“La cartonería es parte de la identidad de mi comunidad”, dice Carlos Arrendondo Torito, uno de los jóvenes cartoneros más reconocidos en la Ciudad de México.
“Al perderla también se va perdiendo la identidad del pueblo. Aunque dicen que el arte no es vital, sí es necesario. El arte popular nutre de identidad a una comunidad y por eso es importante”.
Las calaveras gigantes, las catrinas, los Juditas o diablitos y alebrijes son las manifestaciones más representativas de este arte popular de México, y son fundamentales en celebraciones de Semana Santa, la quema de Judas y el Día de Muertos.
Sin embargo, como otros oficios de México, la cartonería ha estado cerca de desaparecer, por lo que los artesanos se han encargado de modernizarse para conservar la tradición y su trabajo.
Día de Muertos es una de las temporadas más altas para Torito. (Foto: Arturo Belman)
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Además de Torito, otra de las personas importantes para este oficio es Jessica Reyna, quien aparte de elaborar piezas, es la organizadora de los festivales de cartonería en CDMX.
“En un inicio, el propósito del festival de cartonería era hacerlo porque se estaba perdiendo el oficio y cada vez quedaban menos cartoneros, entonces lo importante era que no se perdiera”, relata Reyna a Animal MX.
Hoy, el presente y el futuro del oficio de la cartonería en México está en manos de los jóvenes artesanos.
Aunque ya es parte de nuestra cultura, la cartonería no tiene su origen en México. Se dice que llegó a nuestro país durante la época colonial, pero sus raíces nacieron mucho más atrás.
De acuerdo con National Geographic, el arte de crear figuras con papel inició en China durante la dinastía Han (206 a.C.-220 d.C.) y después llegó a Europa durante los siglos XVI-XVIII, donde además de fabricar juguetes y muebles, también se elaboraban figuras religiosas.
Este arte llegó a México de manos de los españoles en el siglo XVI y tuvo un rol importante en la evangelización de los pueblos indígenas, por ejemplo, con las piñatas que representaban los siete pecados capitales.
Así se popularizó este arte que consiste en transformar el papel maché en cartón con ayuda de varias capas de engrudo y alambres o carrizos como la columna vertebral de las figuras.
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La cartonería se desarrolló en varias regiones del país, principalmente en la CDMX, San Miguel de Allende, San Luis Potosí y Cuernavaca, según el Centro Cultural Tijuana (CECUT).
Artistas como Pedro Linares -conocido como “El padre de los alebrijes”– y Carmen Caballero Sevilla -quien realizó figuras para Diego Rivera-, son los dos mayores exponentes de la cartonería en México.
Pero ahora hay toda una nueva generación -a la que Jessica y Torito pertenecen- que mantiene a flote este arte popular en el siglo XXI.
“Muchas veces dicen que empezamos por una herencia, pero ni mis abuelos o papás fueron cartoneros, sino que mi abuela me dejaba poner la ofrenda y yo tenía el trabajo de decorarla, por eso tomé cursos de cartonería, para hacer catrinas para mi mamá y mi abuelito”, cuenta Jessica Reyna, quien hace 12 años inició en este oficio en la Ciudad de México.
Para ella, la cartonería comenzó como un pasatiempo, hasta que Juan Jiménez, promotor cultural y el creador del festival de cartonería, la invitó a la primera edición en 2012 para exhibir sus obras.
“Empecé a hacer cartonería como hobby, hacía juguetes o regalos, y me decían: «oye, por qué no los vendes» y yo decía «no sé», no sabía si era redituable, hasta que en la primera edición del festival de cartonería vi que a la gente le gustaba mi trabajo y de ahí empezó”, dice Reyna.
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Para Jessica Reyna, la cartonería llegó como herencia. Foto: Jessica Reyna.
Torito, por su parte, inició con la cartonería hace 18 años, antes de entrar a la secundaria, luego de ver el alebrije que una de sus compañeras de la escuela estaba elaborando.
“Me dio la inquietud de empezar a hacer las figuritas de papel. Empecé con unos alebrijes mal hechos y de ahí a calaveritas. Posteriormente me gustó el oficio tanto que ya llevo entre 10 y 12 años viviendo de él”, explica ‘Torito’, quien tiene 30 años de edad.
A Carlos Arredondo se le quedó ese apodo por las figuras de toros que elabora para la feria de su comunidad.
“La banda de aquí del pueblo me empezó a reconocer como el de los toritos porque hace algunos años, con un compañero, me puse a armar unos toros para la feria. Nos quedaron bastante padres los primeros y de ahí los coheteros o los que querían donar toros preguntaban: «oye, ¿no sabes dónde vive el de los toritos?» y llegó un momento en el que le tuve que poner nombre al taller y qué otra, pues ‘El Torito’ y de ahí se quedó”, narra el cartonero.
En temporada alta, Torito trabaja sin descanso los 7 días de la semana. (Foto: Arturo Belman)
Jessica Reyna, quien organiza los festivales de cartonería en CDMX, fue la responsable de crear el colectivo Cartoneros de la Ciudad de México para buscar mejores condiciones para los artesanos.
Reyna, de 38 años, explica que los artesanos tenían problemas con los intermediarios, quienes se quedaban con mucho dinero de las piezas vendidas, y además gastaban mucho para rentar espacios para exhibir.
Por eso, cuenta, la idea del colectivo fue para dignificar el trabajo artesanal y evitar que las ganancias se fueran a intermediarios.
“Lo que se me ocurrió fue empezar a usar redes y juntar el gremio para empezar a hacer entre nosotros nuestras propias expos”, comenta Reyna.
Jessica Reyna es la directora de Cartoneros de la Ciudad de México. (Foto: Cortesía Jessica Reyna)
Esta organización inspiró a artistas de otras vertientes, quienes se acercaron a ella para preguntarle cómo le hicieron para juntarse y así tomar su idea para crear más gremios.
Y el resultado de esta unión ha rendido grandes frutos para Reyna y los cartoneros que forman parte del gremio.
“Ahora tenemos hasta la Escuela Itinerante de Cartonería y estamos respaldados por la Secretaría de Cultura que ve nuestro proyecto, entonces esto va creciendo y creciendo, pero todo inició para que no se perdiera el oficio de la cartonería”, señala.
La Escuela Itinerante de Cartonería, que es un proyecto de Cartoneros de la Ciudad de México, busca enseñar, promover y difundir el arte popular de la cartonería.
Entre sus objetivos no sólo está el crear obras para el futuro, sino que además busca difundir el conocimiento de la cartonería para prolongar la enseñanza de este oficio para las siguientes generaciones.
Hace poco, el trabajo de los Cartoneros de la Ciudad de México se exhibió en el Festival de las Calaveras en Barrio Alameda, donde se realizó el Festival de la Cartonería del 30 de septiembre al 3 de octubre.
La recepción fue tan buena que la gente ya pidió que regresen, así que es probable que haya otra exhibición del 28 al 31 de octubre. ¡Hay que estar pendientes!
Además de ese espacio, en la página oficial de Facebook de Cartoneros de la Ciudad de México puedes encontrar el trabajo de muchos de los cartoneros que forman parte del colectivo.
En cuanto al trabajo de Torito, puedes checarlo en su página oficial de Facebook llamada Torito Cartonería, donde también tienes la opción de contactarlo en caso de que te interese comprar alguna de sus figuras, máscaras, muñecas y más.
Y por último, si te interesa aprender cartonería, puedes contactar a la Escuela Itinerante de Cartonería, que ofrece talleres con diferentes técnicas para aprenderle a este arte popular.