El fallecimiento de Celso Piña nos dejó en shock. No sólo no lo esperábamos, sino porque seguimos sin poder creerlo. El rebelde del acordeón fue aventurero hasta su último aliento, y nos sorprendió tanto en su vida como en su muerte.
Las canciones de Celso son clásicos que quedarán para siempre en la memoria de todxs lxs mexicanxs y amantes de la cumbia. No sólo porque sus ritmos nos invadían y nos hacían bailar como si fuéramos profesionales (al menos así nos sentíamos), sino por las grandes enseñanzas que nos dejaron. Así habrá que recordarlo; con las lecciones que nos dejó con su acordeón, sus letras y su manera de entender la vida.
Échale un ojo a: Celso Piña, el rebelde del acordeón, muere de un infarto
Imagen: @celsopinaoficial
Esta rolotota que se aventó con El Gran Silencio no sólo nos dejó una de las mejores frases en la historia de la música: luna, llena mi alma de cumbia. Sino que nos enseñó el poder de la cumbia, como movimiento y como género, dejándonos claro que hacía mucho más que sólo música. Además, nos demostró que no tenía miedo a aliarse con grupos de otros géneros, con tal de darle variedad a sus obras.
Puedes jurar que al que te quiere lo bendigo, quiero que seas feliz aunque no sea conmigo… *Se suelta a llorar*. Ok, ok, sabemos que esta enoooorme canción no es originalmente de Celso (la original es de Santiago “Chago” Díaz”) Pero él le puso un toque único cuando la grabó de la mano de una de las bandas mexicanas más grandes de todos los tiempos: Café Tacvba.
Con esta canción aprendimos a soltar y desearle lo mejor a nuestras exparejas, aunque eso mejor no seamos nosotrxs mismos. ¡Ay, dolor!
Clásico de clásicos. Enorme canción digna de ser declarada patrimonio de la humanidad alv.
Cumbia sobre el río es de esas canciones que le gusta a quien la escuche, no importa si le gusta el hip hop, el ska, el rock o la cumbia.
Y esta es la gran lección que nos dio; la de no tenerle medio a mezclar cosas, la de no tener miedo a expandir nuestros horizontes.
Celso sí era un rebelde y esta canción es la prueba irrefutable. No sólo por la participación de Control Machete, sino por los arreglos, los sampleos y su pegajosísimo ritmo. Se queda siempre, aunque él ya no esté.
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El tiempo puede acabar con lo que sea, menos con el amor. Y este poema acompañado de un acordeón nos lo recuerda, para dejarnos clarísimo que cuando encontraste a esa persona, podrán pasar 20, 50 ó 100 años, pero el amor y el cariño que sentiste el primer día quedará intacto. A pesar de las años vividos, no ha cambiado el amor ni la dicha, y en tu pelo recién blanquecido, hay aromas de niña bonita.
Con esta canción Celso nos demostró que no sólo no tenía miedo de perseguir el amor (se va mi amorcito y yo con él me iré, canta), sino que tampoco tenía miedo de seguir sus convicciones.
Esta obra maestra la hizo en conjunto con Mr. Cumbia Man, mezclando ritmos e incluso idiomas; enseñándonos una vez más que su música no conocía fronteras y dándonos el ejemplo con una joyita de canción.
Si esto que siento es poco, yo ya no entiendo lo que es amar, una canción que narra algo que nos ha pasado a toooodxs: vivir enamoradxs de alguien que no nos hace caso.
Pero no se queda ahí, sino que nos enseña que, aunque no nos guste, dudar es algo bueno cuando estamos así. Y sí, se vale ilusionarse, pero cuando la realidad es tan dura, quizás lo mejor no sea quedarnos ahí. Gracias por tanto, Celso. Perdón por tan poco.
Ok, esta tampoco es exactamente de él (Este clazicazo del vallenato es de Omar Geles), pero no me digas que no la hizo propia cuando tocó esas primeras notas con su legendario acordeón.
Y escuchar la letra de esta rolota de la voz de Celso, también es un regalo del universo para nosotrxs lxs mortales.
La enseñanza, claro está, es que la vida no es tan fácil como pensamos. Pero no por eso significa que debamos rendirnos. Hay que tomar nuestras causas y luchar por ellas hasta el final, no importa que las cosas se vean difíciles, hay gente por la que vale la pena luchar.
Julieta Venegas y Celso Piña, un par de leyendas del acordeón unidas para darnos una canción tan dura como hermosa. ¿Será que me dejaste sin consuelo? ¿Será que sin tus besos yo me muero?, cantan estas dos figuras.
Una gran obra que nos enseña sobre el dolor, el desamor y olvido. Celso no sólo nos dejó enseñanzas de felicidad y bale, también de mucho dolor.
Esta obra maestra es pura diversión y con ella, Celso nos enseñó que, al final, la vida es eso nomás: bailar, sonreír y pasarla lo mejor que podamos.
Él lo hacía en cada escenario, en cada estudio de grabación, pero también en su vida diaria. Lo dejó claro en su música y en sus letras. La vida es cumbia y hay que bailarla.
Gracias por tanto, Celso, te vamos a extrañar mucho, pero te vamos a bailar más. ¡Que suene la cumbia!