Las series sobre narcotráfico, que tanto éxito han tenido en los últimos años (sí, esas en las que nos cuentan las historias de El Señor de los Cielos, El Chapo Guzmán o Pablo Escobar) son un reflejo de lo que somos y de lo que vivimos. Suena duro, ¿no? Lo es y sobre eso habló Diego Luna durante la Cumbre de los Nobel de la Paz, en Mérida, Yucatán.
La reflexión inició cuando, en la plenaria sobre “El arte y el deporte como constructores de paz” a Diego lo cuestionaron sobre su participación en Narcos, la serie de Netflix.
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“Es importante aclarar que el arte es un reflejo de la realidad, no es su responsabilidad imponer una realidad y es imposible decir que hoy, en este país, las historias no traten sobre lo más nos duele”, explicó el actor durante el foro.
En este sentido, dijo, Narcos es una serie que retrata la realidad de los 80 y que, justamente, fue el cimiento de lo que hoy vivimos en México.
“Hay matices, no voy a defender todas las series que tienen esa temática”, dijo y agregó que lo interesante del papel que interpretó es que la historia no se contó en blanco y negro, de buenos contra malos, sino que intentó “retratar la historia de un andamiaje que se creó con todo el apoyo del Estado”.
Justo ese punto, sobre de la forma en que se abordó la historia, fue lo que generó debate y por lo que Diego asegura que no se arrepiente de haber participado.
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Pero a ver, detengámonos un momento, entonces si Diego Luna, o cualquier otro actor o productor o director que participe en ese tipo de series, películas o expresión artística, ¿es válido seguir retratando la violencia? Y ¿qué onda si queremos ver otro tipo de realidades reflejadas por el arte?
“No creo que el arte deba taparnos los ojos, pintar una realidad que no es la nuestra, el arte también es una responsabilidad de confrontarnos con nosotros”, dijo el actor y, aunque suene un poco desesperanzador, no lo es, ¿por qué? Pues porque, explica, a nosotros, ahorita, nos toca construir la imagen que queremos ver.
Es decir, sí, probablemente en las noticias estamos bombardeados de violencia, leemos sobre historias que nos dejan un hueco en el corazón o escuchamos testimonios terribles que pueden ser desesperanzadores, peeero no habría por qué quedarnos en eso: hay que movernos.
“Se nos olvida que nuestra vida y nuestras decisiones repercuten en otros”, dice Diego Luna (o sea, hagámonos responsables de nosotros mismos y nuestras decisiones) y agrega que le “gustaría vivir en un país que empieza a contar otras historias porque nuestra realidad ha cambiado, nos toca mucho por hacer para que nuestros hijos cuenten otras historias”.
Cuando sea grande quiero ser como @diegoluna_
Ojalá nunca nadie nos quite el poder de defender lo que creemos sin importar en dónde nos paremos. 🙌🏼#YourMarkForPeace #NobelPeaceSummit #YucatanForPeace pic.twitter.com/CKfEkSQHrw— Rox Aguilar (@Roxaguilar_) September 19, 2019
Otra vez la mula al trigo, dirían las abuelitas, pero no hay que dejar de insistir. Para alcanzar la tranquilidad que deseamos, la paz y la tolerancia hay que, también, hacer populares esos temas: en el arte, en el deporte, en la música.
En esa misma plenaria, el exfutbolista Rafael Márquez (nuestro Káiser michoacano), el cantante Miguel Bosé y Diego Luna discutieron sobre la “popularización” de la paz.
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Seguro tu mamá se acuerda de una canción de Bosé que se llama “Nada particular” (muy linda, por cierto), que habla justamente de eso, de la paz, pero a ver ¿cuántas rolas conocemos que hablen del tema? Hay al amor, al desamor, a la fiesta, pero pocos se enfocan en eso, ¿no?
“¿Por qué se habla tan poco de la paz en la música? No lo sé”, cuestionó Bosé y Diego le respondió “puede ser porque la paz no es popular en el proceso de nuestra vida”.
Zas, mano. Y justo, durante su intervención, Rafita Márquez habló de eso: los seguidores de equipos, selecciones o deportistas, nos empeñamos muchas veces en inventar enemistades donde no las hay (pregúntenle a Messi y Cristiano).
"I've had friends on rivals teams, but the rivalry stays on the soccer field" — Rafael Marquez (@rafamarquezmx).#NobelPeaceSummit #YourMarkForPeace #NobelPeaceSummit pic.twitter.com/fwCdHqBd8A
— World Summit of Nobel Peace Laureates (@nobelforpeace) September 19, 2019
Una cosa es que nuestros ídolos sean competitivos en la cancha, pero eso no quiere decir que exista una confrontación real.
“Llevamos (los jugadores) cierta responsabilidad de ser ejemplos, desde los más chicos hasta los más grandes, y ser ejemplo de que la rivalidad queda en la cancha”, dijo (ejem, ejem… ojalá lo escucharan las barras que luego se pelean en el estadio).
Y mira, acá te dejamos la canción de la que hablaba Bosé: