¿Qué tan interesante puede ser una historia universitaria desde el punto de vista de sus profesores? Como actual docente de una universidad privada y antigua estudiante de posgrado, mi opinión de The Chair (o La Directora) quizás no sea la más objetiva, pues son poquísimas las oportunidades que he tenido de ver a mi profesión representada a través de la ficción.
Sin embargo, incluso si no te encuentras en una relación amor-odio con la academia, The Chair tiene mucho que ofrecer.
Protagonizada por Sandra Oh (Killing Eve, Grey’s Anatomy) y acompañada por el indie darling Jay Duplass (Transparent, Togetherness) y la brillantísima Holland Taylor (Two and a Half Men, Legally Blonde), la serie aborda temas como el duelo, la familia, la cultura de lo políticamente correcto y las batallas generacionales.
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Ahora bien, si tú como yo perteneces a este mundo, o simplemente quieres darle la oportunidad a un nuevo drama, estos son los aciertos que encontré en The Chair sobre el mundo de la academia:
Fresca de su éxito en Killing Eve, Sandra Oh interpreta a Jin-Yoo, una académica de la ficticia Universidad de Pembroke, quien se convierte en la primera mujer Directora del Departamento de Inglés.
En un Departamento dominado por hombres septuagenarios negados a retirarse, ninguna celebración o reconocimiento terminan por afianzar la autoridad de Jin-Yoo sobre sus colegas y superiores.
Desesperada por mantener el barco a flote, Jin-Yoo se enfrenta una y otra vez con lo que implica ser la “primera mujer”: desde demandas de su vida laboral y expectativas en su vida personal, hasta el escepticismo de más de un miembro de la “vieja escuela”.
Cuando estudié la maestría, el 80% del cuerpo académico y cinco de siete miembros de la Junta de Directores eran hombres, idénticos a los personajes de The Chair. Una búsqueda rápida en Google bastó para darnos cuenta por qué el 90% de las lecturas de nuestras clases eran de (sí, ¡adivinaste!) autores hombres, con una que otra mujer por ahí para cumplir la cuota.
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Checa el tráiler de La Directora:
En medio de una lucha por mantenerse vigentes y ante la caída en el número de inscripciones, el Departamento de Inglés de Pembroke se encuentra desesperado. La batalla entre la protagonista, sus colegas y las demandas comerciales de la Universidad es uno de los temas predominantes en la serie, retratando un escenario muy cercano a la vida real.
Desde apostar por la carrera de profesoras jóvenes como la Dra. Yasmin McKay (interpretada por Nana Mensa), intentar orillar a los dinosaurios a retirarse, hasta invitar a celebridades de Hollywood a impartir seminarios, The Chair refleja con precisión y un toque de humor una de las luchas más predominantes del mundo de la academia.
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Reuniones interminables, negociaciones con administrativos, cenas laborales, fiestas aburridísimas … Parece que Jin-Yoo pasa más tiempo cultivando las Relaciones Públicas del Departamento y cuidando los frágiles egos de sus colegas que intentando diseñar estrategias para mantenerlo vivo.
Poco a poco, Jin-Yoo va percatándose de todo lo que implica ocupar este puesto, lo que se espera de ella y todo lo que tiene que sacrificar por un cargo que no tiene tanto poder como ella pensaba.
La academia, como buena estructura jerárquica, está poblada por profesionales con egos de tamaños colosales, alimentados por años y años de reverencia y admiración dentro de un pequeño ecosistema.
The Chair es un excelente retrato de qué tan egocéntricos podemos llegar a ser los académicos: desde ostentar nombramientos que no significan nada fuera de la Universidad, hasta vivir del éxito del pasado para aferrarnos al (poco o mucho) poder que podemos ejercer sobre colegas y directivos.
Jamás olvidaré cuando solicité el CV de uno de mis colegas profesores para presentarlo en un evento y recibí un archivo PDF con 25 páginas. Leerlo completo hubiera consumido 10 de los 15 minutos que duraba su intervención, mientras que la negociación para resumirlo duró media hora que nunca tendré de vuelta.