Instagram y Messenger “literalmente dice que recaban información de nuestras conversaciones privadas y también los metadatos de lo que transmitimos”.
Esto significa que, por ejemplo, si mandamos una selfie, ellos saben dónde fue tomada, la hora, quién de nuestros amigos aparece en ella, etc.
También recopilan lo que otras personas comparten de nosotros, qué dispositivos usamos y hasta qué negocios están a nuestro alrededor, ya sea que usemos o no la app. Cada vez que abrimos la cámara o activamos el micrófono, ellos pueden ver y/o escuchar lo que pasa.
Y esto pasa aunque no tengas abierto Facebook, Instagram o Messenger. ¿Has entrado a alguna página o app que te pide iniciar sesión con Face? Bueno, ellos son sus socios comerciales y también les comparten nuestros datos.
(Giphy)
“Normalmente creamos contenido en las apps que utilizamos, entonces hay que fijarse si estamos cediendo los derechos de ese contenido. Muchas apps y redes si respetan la autoría del usuario, aunque otros se lo quedan”, detalla Cinthya.
Por ejemplo, Tik Tok sí te respeta como autor de contenido y toooodo lo que crees ahí es de tu autoría.
Pero existen otros casos menos alentadores. En Snapchat, todo el contenido que compartas como “público” lo cedes totalmente (esto incluye tu voz, tu cara, tu ubicación). Snapchat lo puede utilizar, modificar, distribuir, alterar y usarlo con fines publicitarios sin pagarte un solo peso por ello.
También puede vigilar todo el contenido que se transmita, de manera pública o privada, desde tu cuenta.
Al usar Tinder entregas a la empresa “derecho y licencia mundial, transferible, sublicenciable y libre de regalías para albergar, almacenar, usar, copiar, mostrar, reproducir, adaptar, editar, publicar, modificar y distribuir información cuyo acceso desde Facebook nos hayas autorizado”, ajijos, ya no suena tan cool, ¿o sí?
(Giphy)
Obviamente cada uno de estos documento tiene su propia legislación, no es algo que sólo se inventa y ya.
En México, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) regula que estos contratos tengan parámetros básicos. En el tratamiento de los datos personales tenemos nuestros derechos ARCO y la Ley General de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares que regula mucho los avisos de privacidad”, detalla Cinthya.
En nuestro país se exige “que los avisos de privacidad: tengan un formato para que los usuarios puedan ejercer sus derechos ARCO, que tengan protocolos para ello y que la empresa o app cuente con un equipo que vigile la protección de datos personales”.
(Giphy)
Tampoco es para que te apaniques y dejes de usar apps u otras plataformas. Sólo se trata de que estés plenamente informado de lo que implica dar clic en “Aceptar” para que puedas tomar la decisión que mejor te parezca.
Cinthya asegura que muchos de los datos que las apps y otras plataformas recaban sobre nosotros se pueden controlar hasta cierto punto mediante las configuraciones de nuestras cuentas. “Seamos responsable sobre lo que publicamos y compartimos, y seamos conscientes y responsables de nuestros datos”, concluye.