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Jul 18/2019

Slow travel: sé un turista diferente y viaja de otra manera

Es momento de impulsar una manera distinta de viajar, una en la que no solo llegues, te hospedes, conozcas los sitios más populares, comas en los restaurantes más ricos, tomes cientos de fotos y luego regreses a tu país, sino una en la que te relaciones de una manera más profunda con el sitio que visitas y su gente. 

Carintia, un pequeño pueblo rodeado de montañas nevadas al sur de Austria, en Europa, puso el ejemplo. 

Esta región austriaca con poco más de 500 mil habitantes y actividades económicas que giran en torno a la producción de pan, queso, cerveza, mantequilla y otros ingredientes decidió aprovechar los recursos que tiene para animar a la gente a hacer otro tipo de turismo.

Así, Carintia se convirtió en el primer destino slow travel a nivel mundial. ¿QUÉ? 

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viajar diferente

Imagínate viajar a este lugar y REALMENTE conocer su cultura y su gente <3

En 2016, la organización Slow Food International creó el concepto slow travel para impulsar una manera distinta de viajar, una que apoye el trabajo de los pequeños productores de ingredientes de las regiones que visitamos. 

En Carintia, por ejemplo, hasta el momento tienen registradas 24 experiencias gastronómicas bajo el concepto slow travel, entre ellas la visita a panaderías tradicionales, cervecerías artesanales, heladerías, queserías y molinos de trigo. O sea, vas a comer y a beber increíble. 

Carintia es el primero, pero Slow Food continúa con el apoyo y promoción del modelo slow travel en el mundo. 

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Otra forma de viajar

Aunque slow travel significa “viaje lento” en inglés, este concepto no es necesariamente viajar lento, más bien se refiere a tomarse el tiempo de buscar las peculiaridades de una región, tanto a nivel artístico como gastronómico. Ñam. 

Un ejemplo cercano. Para los turistas que visitan la ciudad de México ir a Xochimilco es rentar una trajinera y recorrer los canales, actividad imprescindible que casi siempre se acompaña con litros de alcohol, mariachi, quesadillas y esquites.

Para el turismo común, Xochimilco es fiesta. Y sí, lo es. 

Sin embargo, Xochimilco también es la única región chinampera en México, es decir, es el hogar de un sistema de cultivo milenario que podría desaparecer para el año 2050.

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Afortunadamente hoy existen proyectos -como Yolcan o Tianquiskilitl– que buscan rescatar la zona, apoyar a los productores e invitar a la gente a conocer las chinampas, los cultivos y a los agricultores, mientras comen y beben delicioso.

Conocer Xochimilco -o cualquier otro lugar del mundo- puede ser una experiencia distinta si lo haces slow.

 ¿Y cómo le hago?

  1. Elige el destino al que quieras viajar. 
  2. Además de los tours y recorridos de siempre, ubica algo en lo que te gustaría profundizar. ¿Vas a Puebla y te gusta mucho el café? Perfecto. ¿Quieres ir a Italia y adoras el queso? Muy bien. 
  3. Ahora busca algún tour que ofrezca un acercamiento más directo con eso que te interesa. En Puebla, por ejemplo, Rutopía organiza rutas para conocer los cafetales y a los agricultores. 
  4. Si quieres salir de México, Slow Food tiene una app llamada Slow Planet, una especie de catálogo de países y regiones con información sobre el contexto cultural, compras y lugares para comer.