10 razones para viajar a Helsinki (y enamorarte de la ciudad)

Este año, Oodi, la nueva biblioteca central de Helsinki, fue reconocida como la Mejor Biblioteca Pública a nivel mundial. ¡Y sobran las razones! Esta mole de tres pisos fue inaugurada en diciembre de 2018 y todos los finlandeses -de verdad, todos- morían por entrar a conocerla y utilizarla.

Oodi resguarda unos 100 mil libros y cuenta con zonas de lectura impresionantes. Además tiene salas de música, multimedia, espacios con impresoras 3D, máquinas de coser y otros aparatos disponibles al público. También, una cafetería, un restaurante y un cine. 

Este lugar es el mejor ejemplo de que la tecnología no está peleada con lo análogo. 

Por acá te vamos a compartir otras nueve razones por las cuales adoramos Helsinki:

Puedes viajar muy fácil a tres países

Después de unos buenos días en Helsinki puedes moverte de manera muy sencilla hacia tres ciudades fuera de Finlandia: a San Petersburgo, en Rusia; Tallin, en Estonia; y Estocolmo, en Suecia. 

La manera más rápida de llegar a San Petersburgo es vía tren. ¡Ojo! Para viajar a Rusia los mexicanos necesitamos visa, así que debes tramitarla en México. 

Para obtener esta visa ya necesitas tener todo comprado en San Petersburgo -desde los boletos del tren de ida y vuelta, hasta el hospedaje-.  

Te recomiendo que viajes con la línea Allegro, pues tienen cuatro viajes diarios y ¡haces menos de 4 horas a San Petersburgo! 

Si quieres cruzar hacia Tallin, la capital de Estonia, hay que tomar un ferry. Hay tres líneas disponibles, pero Viking Line es garantía. En este viaje cruzas el Golfo de Finlandia en menos de tres horas. ¿Lo mejor? ¡No necesitas visa! 

Si vas en verano es probable que en alguno de tus viajes topes a decenas de finlandeses borrachines. Es supercomún que al terminar ciclo escolar los jóvenes tomen un ferry hacia Estonia para celebrar con litros y litros de alcohol (que, por cierto, es muchísimo más barato que en Finlandia). 

Desde Helsinki también puedes llegar a Estocolmo, en Suecia, y una gran idea es hacerlo en barco. Cruzar el mar Báltico es una de las experiencias más increíbles que tendrás en tu vida, te lo prometo. 

Hay varias opciones, pero si tienes poco tiempo y muchas ganas de cruzar el océano y conocer la capital sueca puedes tomar un Viking Line -¡es enorme!-, beber unas cervecitas en la terraza mientras ves el mar, asustarte si hay tormenta (nocierto, sícierto) y dormir en un camarote sencillo. 

Al llegar a Estocolmo puedes bajar del barco y recorrer la ciudad durante unas horas o, si compras el pasaje sencillo, quedarte el tiempo que quieras. 

El metro: chiquito pero bonito

¡También es naranja, como el de la CDMX! La gran diferencia es que solo hay una línea y, además, no existen las horas pico, jeje. 

Reto: intenta pronunciar las estaciones.

¡Tiene playas! 

No, Finlandia no solo es nieve, renos, frío y lagos congelados. En verano, Helsinki es una ciudad absolutamente deliciosa, perfecta para hacer picnics a la orilla del agua y hasta nadar.

Hietaniemi es la más popular por estar muy cerca del centro y ser accesible en transporte público. Si te quieres encuerar ve a las playas de Seurasaari o Pihljasaari. 

En realidad, Helsinki tiene 29 playas. ¡OMG!

Mira:

Suomenlinna

Hablando de playas, la de Suomenlinna es preciosa. Esta isla está rodeada por una fortaleza de 8 kilómetros y más de 100 cañones que funcionaban para proteger la ciudad finlandesa de las invasiones rusas. 

La isla de Suomenlinna es uno de los siete sitios en Finlandia que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. 

Después de visitar alguno de sus seis museos es clásico armar picnic en alguna parte de la isla (vinito o chela incluida). 

Este video con tomas aéreas es ¡uffff!:

Sus cafés a un lado del lago

¿Sabías que Finlandia es el país donde más se consume café per cápita? Cuando estás ahí lo notas de inmediato: ¡los finlandeses beben café todo el tiempo! En las juntas (siempre acompañado de rollos de canela, graciasalcielo), en el camino, en las mañanas, en las noches, con frío o calor. 

Uno de mis favoritos es Café Regatta porque es hermoso, rico, muy barato y está a un lado del agua. Las mesas al aire libre y las parrillas para que cocines tus propias salchichas son lo máximo.

Va un tip: tómate algo y pide un pastel mustikapiirakka (tarta de arándanos) en Café Engel. Es muy fifí, pero vale la pena porque desde ahí puedes ver la Catedral de Helsinki y el tram pasar de vez en cuando. 

El Flow Festival

Si Estados Unidos tiene el Coachella, México el Corona Capital y Reino Unido el Glastonbury, Finlandia tiene su Flow Festival, una maravilla que se organiza en verano en lo que antes era una planta de energía, dura dos días y tiene un cartel que mezcla figuras internacionales y talento local impresionante. 

Los escenarios son geniales, la comida es deliciosa, la bebida también, hay muestras culturales y áreas para acostarte a descansar.

Si de talento local se trata te recomiendo escuchar a Jaako Eino Kalevi, Reino Nordin y Scandinavian Music Group. 

Comer a un lado del mar

El lugar para hacerlo es la plaza del mercado Kauppatori. Imagínate un tianguis mexicano pero a la finlandesa. Por favor prueba la hamburguesa o las albóndigas de reno. 

Ver la ciudad desde las alturas

Tengo dos favoritos: la Sky Wheel y la terraza del Hotel Torni en el barrio Kamppi. La primera es la clásica rueda de la fortuna -ubicada en el barrio Katajanokka- y la segunda es una gran opción para ver la ciudad con unos tragos encima. Caros, pero valen la pena. 

El invierno, ¡obviamente!

Aunque hay días grises, el invierno en Helsinki también puede ser una completa belleza con las calles nevadas, el sol resplandeciente y los adornos navideños al máximo.

Con el festival Lux Helsinki -que se lleva a cabo en los primeros días de enero– toda la ciudad se llena de instalaciones lumínicas impresionantes. 

Te dejamos este video para que se te antoje: