Comparte
Ago 13/2021

¿Cómo masturbarme? Este ejercicio de tacto placentero puede ser un buen inicio para (re)conocerte

Ilustración: @RE_Ilustrador, @Driu_Paredes, @_danichi

El lenguaje terapéutico de la salud sexual suele estar lleno de términos ambiguos: “conectar”, “sentir”, “estar presente”, “escuchar a tu cuerpo”, entre otros. Vale, ¿pero cómo se hace eso? Bueno, la abstracción no es de a gratis: los procesos a los que estos términos aluden suelen ser complejos y multifactoriales y suceden lo mismo en nuestra razón que en nuestra emoción que en nuestro cuerpo que en nuestras relaciones.

Sin embargo, existen algunas dimensiones que son más tangibles que otras, por ejemplo, el desarrollo de ciertas habilidades de atención y sensibilidad a estímulos que pueden impactar positivamente en nuestra sexualidad. Y para eso quiero compartir un ejercicio (inspirado en el libro Better Sex Through Mindfulness de Lori Brotto) que puede ser realizado de manera muy fácil y en casa.

Puede interesarte: El abrazo, la encuerasion y más: 4 puntos para reconectar con tu pareja

El ejercicio tiene una meta específica: experimentar sensaciones corporales en tus genitales a través del tacto. Esto sucederá a través de dos cosas, una, un ejercicio de tocamiento y dos, un ejercicio mental de visualización.

El ejercicio, por cierto, puede ser muy sexy. Piénsalo de esta manera: hay una importante retroalimentación nerviosa de tus genitales a tu cerebro y conforme vayas notando que tu cuerpo se excita, puede que tu mente interprete esas sensaciones como sexuales, lo que incrementará más la excitación corporal y el placer. Está rico, pues.

Duración: 15 a 30 minutos.

Contexto ideal: cualquier momento del día en que sientas tranquilidad, tengas pocas distracciones y existan pocas probabilidades de que te interrumpan.

Materiales: ninguno, aunque si tienes vulva podría ser conveniente tener a la mano lubricante de base agua.

Checa: Masturbación en pareja: cómo abrir esa conversación y los beneficios para la relación

Pasos:

  1. Adopta una postura cómoda, yo sugiero que te acuestes en una cama boca arriba o boca abajo. Cierra tus ojos y respira profundamente mientras haces una revisión mental del estado de tu cuerpo en ese momento. ¿Cómo te sientes? ¿Existe alguna emoción o sensación particular que detectes? ¿Tu mente está concentrada o no? No importa la respuesta a la que llegues, lo importante es que te hagas las preguntas.
  2. Ahora vas a concentrarte en tu piel y tu sentido del tacto. Comienza por tus pies. Nota el punto en que tus pies tocan la superficie debajo de ti, sea la cama o el piso. ¿Es frío, tibio, cálido? ¿Suave o áspero? ¿Agradable o desagradable? Mueve tus pies y nota qué sientes. Haz esto por algunos minutos.
  3. Haz lo mismo pero cambiando la atención hacia tus tobillos, pantorrillas y rodillas, notando cualquier sensación, tensión, cosquilleo o percepción de calor o frío que sientas ahí. Pasa unos momentos en cada una de esas partes y ve “subiendo” tu atención a lo largo de tus piernas.
  4. Cuando llegues a tus genitales, vas a invocar en tu mente una imagen: tú. Te vas imaginar siendo sexy, disfrutando, erotizándote, sintiéndo tu cuerpo sin reparos y siendo completamente capaz de actuar sexualmente. Tómate unos momentos para conectar con el lado más sensual de ti.
  5. Con ese lado sensual de ti invocado, ¿notas alguna sensación en tus genitales? Recorre con la mente tus labios, clítoris o vagina, si es el caso, o pene, testículos y escroto. Nota si estas sensaciones se sienten sexuales. Contrae tus músculos pélvicos y nota si al hacerlo sientes más placer. Concéntrate en las sensaciones producidas en tus genitales y toma nota de cualquier pensamiento o emoción que emerja. Recuérdate que éstas son partes importantes en tu placer y actividad sexual. Son tuyas y de nadie más.
  6. Si te distraes y la atención se desvía a otro lado, ¡no te preocupes! Felicítate cuando notes que eso sucedió, reconoce el estímulo o pensamiento que te distrajo y amablemente regresa tu atención a las sensaciones en tus genitales.
  7. Ahora mueve tus manos hacia tus genitales. Mientras imaginas que eres una persona sensual, presiona ligeramente con tus dedos el área alrededor de tu clítoris o del glande de tu pene. Haz un poco de presión (sin que lastime) y reconoce lo que sientes. Ahora masajea suavemente tu clítoris o el glande de tu pene, primero muy suave, luego con un poco de más presión. Después desliza tus dedos hacia cada lado de tus labios externos, o recorre tu pene con ellos. Toca ligeramente tus labios internos. Reconoce las sensaciones producidas por los distintos tipos de presión e intenta describirlas a ti misme. Puede que sean placenteras o puede que no, recuerda que el propósito de este ejercicio es aumentar tu consciencia de las sensaciones sexuales. Eso es todo.
  8. Si tienes vagina, mueve tus dedos para tocar su entrada y, cuando te sientas en disposición, introduce uno o más dedos dentro (utiliza un lubricante base agua si gustas). Reconoce y describe las sensaciones. Contrae tus músculos vaginales y nota cómo se sienten con tus dedos por dentro. Si notas que estás racionalizando las sensaciones (o la falta de ellas) en vez de estar experimentándolas, amablemente redirige tu atención hacia las sensaciones. No te atasques en el contenido de tus pensamientos sino obsérvalos como si fueran clips de una película.
  9. Si tienes pene, mueve tus dedos para tocar tu escroto y, cuando te sientas en disposición, masajéalos amablemente. Reconoce y describe las sensaciones. Contrae tus músculos pélvicos y nota cómo se siente tu pene cuando lo haces. Si notas que estás racionalizando las sensaciones (o la falta de ellas) en vez de estar experimentándolas, amablemente redirige tu atención hacia las sensaciones. No te atasques en el contenido de tus pensamientos sino obsérvalos como si fueran clips de una película.
  10. Ahora dirige tu atención, así como tus manos, a la parte superior de tu cuerpo, incluyendo tus pechos y pezones. Descríbete las sensaciones mientras tocas estas partes de tu cuerpo. Intenta reconocer lo que siente tu cuerpo desde la aceptación: no lo juzgues.
  11. Antes de terminar, tómate unos momentos más para permitirle a tu atención dirigirse de forma libre y fluida hacia todas las cosas distintas que estés sintiendo en tu cuerpo, mientras mantienes, en tu mente, la imagen de que eres una persona sensual con mucha capacidad de disfrutar. No te preocupes si es una imagen difícil de creer en este momento, sólo intenta mantenerla.
  12. Continúa haciendo esto por los siguientes minutos. Cuando sientas disposición, regresa la atención a tu respiración y poco a poco ve moviendo tus manos y tus pies. Abre lentamente tus ojos. Tómate un momento para observar cómo te sientes cuando el ejercicio termine.

Checa: Entre la fantasía y la realidad: así nos educa la pornografía

Si notas pensamientos negativos en cualquier momento durante este ejercicio, sólo anótalos (“ah, los juicios están aquí”) y cuando hayan desaparecido, redirige tu atención de vuelta hacia tus sensaciones corporales. No te enjuicies mucho si sientes que esto es difícil. Para muchas personas lo va a ser y, con frecuencia, se requiere de algo de práctica para sentir comodidad con este ejercicio. Intenta realizarlo una vez por semana. No es mucho tiempo: permítetelo.

Después de algunas veces de practicarlo, puedes integrar una fantasía, un vibrador o imágenes/videos eróticos antes de realizar este ejercicio, con el objetivo de despertar la respuesta sexual.

A algunas personas esto les puede ayudar a despertar su excitación y, de esa manera, se vuelve más fácil crear una imagen sexual positiva de ellas, así como se incrementa su habilidad para notar las sensaciones en su cuerpo.

¡Y listo! Las primeras veces puede que sea un poco extraño y vayas repasando punto por punto lo que tienes que hacer.

¡No pasa nada! Conforme lo vayas haciendo más, la práctica volverá al ejercicio más intuitivo. Si te fijas, se trata únicamente de una cosa: darnos tiempo y pausa para tocarnos y poner atención en nuestro cuerpo. Eso es todo.

¡Disfruta mucho!

Lee: La pregunta del millón: ¿cómo saber si tuve un orgasmo?

¡Hola! Si llegaste hasta aquí y te gusta mi contenido, tengo una noticia muy emocionante: junto a Paola Aguilar y en alianza con Esto No es Radio, acabamos de estrenar “Coger Rico & Amar Bonito”, un podcast donde repensamos las formas en que cogemos, amamos y nos relacionamos. Puedes encontrarlo en Spotify o en cualquier lugar donde escuches tus podcasts. ¡Ojalá te guste! 🙂