El 23 de julio de 2011, la cantante británica Amy Winehouse murió en su departamento de Londres a consecuencia de una intoxicación alcohólica. Al igual que otras leyendas de la música -como Kurt Cobain, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison- murió a los 27 años.
La propia Winehouse admitió en una entrevista que su estado mental estaba en las raíces de su adicción a las drogas y el alcohol. “A partir de los 16 años, comencé a sentir una nube negra colgando sobre mí. Desde entonces, he tomado pastillas para la depresión“, dijo en 2007 a la revista alemana Stern.
Además de su poderosa obra musical y su potente voz, uno de las legados que nos dejó esta diva del soul fue el de comprender cuán importante es hablar sobre salud mental, y aprender a detectar y abordar los síntomas de la depresión.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un trastorno mental que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.
La psicóloga Yunuen Resendiz detalla que “cuando convivimos con alguien, estamos acostumbrados a su manera de ser. Si entra en un cuadro depresivo, podemos verlo reflejado en sus acciones, comportamiento o aspecto físico”.
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Entre los síntomas que se pueden manifestar están:
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La expresión de los síntomas también puede variar según la persona. Resendiz señala que “algunos pueden irse aislando socialmente o tener problemas en sus relaciones. Otros, pueden volverse explosivos, irritables, pesimistas o con un constante sentimiento de culpa”.
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El psicólogo, especialista en medicina conductual y docente universitario, César Alexis Solís Romero, apunta que existen criterios diagnósticos, avalados internacionalmente, para determinar si una persona está deprimida.
Por ejemplo, deben presentarse cinco o más de estos en un período de al menos dos semanas. Además, deben estar afectando la funcionalidad y la rutina de la persona (trabajo, escuela, hogar), y no estar ligados a una enfermedad médica, un consumo de sustancias o un duelo.
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“No hay muchos protocolos oficiales sobre cómo la sociedad civil puede abordar la depresión entre sus pares. Casi todos están dirigidos a profesionales de la salud”, admite Solís.
Sin embargo, señala que hay cosas que podemos hacer para detectar si alguien cercano puede estar sufriendo de depresión:
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Pero no se trata sólo de decir “busca ayuda” y dejar todo en las manos de la persona afectada. Alexis Solís señala que “lo mejor es mostrar acompañamiento, decir cosas como ‘te voy a apoyar para buscar ayuda’ o ‘vamos a buscar un psicólogo que pueda ayudarte’”.
Resendiz coincide y apunta que “lo que podemos hacer es demostrar que les queremos, que nos importa y así canalizarlo con un profesional”.
Por otro lado, si somos nosotres los que padecemos depresión, Alexis Solís recomienda:
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Lo más importante, señalan los especialistas, es demostrar apoyo a las personas afectadas, aprender a hablar sobre nuestras emociones y normalizar el recibir atención psicológica.
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Si crees que tú o alguien cercano sufren depresión u otra situación de salud mental, lo mejor es consultar a un especialista. Si no conoces a alguno o te parece costoso, existen centros o líneas telefónicas de atención psicológica gratuita.
SAPTEL es un servicio telefónico gratuito de salud mental y medicina a distancia. Tienen 30 años de experiencia y dan servicio las 24 horas. Teléfono: (55) 5252-8121.
El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México tiene una línea de atención las 24 horas y los 365 días del año. Teléfono: 5658-1111.
La Facultad de Psicología de la UNAM también ofrece una línea de atención, aunque esta sólo ofrece servicio de lunes a viernes de 08:00 a 18:00. Teléfono: 5622-2288.