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Jun 03/2022

Sin miedo al éxito: composta, recolección de lluvia y baño seco para que tu casa o depa sea más sostenible

Ilustración: Andrea Paredes | @driu.paredes

Todas tenemos claro que necesitamos más acciones sostenibles para ayudar a combatir la crisis climática. Sobre todo, porque la forma en la que vivimos, y más en las ciudades, impacta nuestro hábitat y vida, pero también el de otras personas y especies.

Las pequeñas acciones, como cerrar la llave mientras te lavas los dientes, usar el transporte público o bicicleta, o separar tu basura, también aportan al combate del cambio climático. Pero si quieres dar pasos más grandes, aquí te dejamos tres labores que puedes implementar en tu vida y al mismo tiempo tres proyectos que te pueden ayudar a cumplirlas.

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Composta: no es basura, es futura tierra fértil

En todo el país tenemos un serio problema con lo que desechamos. De acuerdo al Diagnóstico Básico para la Gestión Integral de Residuos 2020, realizado por la Semarnat, se estima que al día una persona produce 0.944 kilogramos de residuos sólidos (sí, casi un kilo tú solito).

Si hacemos las cuentas, la generación total de residuos en el país se estima en 120 mil 128 toneladas de desechos al día.

Resulta que de esa cantidad, 46.42% son residuos orgánicos (o sea, unas 55 mil 763 toneladas), pero estos no necesariamente son basura y podríamos aprovecharlos con una de las acciones sostenibles que existen: hacer composta.

Una composta es un abono que se forma gracias a la descomposición de materiales orgánicos.

Esta descomposición ocurre de manera natural en el ambiente y es algo que puedes implementar en tu propio hogar, pues todos los días produces la “materia prima” de una composta: desechos orgánicos.

Las cáscaras de huevo, los restos de frutas y verduras, y los residuos de origen animal te permitirán generar una. Lo que necesitas es un buen espacio para hacer el compostero donde irán todos tus desechos orgánicos para transformarse en tierra.

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El proyecto que te facilitará la vida: Hagamos Composta

Muchas personas dirán que no tienen ni el tiempo ni el espacio para hacerse cargo de una composta. Si es tu caso, no te preocupes, que actualmente hay varios proyectos que te ayudan a crear y mantener una o incluso que se encargan de transformar tus desechos en composta.

Uno de los más famosos es Hagamos Composta, creado por Gerardo Montes de Oca en 2017 cuando comenzó reuniendo los residuos orgánicos de un par de familiares y amistades.

En entrevista a Animal MX, comenta que la importancia de hacer composta es “reducir la mitad de la basura que hacemos” y convertirla en algo que puede aprovecharse.

Igual añade que “ya no hay duda de que hay una crisis ambiental y social en el planeta y hay muchas cosas que tenemos que cambiar. Separar los desechos y compostarlos es una de muchas cosas que tenemos que hacer”.

Bajo esa idea, inició este proyecto que hoy tiene presencia en más de 16 ciudades de México, dos de Honduras y que ya lleva alrededor de 2 millones de kilos de desechos recolectados.

¿Y cómo funciona? Pues es un servicio donde la inscripción tiene un costo de 350 pesos y te dan las cubetas necesarias para acumular tus desechos orgánicos. Dependiendo de qué tan rápido la llenes, pueden ir a recolectarla de forma semanal o quincenal (por 70 pesos) y te la cambian por una limpia.

Los residuos orgánicos se van a un terreno dedicado a composta y cuando son procesados, te los regresan en forma de tierra que le caerá rebien a tus plantas, pues está llena de nutrientes.

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Saca las cubetas y recolecta agua de lluvia

Uno de los temas que más debería preocuparnos con la crisis climática es el cuidado del agua, pues no hay que olvidar que es un recurso natural que se puede acabar y que desafortunadamente desperdiciamos a diario.

Por supuesto que la industria agrícola y las fábricas consumen mucho más agua que cualquiera de nosotras, pero eso no quiere decir que debamos de ignorar el problema. Sobre todo, por que de acuerdo a datos de la ONU, México es el quinto país que más agua consume en el mundo en un año.

La OMS dice que entre 50 y 100 litros son suficientes para cubrir las necesidades básicas de una persona al día. Pero la misma organización indica que en México se consumen un promedio de ¡366 litros por persona al día!

De acuerdo a cifras de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en México entre 12.5 y 15 millones de habitantes no cuentan con agua potable (alrededor de 10% de la población total del país).

La misma ONU indica que la recolección de agua en hogares y edificios “puede reducir significativamente la demanda de agua potable”, entonces ¿por qué preferimos verla irse por las coladeras en vez de recolectarla?

En Animal MX hablamos con Nabani Vera, Director de Comunicación de Isla Urbana, y nos comenta que este tema lo ven como una “paradoja esperanzadora”.

“Tenemos miles de personas que tienen algún tipo de precariedad hídrica, y al mismo tiempo esta misma gente tiene seis meses al año con calles casi inundadas por la lluvia”.

Para algunas personas puede parecer poco higiénico el usar el agua de lluvia, pero él mismo dice que solo debemos reflexionar en el ciclo del agua y recordar “cuál es el origen del agua que sale cuando abro la llave” y la respuesta será la misma: la lluvia.

No te vamos a regresar a tus clases de Ciencias Naturales de la primaria, pero recordarás que el agua es un ciclo constante de precipitación, evaporación y condensación. Sin embargo, el proceso de llevarla de un pozo o sistema a tu casa es muy largo y complejo.

Así que una de las acciones sostenibles que puedes aplicar es recolectar y usar agua de lluvia. Nabani Vera dice que puede ser algo tan sencillo como sacar tus cubetas cuando llueve y usar esa agua para el uso del inodoro, la limpieza general del hogar, regar las plantas o para lavar la ropa.

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Isla Urbana y su kit para recolectar agua de lluvia

Pero si buscas acciones sostenibles más completas, entonces puedes acudir con Isla Urbana, que existe desde 2009 y que se dedica a impulsar el desarrollo sostenible tomando como base la recolección de agua de lluvia.

Además de dar pláticas y talleres sobre el tema, también se dedican a  desarrollar y comercializar herramientas que pueden tunear tu casa y hacer una recolección de lluvia más pro.

De acuerdo a datos de Agua.org.mx, México recibe alrededor de 1’449,471 millones de m³ de agua en forma de lluvia al año. Isla Urbana dice que con un techo de 60 m², en la CDMX se pueden cosechar 48 mil litros de lluvia durante la temporada de lluvias.

Pero ojo, esto funciona mejor para quienes viven en una casa, pues se aprovecha todo el techo de la vivienda para recolectar agua.

Aunque Nabani Vera dice que es posible instalarlo en un edificio de departamentos, explica a Animal MX que al haber muchas personas “la cantidad de agua que recolectas vs la demanda de esta va a ser muy baja”.

Así que en ese caso no veríamos un graaaan aprovechamiento. ¿Y qué puedo hacer entonces? El experto nos aconseja usar ahorradores en cada una de las salidas de agua: regaderas, lavabos, fregadero.

De hecho, la Sedema, a través del sitio Cuidar el Agua, tiene esta tabla donde se muestra la gran diferencia que puede haber en el consumo de agua al día por persona si esta tiene accesorios ahorradores o no:

Los ahorradores de agua son otra forma de implementar acciones sostenibles en nuestra vida diaria. Tabla sacada de cuidarelagua.cdmx.gob.mx/

Se menciona que esto “puede reducir la demanda «normal» en un 68%, mientras que un uso negligente puede elevarla hasta un 87%”.

Estos ahorradores  los puedes encontrar en distintas páginas y de diferentes precios; Isla Urbana y Zamá son algunos sitios donde puedes conseguirlos.

No le jales y mejor dale una oportunidad al baño seco

El sitio Cuida el Agua dice que de los 366 litros de agua que una persona consume al día, 80% se va directo al drenaje cuando nos bañamos, nos lavamos dientes o las manos, lavamos ropa o cuando vamos al baño.

Además, aclara que “del 100% de agua residual recolectada en la ciudad, sólo 15% puede tratar el SACMEX en sus plantas de tratamiento”.

Así que dentro de las acciones sostenibles que aquí presentamos, llegó la hora de hablar del uso del inodoro y de esta realidad que aventó Valeria Angola en Twitter que cala más recio mientras más lo piensas: “Yo creo que el peor error que hemos cometido como humanidad es cagar en agua limpia”.

Es verdad que puedes optar por evitar jalarle cada que vas al baño, ponerle botellas con peso al tanque para que se cargue con menos agua o reutilizar agua de lluvia o de la lavadora.

Pero hay otra solución que no usa agua y es el baño seco. Y no, no pongas cara de fuchi que este no es un hoyo en el piso o en la tierra, ni nada parecido.

Y si necesitas datos duros, Jeinny Solís, directora de WCEco, nos comparte que “cada vez que que una persona instala un baño seco en su casa, se ahorran 16 mil litros de agua por persona al año. Eso es equivalente a que esa misma persona tome dos litros diarios de agua por 22 años”.

¿Así o más claro que esta es una de las mejores acciones sostenibles?

acciones sostenibles baño seco

Aquí puedes ver que un inodoro normal (izq.) y un baño seco (der.) se ven prácticame. Foto: Facebook WCEco

WCEco: acciones sostenilbles de impacto

Jeinny Solís Saucedo, que también está detrás del proyecto Es Fácil Ser Verde, empezó este proyecto con la idea de crear el baño seco de sus sueños para usar en la ecoaldea que está construyendo junto a otras personas y proyectos.

Su invento le gustó tanto que decidió compartirlo con el mundo y así nació WCEco. Ella explica a Animal MX que este baño se ve como cualquiera, pues también cuenta con una taza que en su interior contiene un contenedor o cubeta.

Y sí, haces casi exactamente lo mismo que en un inodoro con agua: “te sientas, haces lo que tienes que hacer, depositas el papel y la única diferencia es que en lugar de jalar una palanca que desperdicia y contamina el agua, cubres lo que hayas hecho con una alguna cobertura vegetal”, platica la directora de WCEco.

@wceco

WCEco de @ceroresiduosoax

♬ sonido original – WCEco

Explica que esa cobertura puede ser fibra de coco, pasto seco, hojarasca o paja picada. Pero la favorita de WCEco es el aserrín “porque cubre muy bonito y da un olor de pino”.

Pero continuando con la explicación: en lugar de jalarle, cubres muy bien tanto tus desechos como el papel de baño con el aserrín y ¡listo!

WCEco cuenta con cubetas de hasta 20 litros y la idea es que la uses hasta que se llene. Cada que hagas del baño es el mismo proceso: hacer y cubrir. La experta nos da un ejemplo de que dos personas llenan una de esas cubetas entre cinco y siete días.

Ya que está llena, la retiras, la tapas y pones una cubeta limpia que hasta abajo debe llevar una capa de unos 3 o 4 cm de aserrín y queda lista para usarse. La cubeta llena puede ir a un compostero especial para este tipo de residuos.

Si tienes espacio en tu patio/jardín, Jeinny Solís dice que solo necesitas de dos metros cuadrados para tener un sistema que te permita procesar tus desechos por el resto de tu vida.

Para hacerlo necesitas crear dos cámaras de composta; cada una debe de medir un metro cúbico y debe llevar una tapa o techo. Se prepara primero con una capa de ramas más o menos gruesas en el fondo y luego una capa de hojarasca o paja.

En ellas podrás vaciar todo el contenido de tus cubetas y no te preocupes por ver cosas “desagradables”, pues el aserrín se encarga de cubrirlo. Una ves vaciado el contenido de la cubeta, cubres muy bien con una capa de hojarasca o paja.

Cuando llegue la segunda cubeta, descubre un poco, vacía el contenido y vuelve a cubrir, y así sucesivamente. Jeinny Solís aclara que lo más importante es tapar muy bien todo al grado que nunca se vea el aserrín, sino que quede el material de cobertura a la vista.

También menciona que una familia de cinco personas se tarda como un año entero en llenar esa cámara de composta de un metro cúbico. Una vez llena, se tapa, se deja en reposo y ahí comienzas a usar la segunda cámara con el mismo proceso.

Mientras usas la segunda cámara, los desechos que están en la primera se van procesando y para que después de un tiempo solo quede un 30% del volumen inicial pero ahora como tierra fértil.

Ojo: que al contrario de la tierra que sale de una composta de desechos orgánicos, esta tierra NO sirve para cultivar hortalizas y tubérculos. Aunque sí puedes usarla para árboles y plantas frutales, plantas ornamentales y arbustos.

¿Qué pasa dentro de la cámara? Entre que está bajo tierra y entre todos los elementos que tiene, esta alcanza una temperatura de 55º centígrados por más de 72 horas, lo cual mata a cualquier patógeno humano que ahí se encuentre, pues estos mueren a los 40ºC.

En una segunda etapa, actúan también microorganismos que descomponen la materia en unos tres a cuatro meses y así se forma la tierra.

 

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Ya te vimos diciendo “Animal MX, yo quisiese, pero no pudiese porque vivo en departamento” y ¿qué crees? Que así como Hagamos Composta va por tus residuos orgánicos, ellos y WCEco también van por tus desechos del baño seco.

Funciona casi igual, pues te llevan las cubetas limpias y el aserrín. Una vez llenas, pasan por ellas, te dejan un nuevo kit y las otras se las llevan a procesarlas a su área de composta.

Jeinny Solís dice que la mejor recomendación que le puede hacer a las personas escépticas es “ve y úsalo”, pues solo así sabrás cómo es la experiencia, comprobar que no hay olores desagradables y quitarte otras dudas.

Por si te animas, WCEco está presente en el hotel Niyana en Oaxaca, pero también en el restaurante Vegattos en la CDMX. Igualmente, la directora nos recuerda que constantemente están en bazares y eventos donde ponen baños públicos secos y también a cada rato dan cursos en línea y presenciales donde se resuelven todas las dudas de este tipo de baño.

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Sabemos que estas acciones sostenibles implican hacer varios cambios en tu rutina y algunas también requieren de una inversión económica. Lo importante es que te adaptes a tu bolsillo y que al final actúes.

Rescatamos mucho esta reflexión de Gerardo Montes de Oca de Hagamos Composta: “No por comodidad, vamos a seguir contaminando. Tenemos que normalizar que estos procesos son de todas y todos, y que nos corresponde resolverlo.”

Así que inicia con lo que sea, pero comprométete a hacer un cambio.