Los amigos son para siempre y por siempre, según Bob Esponja, pero ¿qué hacemos cuando una persona que se supone es nuestra amiga no nos trata como tal?
A veces tendemos a restarle importancia a los malos trato de nuestras supuestas amistades y nos engañamos diciendo “es que así son, esa es su forma de ser”, como explica a Animal MX la psicóloga y sexóloga clínica, Clara Herrera Arrieta.
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Clara dice que el concepto de “amistad tóxica” es simplemente una forma moderna que usamos para referirnos a la enemistad.
Para ella, decir amistad tóxica es algo contradictorio y lo usamos para minimizar la realidad de lo que está sucediendo.
“La amistad es un vínculo que tenemos los seres humanos para relacionarnos afectivamente, mientras que la palabra tóxico o tóxica significa veneno, daño. Es una sustancia que te hace daño. Entonces, como tal no existe una amistad tóxica, por lo que tendríamos que hablar de amistad o enemistad“, menciona Clara.
Maynné Cortés Escobedo, psicóloga y educadora emocional, dice que una amistad tóxica se resume en “cualquier vínculo amistoso que te quite más energía de la que te aporta que te haga estar en tensión constante cuando te relaciones con esa persona”.
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Las características de una enemistad o una amistad tóxica pueden variar dependiendo de las personas; sin embargo, algo que siempre presentará es que nos pueden hacer daño.
Maynné menciona que algunas de las actitudes que puede presentar una amistad tóxica son la necesidad de absorber toda tu atención, cuestionamientos a todo lo que hagas, críticas no constructivas, posesión, celos, querer responsabilizarte de sus emociones, entre otras.
Clara, por otro lado, señala que en este tipo de relaciones se presentan agresiones muy sutiles, comportamientos pasivo-agresivos (como descalificaciones), actitudes de competitividad, exposiciones de humillación e intimidación.
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Pero qué crees, no sólo una persona puede ser tóxica.
Maynné señala también que hay grupos de amigas o amigos que pueden ser tóxicos, al estilo de Mean Girls, los cuales te exigen cumplir con ciertas características para poder pertenecer.
“En estos grupos se busca controlar el comportamiento de la gente o amenazan de contar cosas privadas si no se siguen ciertas reglas”.
Aquí es un poquito más complejo el asunto, ya que no hay una “forma correcta” para alejarte de estas personas, sino que mucho dependerá de la relación.
Clara menciona que para salir adelante debemos reconocer que tiene que ver más con nosotros que con la otra persona.
Para ello, es necesario reconocer el tipo de déficit que tenemos para poder aguantar este tipo de relaciones y después debemos identificar cuáles son nuestras debilidades que nos llevaron a este tipo de amistades.
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Por otro lado, Maynné señala que tenemos dos opciones: platicar con esa amiga o amigo para tratar de reparar la relación o dejar claras las cosas o cortarlas de tajo.
“Hay amistades sumamente dañinas porque son manipuladoras o violentas, entonces ahí se debería terminar la amistad. En otros casos, hay personas que no se dan cuenta de ciertos patrones, pero si se los señalas podría cambiarlos”, explica Maynné.
Agrega que hay momentos en los que todos tenemos mayores o menores capacidades emocionales, es decir, no todas las amistades tóxicas son tóxicas todo el tiempo, sino que simplemente puede que estas relaciones te abrumen en algún punto de tu vida.
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“Tu amiga o amigo puede pasar por un momento difícil y tú no sentirte listo para ayudarle. Puedes explicarle por qué te abruma y no te sientes cómodo en ese momento, la reacción de la otra persona te podría decir mucho”, explica.
Clara agrega que a veces los amigos nos piden cosas que no podemos dar, pero al no poder decir “no puedo” nosotros nos metemos en problemas.
Pero ahora tenemos la otra cara de la moneda, cuando de plano esa persona no nos hace bien y necesitamos terminar con la relación.
En este escenario, explica, puedes ser claro con la otra persona y darle información sobre por qué terminas el vínculo, cosa que podría usar en un futuro para mejorar y cambiar su vida.
Sin embargo, también está el caso en el que la relación sea muy violenta y desgastante y puedas optar por salirte sin decir nada, bloqueando a la persona de todos lados.
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“Se vale si queremos alejarnos sin decir nada en caso de que nos ponga en una posición de riesgo, pero eso sería en un caso muy extremo”, afirma.
Luego de dar ese gran paso, sigue sanar y cuidar tu salud mental.
Ambas psicólogas mencionan que para salir adelante y superar este tipo de rupturas es importante recibir apoyo profesional con el que podrás llevar mejor el duelo.
“La gente subestima la pérdida de amistades, porque puede tener un impacto igual o mayor que la pérdida de una pareja. Entonces sí puede que un evento ocurrido en el marco de una amistad sea algo que te transforma”, explica Maynné.
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Un gran problema de estos vínculos tóxicos es que te pueden quitar muchas cosas: confianza, seguridad, capacidad de conectar con otras personas, capacidad de disfrutar otras relaciones, capacidad de lograr intimidad con otros y el no poder tener confianza con otra gente.
“Debemos reconocer que necesitamos ayuda profesional, no una asesoría ni plática con amigos o amigas, necesitamos ir con una o un psicoterapeuta”, enfatiza Clara.
Ella señala que es importante revisar cuál es nuestro autoconcepto y nuestro autoestima porque “la mayoría de las veces nos sentimos tan minimizados que agradecemos a cualquier persona que nos hable bonito o nos sentimos indignos”.
Clara explica que es importante trabajar para conocer nuestros límites o construirlos y ponernos a nosotros en primer lugar
“Debemos quitarnos la creencia de que tenemos que resistir o aguantar, hemos puesto la amistad en un lugar muy trillado y creemos que si no contamos con este vínculo entonces no tenemos nada”, subraya.
Además de terapias, Maynné señala que existen charlas, talleres y grupos de apoyo donde puedes darte tus espacios para hablar de eso con personas en las que puedes confiar.
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