El Día de Muertos está cada vez más cerca. Es momento de comer un delicioso pan de muerto (o dos, o más), comprar cempasúchil, colocar ofrendas y decorar con papel picado.
Pero también es el motivo perfecto para planear un viaje y conocer las celebraciones tradicionales de distintos puntos del país.
Checa también: Desfiles y ofrendas para amar aún más el Día de Muertos en CDMX
Pero si quieres alejarte un poco de las enormes multitudes de turistas y conocer otras celebraciones, te dejamos aquí cinco destinos imperdibles y no tan ‘tradicionales’ para disfrutar este Día de Muertos.
Este Pueblo Mágico está ubicado a unos 106 kilómetros de la capital de Puebla, rodeado de bosques y a la orilla de una laguna.
Es mucho más conocida por su producción de esferas navideñas artesanales, que por su festival de Día de Muertos, lo que lo hace un destino perfecto si quieres escapar de las aglomeraciones.
Al caer la noche, la celebración da inicio con una congregación en el zócalo de Chignahuapan, alrededor de un inmenso tapete colorido que cuenta historias tradicionales.
Échale un ojo: Barbie Día de Muertos, la nueva (y polémica) edición especial de la muñeca
Entonces empieza la tradicional Marcha de las Antorchas, una celebración característica de este lugar. Decenas de personas -locales y turistas- caminan por la “Calzada de las Almas”, desde la Parroquia de Santiago Apóstol hasta la orilla de la laguna de los muertos.
Cuando “La Marcha de las Antorchas” llega a la Laguna de Chignahuapan comienza el ritual de los muertos para conseguir purificación. Además, se hace una representación de las nueve pruebas que las almas de los difuntos deben enfrentar para llegar al Mictlán.
Hay miles de luces, velas flotando en el agua, balsas y calaveras. También hay música, baile, comida y fuegos artificiales.
En Yucatán el Día de Muertos es conocido como Hanal Pixán y la celebración dura tres días, del 31 de octubre al 2 de noviembre.
El 31 de octubre es dedicado a los niños difuntos y es llamado U Hanal Palal. El 1 de noviembre es dedicado a los adultos muertos y se le conoce como U Hanal Nucuch Uinicoob. Y el 2 de noviembre es el U Hanal Pixanoob, también llamado misa pixán, pues este día se celebra una misa dedicada a todas las ánimas.
Se cree que durante estos días las almas de los difuntos tienen permiso para regresar al mundo y disfrutar de las ofrendas que colocan sus amigos y familiares.
Entre ellos están el atole nuevo o X-is uul (Bebida de granos de mazorcas tiernas molidos y mezclados con agua, azúcar y sal), el pibil-x’pelon (tortitas de masa y frijoles) y el mucbipollo o pib, algo así como un tamal grande hecho de masa de maíz y manteca, relleno de pollo y cerdo, con tomate y chile.
Además, la ciudad despliega altares gigantes, exposiciones fotográficas, demostraciones de teatro, música y danza con Catrinas. También se realiza una representación del juego de pelota maya “Pok ta Pok”.
Te puede gustar: Qué hacer en Mérida, la mejor ciudad pequeña para visitar en 2019
Llegamos ahora a Pomuch, un pequeño pueblo maya en Campeche, escenario de una de las tradiciones de Día de Muertos más increíbles y únicas en México.
Aquí, los muertos salen (literalmente) para celebrar con los vivos. Una semana antes del Día de Muertos. Cuando una persona muere, las familias dejan pasar cuatro años para volver abrir la tumba y sacar los restos de sus seres queridos.
Con mucho cuidado y amor, limpian y orean los huesos, mientras platican con el difunto sobre todo lo que ha ocurrido desde su muerte. Luego, los huesos se guardan en una cajita forrada con tela bordada y se colocan en coloridos osarios, acompañados de agua y veladoras.
Al ser también un pueblo maya, allá -como en Mérida- también es costumbre comer pib, un tamal que se cocina bajo tierra, muy parecido a la barbacoa.
Te puede gustar: ’Maquech’, el príncipe maya que usan como joya en Yucatán
¿Sabías que existe un parque temático completamente dedicado al Día de Muertos? El año pasado esta increíble idea tomó el nombre de Calaverandia y abrió sus puertas en Guadalajara.
Durante su primera edición en 2018, Calaverandia reunió a más de 40 mil personas con un estimado de 3 mil por día.
Este año, el parque incluirá una hora más de experiencia, nuevas atracciones interactivas, música en vivo, exposiciones, artistas invitados, una zona gastronómica con platillos típicos. La estrella de la noche es “Alma”, un espectáculo multimedia 4D con efectos especiales y experiencias interactivas para darte un paseo por el inframundo.
Se lleva a cabo en el Parque Ávila Camacho en Guadalajara, Jalisco. El parque estará abierto desde el 25 de octubre al 18 de noviembre, con un horario de domingo a jueves de 19:00 a 00:00 hrs. Viernes y sábado de 19:00 a 01:00 hrs. Los lunes permanece cerrado.
Los precios de entrada van desde $255 hasta los $995.
También checa: Festival Internacional de Cine de Morelia 2019: Lo que no te debes perder
Si lo tuyo es la fiesta, la comida y el misticismo, tienes que celebrar el Día de Muertos o Xantolo en la Huasteca Potosina.
Este es uno de lo eventos más importantes del año para los pueblos de la región ya que representa la unión sagrada con los muertos, quienes regresan a la Tierra la noche del 01 de noviembre.
El Xantolo, una mezcla de cultura indígena y española, tiene su origen en el término latino santo o sanctorum, como se referían los antiguos religiosos cristianos a todo el ritual asociado a recordar a ‘los que ya no están’ pero que, con el tiempo, sirvió para dar nombre a todo aquello que da vida y color.
Los altares de esta región se caracterizan por tener arcos que simbolizan la entrada y salida del más allá. Y no pueden faltar los platillos típicos en las ofrendas: caldo loco, chilpan, fruta de horno, jobito, tamales de pollo y puerco, zarabanda, aguardiente de caña, entre otras delicias.
Checa: Turismo rural: viaja, diviértete y apoya a las economías locales
Se realizan danzas de “huehues” (término náhuatl que significa anciano), o la de los voladores de Tamaletom en Tancanhuitz de Santos, que acompañan a los familiares hasta los panteones.
¿Quieres participar en los bailes? ¡No hay problema! Aun siendo turista puedes unirte, sólo recuerda que, según la tradición, todo aquel que lo haga tiene la obligación de bailar nuevamente por siete años consecutivos. ¿Te apuntas?