¡Qué pasó, paps! ¿No viste el estreno de ‘Palazuelos, mi rey’? ¡Qué oso! Aaaaaysíno. Nocierto, perdón. Lo que sí es cierto es que ya estrenó uno de los programas más esperados de los últimos años (sobre todo por los mirreyes y las mirreinas de este bello país): el reality show de Roberto Palazuelos.
Imagen: MTV
En este reality podremos ver a Palazuelos en su hábitat natural: hablando de negocios, recorriendo Miami en su Ferrari, broncéandose en su yate, de fiesta en lujosos lugares con champaña… ya sabes, cosas súper normales que cualquiera hace en su día a día.
Y el primer capítulo, por supuesto, no decepcionó. Acá algunos de los momentos más increíblemente mirreynosos que vimos:
Pero antes: Forever 21 y otras marcas que ya valieron
Al principio del episodio pudimos ver a Roberto manejar su Ferrari rojo por las calles de Miami mientras contaba cosas personales, de trabajo y daba algunos consejos de vida.
En medio de los relatos y las lecciones de vida soltó esta gran frase que resume a la perfección su vida. ¿Nueva bio de Twitter o qué?
Y hablando de coches y Florida, Palazuelos dejó claro que el principal requisito para vivir en Miami es tener un auto descapotable.
Ni visas, papeles o cosas de ese estilo: un convertible. Ya lo escucharon.
Imagen: MTV
Palazuelos también dejó clarísimo que tiene prioridades claras y establecidas. Divertirse un poco y nadar está bien, supongo, pero si eso involucra mojar tu Ferrari JAMÁS ES BUENA IDEA.
¿A ustedes no les pasa igual?
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Más adelante pudimos ver al mirrey número uno de México hablar del mirrey número dos… ¿o es al revés?
Hagan grupos de tres y debatan. En fin, la cosa es que en algún punto de la velada, Roberto decidió mandarle saludos a su EX amigo Luis Miguel (haciendo énfasis en el “ex”), luego de recordar esos maravillosos días de juventud en Acapulco.
Pero la cosa no terminó ahí, Roberto Palazuelos estaba acompañado de amigas de diferentes nacionalidades y cuando mandó los saludos a LuisMi, una de ellas preguntó quién era él. Eso sí, Palazuelos sólo contestó que “uno de los mejores cantantes de Latinoamérica” y no hizo más grande el malentendido. Classy.
Quizás por eso es que justo una de ellas, Andrea, mencionó que las apariencias engañan, pues Roberto es una persona muy profunda.
Más, incluso, que “la piscina”, y eso ya es mucho decir, porque era una alberca bastante honda.
La visión de Roberto quedó plasmadísima a lo largo de todo este primer episodio.
Una persona con mente abierta, con una mentalidad de primer mundo, ¿ya saben? Tanto que nos regaló otro de los mejores consejos de mundo: hay que ser más open mind y más europexs.
Tipo, ¿me explico? Como de París, Alemania y así.
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Nada dice “mirrey de abolengo” tanto como hablar de tu linaje, ascendencia y antepasados.
Obvio Palazuelos no dejó pasar esta oportunidad para contarnos sobre sus ancestros, todos excelentes abogados, niños bien, top, con clase, paps.
Ser de buena cuna es algo indispensable para ser parte del mirreynato y a él se le nota a leguas.
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¿Se necesita decir algo más? Esta frase habla de alguien exitoso, que está haciendo las cosas bien en la vida y que está destinado a la grandeza que sólo el mirreyismo puede dar.
Roberto lo sabe, la cosa es… ¿tú lo sabes? ¡Ponte las pilas, paps! Esta línea, por supuesto, es de Palazuelos.
El capítulo terminó en una escena intrigante y que nos dejó con ansias mil.
De pronto una llamada de FaceTime le entró a Roberto, era su abogado y, según él, eso siempre significa malas noticias. Pero la manera en la que lo dijo, el hecho de que su abogado lo llame por FaceTime y que conteste desde su iPad en un yate… no puedes ser mucho más mirrey que eso.
Imagen: MTV
Ojo: Aunque estas frases mirreynosas son divertidas y provocan una extraña simpatía hacia Roberto Palazuelos, el programa y su humor pueden considerarse sexistas, misóginos y clasistas.
Recuerda que no está chido discriminar a la gente por su posición económica, status social o cualquier otra razón, ni clasificar a las mujeres como “lobukis”; mucho menos pretender decirles cómo actuar o de qué manera vestirse y comportarse.
Y definitivamente está horrible tratarlas como objetos sexuales que hay que “conquistar” y darles valor sólo por sus características físicas o porque te sientas atraído hacia ellas.
Respeta, sé amable, no discrimines y ríete mucho del reality, pero no lo tomes como modelo a seguir. Puedes ser mejor que eso (: