Comparte
Ago 26/2019

La pérdida cultural y humana, la otra cara de los incendios en la Amazonia

Foto: AFP

Con arcos, flechas, plumas y canciones tradicionales, miles de mujeres indígenas inundaron a principios de este mes las calles de la capital de Brasil para protestar contra las políticas del gobierno de Jair Bolsonaro, que han dejado desprotegidas sus  tierras, permitiendo que mineras y otras empresas sobreexploten los recursos del Amazonas.

¿Qué tiene que ver esto con los incendios? Pues la riqueza natural de la selva está súper ligada a la cultura, desarrollo y vida de los pueblos indígenas que viven en ella desde hace muchísimo tiempo y de los pobladores locales que hacen uso de sus recursos.

La Amazonia es la selva más grande del mundo. Tiene 7.4 millones de kilómetros cuadrados y se extiende por Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Ecuador.

amazonas-incendios

Foto: AFP

Es uno de los ecosistemas clave para mitigar los efectos del calentamiento global, alberga una cuarta parte de la biodiversidad del mundo, contiene uno de cada cinco litros de agua dulce no congelada en el planeta y produce aproximadamente 6% del oxígeno global. “Es un ecosistema crucial para el mundo”, dice Pablo Ramírez de Greenpeace México.

Te puede interesar: El Amazonas se incendia en tiempo récord, pero ¿qué está pasando en Brasil?

Una selva, muchos pueblos

Pero la Amazonia no sólo tiene un valor climático inmenso, sino también cultural y humano, explica el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). El organismo señaló en un comunicado que esta selva es hogar de 34 millones de personas, incluyendo alrededor de 500 pueblos indígenas. 

La extensión y riqueza natural de esta zona contrasta con la pobreza económica de su población.

Y esto, aunque no lo creas, tiene mucho que ver con los incendios.

amazonas-incendio-brasil-como-ayudar

(Giphy)

Los pueblos indígenas ya luchaban contra mineros y petroleros que amenazaban con explotar la selva. Pero luego de que Jair Bolsonaro fue elegido presidente, Brasil cambió radicalmente sus políticas de conservación ambiental.

Bolsonaro ha reducido la protección a muchas zonas naturales y reservas indígenas, cuyos habitantes viven según él “como si fueran animales en un zoológico”, para que la minería, la agricultura y otras industrias puedan explotar sus recursos, según informó el New York Times.

También puedes leer: ¿Te preocupa el incendio en el Amazonas? Así puedes ayudar

El uso y poder del fuego

El Observatorio Climático señala que los incendios forestales aumentaron 83% en lo que va del año y que a principios de este mes se registró un pico en los reportes de fuego. Sólo en junio de este año se perdieron 769 mil km2 de esta selva, algo así como un estadio y medio de fútbol por minuto, ¡durante un mes entero!

En Bolivia, Brasil y otros países vecinos comienzan a “chaquear” justo entre julio y agosto. Y no, no es un estilo de baile, sino que queman bosques, selvas y pastizales para preparar la tierra para la siembra y el pastoreo de ganado.

Precisamente en las zonas donde se practica el chaqueo, es donde las llamas ya han consumido más de 500 mil hectáreas de selva. El presidente boliviano Evo Morales dijo que aunque es importante controlar esta actividad, “si las pequeñas familias no chaquean, ¿de qué van a vivir?”.

También checa: Islandia despide a su primer glaciar que desaparece por el calentamiento global

amazonas-incendios-jair-bolsonaro

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro Foto: AFP

También hay violencia

Pero los peligros para los indígenas y pobladores locales no sólo son la pérdida de tierras y los incendios. En septiembre de 2017, al menos 10 miembros de una aislada tribu fueron asesinados por mineros que buscaban oro.

En julio de este año, el líder de un pueblo indígena fue asesinado, causando que toda su comunidad huyera. La aldea fue tomada por mineros, quienes invadieron la reserva indígena Waiãpi de 600 mil hectáreas.

Puedes leer: Ver series en Netflix contamina más de lo que piensas

No sólo es el Amazonas en Brasil

Esta problemática por la explotación de los recursos y las consecuencias del calentamiento global, que propicia los incendios forestales no sólo se vive en el Amazonas.

“Es muy claro que el medio ambiente no está siendo una prioridad para la mayoría de los gobiernos de Latinoamérica, incluyendo México”, advierte Pablo Ramírez de Greenpeace.

Pablo agrega que “las políticas de austeridad en nuestro país también han recortado programas muy importantes que servían justo para proteger los ecosistemas forestales. La Conafor, por ejemplo, tuvo un recorte presupuestal enorme que mermó muchísimo la capacidad institucional para poder hacer frente a los incendios”.

incendios-Amazonas

(Giphy)

Te puede interesar: ¿Dejar de usar popotes realmente ayuda al planeta?

Incendios en zonas naturales de México

A principios de julio se registró un incendio en la Reserva de la Biósfera de Sian ka’an, en Quintana Roo. Aunque ya se ha controlado en 95%, aún no se logra extinguir por completo.

“Hay condiciones en el campo, como pobreza o falta de recursos, que llevan a los habitantes a usar el fuego con fines culturales o de producción agropecuaria”, explica Eduardo Cruz, ingeniero y especialista en el manejo del fuego de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

El de Sian ka’an “no es un incendio tan agresivo como el de la Amazonia, pero es uno que ha sido difícil controlar por las condiciones de los que combaten ahí el fuego, la topografía y la vegetación. Tenemos un suelo cavernoso, por lo que el fuego puede propagarse de manera subterránea”, advierte.

incendios-amazonas

(Giphy)

Checa este mapa interactivo: Desde CDs hasta unicel, aquí puedes reciclar basura ‘rara’ en CDMX

¿Cuál es la solución?

Para prevenir futuros incendios como el registrado en la Amazonia, urge que los gobiernos combatan las causas de la deforestación e impulsen la restauración de zonas naturales y así evitar una tragedia ambiental mayor, advirtió la WWF.

Además, apunta que es necesario apoyar a los grupos indígenas para la protección efectiva de sus tierras, así como “impulsar medios de vida sostenibles para los pequeños productores agropecuarios”.

Gabriela Jiménez del Instituto de Ecología de la UNAM dice que “no se puede llegar y quitarle a las poblaciones locales su modo de vida ni su hogar”. Lo mejor es encontrar las formas de ayudar a la población local para que pueda seguir desarrollando actividades económicas, pero en equilibrio con el medio ambiente.

amazonas-incendios

(Giphy)

Un buen ejemplo son los bosques de oyameles de la reserva de la mariposa monarca en Michoacán, donde la tala en exceso estaba afectando el hábitat de este animalito.

Jiménez detalla que desde hace algunos años se instauró un programa con el cual se llegó a un acuerdo con los pobladores: ellos cuidan que no haya tala clandestina y a cambio se les dieron los recursos y la educación para que pudieran subsistir económicamente gracias a los turistas que llegan cada año a ver a las mariposas.

Así, “la economía se traslada a otras actividades (turismo, artesanías, hospedaje, alimentos), las poblaciones locales pueden tener una fuente de ingresos y se pondera la preservación del ecosistema. Aún existe la tala clandestina en la zona, pero los mismos habitantes ayudan a ponerle freno”, concluye Jiménez.