Imagínate vivir en Suiza y perderte los bailes llenos de energía de las botargas en los centros de vacunación contra covid-19 en la ciudad de México. Ahora, además de ir a vacunarse, las personas quieren ver al panda, al chango, al burrito y al niño perreando hasta el suelo al ritmo de Daddy Yankee o reproduciendo una coreografía de los Backstreet Boys.
Las botargas se hicieron muy populares cuando inició la jornada de vacunación para las personas de 30 a 39 años en la CDMX.
Mira:
Hay que reconocer la labor del Panda de la vacunación.
🐼🕺🏽En todos los videos q he visto le echan muchas ganas. pic.twitter.com/Ttja3hyolD
— 🔥 Two Mimir 🔥 (@YMera_) July 10, 2021
No pudimos quedarnos con la duda y fuimos al centro de vacunación ubicado en Campo Marte para conocer a las botargas. Esta es la historia de Pilita, Pandemio y Bongo y los jóvenes que les dan vida: Carlos García, Mauricio Rodríguez y Mariano Torres.
Los centros de vacunación en la CDMX están llenos de música y baile por una razón.
Todo comienza con el programa Ponte Pila, el cual se encarga de acercar el deporte a distintas comunidades de la CDMX. De hecho, dan clases en los Pilares que se ubican en las distintas alcaldías de la ciudad.
Uno de los promotores deportivos de Ponte Pila cuenta a Animal MX que desde un inicio este programa formó parte de la jornada de vacunación y como ya tenían las botargas se les ocurrió integrarlas a las activaciones que se llevan a cabo en el área de observación.
Todas las personas pasan a este espacio después de recibir la vacuna. Ahí, los doctores se encargan de resolver dudas y explicar qué hacer en caso de tener alguna reacción.
Él es Pilita, el personaje oficial del programa Ponte Pila. Foto: Arturo Belman para Animal MX
Además, el promotor de Ponte Pila explica que este espacio también funciona para distraer a la gente y evitar que se rasquen o se soben la zona en que recibieron el piquete.
“Lo que hacemos son ejercicios de movimiento o de meditación para que la gente se mueva, se le olvide (el piquete) y no se pueda rascar”, dice el promotor deportivo.
Sin embargo, esta zona se volvió muy popular desde que integraron a las botargas de la vacunación. Este trío se compone de Pilita, el personaje oficial de Ponte Pila; Bongo, un chango; y Pandemio, un oso panda.
Estos tres personas son interpretados por Carlos García, Mauricio Rodríguez y Mariano Torres respectivamente, aunque ellos no siempre han estado detrás de las máscaras.
Carlos ya era promotor deportivo de Ponte Pila como maestro de baile aeróbico. A él se le presentó la oportunidad de ser Pilita: “Se me dio la interacción con el público y ya desde ahí soy parte de las botargas”.
También lee: ¿Por qué los jóvenes tienen reacciones más fuertes a la vacuna contra covid-19?
Mauricio Rodríguez se acercó al programa porque quería apoyar con las vacunas y ya una vez adentro su coordinadora le pidió que ayudara con las botargas.
“La neta lo agradezco porque encontré buenas amistades. Además, nos gusta ver a la gente sonreír e impresionarse de cómo bailan los animalitos”, comenta Mauricio.
Un caso muy parecido es el de Mariano Torres, pues aunque era parte de Ponte Pila no participaba en las activaciones. El área necesitaba apoyo, se animó y finalmente le dio vida a Pandemio.
Aunque apenas se hicieron virales, Pilita, Bongo y Pandemio han estado ahí desde que se inició con la vacunación de las personas mayores de 60 años.
En un inicio eran como otras botargas, ya que solo se encargaban de saludar a la gente y estar presentes en las filas, pero más tarde las botargas de la vacunación se involucraron en las activaciones.
Cada uno dice que da lo mejor de sí mismo para conectar con la gente. Ellos hacen sus rutinas y eligen la música. De hecho, entre los promotores deportivos eligen las playlists que se escuchan en cada jornada.
Foto: Abigail Camarillo para Animal MX
Del programa Ponte Pila nació la idea de reproducir música de acuerdo a la época de los vacunados. Así es como ahora los de 30 a 39 años ya tuvieron a OV7, Kabah o hasta a los Backstreet Boys.
Mariano menciona que la idea es que las personas sientan una mayor conexión con ellos a través de la música.
Pero los promotores también quieren pasarla bien. Como dice Mauricio, “si nosotros no nos divertimos, el público menos se divierte”.
Pero no creas que las botargas de la vacunación solo hacen cualquier paso y ya. Estos tres personajes se toman muy en serio su papel, crean y ensayan coreografías.
Y, todo, con disfraces que los cubren de pies a cabeza.
Te puede interesar: ¿La gente se convierte en un imán luego de vacunarse? ¡No lo creaaas!
Los tres promotores deportivos coinciden en que lo peor de este trabajo es hacer las rutinas cuando hace mucho calor o cuando les toca en sedes muy cerradas.
Mauricio, quien es Bongo, dice que para él es más complejo bailar con la cabeza de chango, que tiene dos pequeños orificios a la altura de los ojos por los que apenas puede ver. “A veces choco con las sillas o me caigo con las bocinas”, dice.
Quizá solo los ves durante unos minutos cuando vas a vacunarte, pero la realidad es que Pilita, Bongo y Pandemio nunca paran.
En las distintas sedes en CDMX hay varias salas de observación y ellos las recorren todas durante el día, de 8:00 a 16:00 horas con algunos descansos.
El ambiente se enciende cada que Pilita, Bongo y Pandemio hacen sus rutinas. Foto: Abigail Camarillo para Animal MX
Eso sí, las botargas de la vacunación no siempre están juntas. A veces las reparten en distintas sedes para que en todas haya buen ambiente.
Para Carlos, Mauricio y Mariano todo vale la pena porque la gran recompensa es la respuesta del público. Aunque a veces se encuentran con personas que no se unen a las activaciones, la gran mayoría les aplaude y les echa porras.
Las botargas de la vacunación ya son todas unas estrellas entre los asistentes y nunca faltan las personas que les piden foto y les toman video mientras bailan.
Si te los encuentras, ¡aprovecha y reconoce su trabajo! Y perrea con ellos, plis.