Taylor Swift lo hizo: cantó sus canciones viejitas, rompió sus propios récords, se convirtió en la artista de la década antes de cumplir 30 y todo en-una-sola-noche.
Hoy, en los American Music Awards, los premios de música más importantes en Estados Unidos, la cantante de Pensilvania (aunque inició su carrera en Texas), se llevó cinco galardones, incluido Artista del año.
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“El último año de mi vida me ha dado algunos momentos más especiales y también mas difíciles, hay muchas cosas que suceden en lo privado (…) esta es una industria muy extraña”, dijo en uno de sus discursos.
No es un secreto: Taylor Swift está luchando por el derecho de cantar sus propias canciones.
La pelea con sus exmanagers Scooter Braun y Scott Borchetta, quienes poseen los derechos de sus álbumes anteriores, la imposibilitan de interpretar libremente su música.
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En junio de este año, Taylor reveló que las grabaciones originales de sus primeras canciones fueron vendidas por su exdisquera a Braun sin que a ella le informaran.
Peeeeero hoy, en los AMAs, Taylor hizo un increíble popurrí de varias de sus rolas, incluidas las más antiguas.
“Esa interpretación fue mucho más divertida de lo que esperé“, dijo cuando recibió su reconocimiento de manos de Carol King, “cualquiera de los artistas de esta sala quiere crear algo que dure en la vida y el hecho de que este premio celebre una década de trabajo duro, arte, diversión y recuerdos, lo que más me importa son los recuerdos que he creado con ustedes, los fans, a lo largo de los años”.
Se aventó un popurrí desde “Our Song”, una de las rolas que la hicieron famosa en 2006; “Love Story” (ajá, esa canción hiper melosa de 2009); pasando por “I knew you were a trouble”, de 2012, con la que ganó premios como Mejor video femenino, de los MTV Video Music Awards.
Obvio incluyó otras canciones que también amamos: “Blank Space”, de 2014, y la maravillosa “Shake it off”, y con esta compartió el escenario con dos de sus besties, Camila Cabello y Halsey.