Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, el comercio digital llegó para “rescatarnos” y simplificarnos la vida; de esta forma, hemos evitado ciertas actividades en las que antes era común estar presente, incluyendo la compra de libros.
Durante la Jornada Nacional de Sana Distancia, decenas de comercios y espacios lúdicos —como librerías— han tenido que cerrar temporalmente, ocasionando además un cambio importante en las ferias del libro, muchas de las cuales se celebraron de forma virtual.
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Durante este periodo, el siguiente paso para las editoriales en nuestro país fue adaptarse a la situación y algunas nos contaron sobre los obstáculos a los que se han enfrentado y sus estrategias para salir adelante en estos momentos tan complicados.
La pandemia representó un duro golpe para diferentes editoriales en México, particularmente por el cierre de librerías, lo que derivó en una disminución considerable en la venta de libros.
La consultora Nielsen, a través de su división Bookscan que se encarga de medir el comportamiento general del mercado editorial mexicano, reveló en un análisis realizado desde enero del 2020 hasta el 17 de octubre que las ventas en unidades de libros en México cayeron hasta un 28.1%.
Además, en comparación con 15 países también medidos por Nielsen como Reino Unido, Australia, Irlanda, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Italia, España, India, Brasil, Colombia, entre otros, México es el que está sufriendo la recuperación del mercado editorial más lenta de todos.
Eduardo Rabasa, editor de Sexto Piso, mencionó en entrevista con Animal MX que por el cierre de librerías y la cancelación presencial de las ferias de libro en el país, los ingresos para esta editorial cayeron entre 80 y 90%.
Para el Grupo Editorial Penguin Random House, la crisis de la pandemia causó la caída del 80% en sus ingresos.
Deborah Holtz, editora y propietaria de la editorial independiente Trilce, contó en entrevista que sus ventas han disminuido entre un 60 y 70%.
“Las librerías dejaron de pagar, la distribuidora dejó de pagar, y yo apenas estoy intentando cobrar lo que se vendió en febrero. Ha sido una situación dramática”, explicó Deborah.
Por otra parte, Rosa María Martínez de Océano no reveló sus cifras, pero explicó que la editorial también fue “golpeada” por la pandemia y las ventas de libros físicos bajaron como consecuencia del cierre de librerías, aunque sus libros electrónicos sí se han vendido más.
Y es que también está ese otro lado de la moneda: las plataformas exclusivas de libros electrónicos.
Ana Sofia Saucedo Fuentes de Bookmate, que es algo así como un ‘Netflix de libros’, explicó que la pandemia fue una oportunidad para expandir su plataforma y contó que el número de suscriptores en su servicio “aumentó enormemente”.
Este servicio, consiguió miles de nuevos usuarios no sólo en México, sino que también en Argentina, Chile, Colombia y Perú.
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La caída en los ingresos hizo que las editoriales pensaran en estrategias para mantener a flote sus negocios, lo que las llevó a redirigir sus recursos al ámbito digital.
Algunas estrategias que las diferentes editoriales implementaron para adaptarse a los tiempos de pandemia fueron las ventas en línea, digitalización de libros y webinars con autores.
Sexto Piso decidió construir una estrategia a partir del perfil de sus lectores y clientes frecuentes, algo que no había hecho antes de la pandemia.
“Hace 2 o 3 meses realizamos una encuesta a las y los lectores para conocerlos un poco más, saber qué estaban leyendo y entender en qué empleaban su tiempo libre. Encuestamos entre 1,200 y 1,300 personas. Así nos dimos una idea del perfil demográfico, donde tenemos 60% de lectoras y un 40% de lectores, cosa que no sabíamos porque nunca habíamos hecho un ejercicio así”, nos contó Eduardo Rabasa.
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El editor de Sexto Piso agregó que con esta estrategia también lograron detectar cómo sus lectores se enteran de los libros de la editorial.
“Resultó apabullante saber que son las redes sociales la forma en que la gente se entera en la actualidad de los libros; leyendo reseñas o compartiendo cosas. Simplemente han reemplazado a las publicaciones periódicas o los suplementos”, añadió.
A raíz de estas estrategias, Sexto Piso comenzó a vender sus libros a través de plataformas y librerías digitales, logrando que la demanda de sus publicaciones creciera entre 3 y 4 veces.
Por su parte, Rosa Martínez mencionó que para Océano el reto también ha sido llevar el contenido a las redes, por lo que han implementado diversas actividades virtuales para mantener presencia digital.
“Desde marzo y abril tuvimos a todos nuestros autores haciendo Instagram Lives , Facebook Lives y en vivos desde YouTube”, dijo y agregó que además han implementado otros proyectos como cuentacuentos para niños y reseñas de libros con periodistas e influencers.
Penguin Random House aprovechó el contexto de incertidumbre generado por la pandemia para conocer qué es lo que la gente quiere leer en esta época.
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La manera de conocer a sus lectores es a través de Me Gusta Leer México, una página en donde las personas pueden comprar los libros de esta editorial.
Tras investigar, esta editorial detectó que pese a la opción de los libros digitales, el mercado editorial mexicano todavía prefiere el libro físico, por lo que le dio prioridad a la venta de este formato en línea.
“En México descubrimos que la gente todavía no está acostumbrada al comercio electrónico, que no usa mucho Amazon o estas plataformas, lo que nos lleva a preguntarnos cuánto sabemos de las costumbres de nuestros lectores, cuánto sabemos de nuestro mercado, qué debíamos hacer para dar ese viraje”, señaló Juan Carlos Ortega Prado, editor de Debate y Grijalbo Actualidad, sellos de Penguin Random House.
Ortega Prado mencionó que tras esta estrategia, en la que apostaron fuertemente por distribuir los libros mediante plataformas de comercio electrónico como Amazon, Mercado Libre, entre otras, “las ventas comenzaron a crecer, bastante menos de lo que queríamos, pero compensó lo que se había perdido por venta física en librerías”.
La transformación tuvo que ser abrupta, pero no había de otra.
Ana Sofía Saucedo nos explicó que muchas editoriales que en un inicio no consideraban el e-book terminaron firmando con Bookmate y después las apoyaron digitalizando sus catálogos y haciendo presentaciones en línea para promover sus libros.
La plataforma también aprovechó para conocer más a sus usuarios y comenzó a desarrollar proyectos de coedición con editoriales independientes y contenidos originales con un sello propio llamado Bookmate Originals.
Además, lanzó la campaña #QuédateLeyendo en la que invitaron a personalidades como actrices, músicos, youtubers, escritores, entre otros, a curar sus propias estanterías.
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Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Pasar al mundo digital ha sido muy complicado.
“No basta con convertir un contenido físico a contenido digital para hacer que se venda, tienes que tener toda una estrategia de marketing y promoción detrás”, señaló Debora Holtz.
Deborah mencionó que para Trilce y otras editoriales independientes pequeñas es difícil realizar estas estrategias por los recursos que implican, porque no existen apoyos o políticas del gobierno para la industria editorial.
“Gran parte de las editoriales independientes no tenían sus contenidos digitalizados porque no existen apoyos para que esto se realice. En muchos países hubo apoyos directos a la cultura en general, al libro, pero en México no tuvimos esto y por lo tanto las ventas digitales no compensaron la caída de las ventas físicas”, enfatizó.
Trilce ha promovido su sitio de internet para venta de libros, ha realizado presentaciones online y webinars con autores de libros y especialistas y ha participado en ferias digitales.
“Pero lo que se logra mover en estos webinars es poco para el esfuerzo que representan y estamos haciendo eso: tratar de promover más en redes, pero ha sido muy difícil”, agregó.
Así como lo han hecho los últimos meses, las editoriales continuarán apostando por el comercio digital en un futuro (sin importar el formato de los libros).
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“Estamos enfocados y con la idea de que el mundo digital llegó para quedarse y no hay manera de seguir funcionando si no desarrollas esa mancuerna”, admitió Deborah Holtz.
A Eduardo Rabasa le gustaría regresar a las presentaciones y charlas presenciales, además de las ferias de libros físicas, pero por el momento continuarán con pláticas virtuales y explorando estrategias creativas para llegar a los lectores a distancia.
“Nos gustaría volver a la normalidad, hacer lo que hacemos y no tener que estar frente a una pantalla”, dijo.
Rosa Martínez dijo que en Océano seguirán manteniendo por el resto del año los cuentacuentos, además de lecturas juveniles de libros actuales y “En Libro y En Directo”, un proyecto donde un autor de la editorial realiza una charla temática para platicar sobre libros.
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Mientras que Bookmate, además de seguir participando en presentaciones, clubes de lectura y otras iniciativas, está formando alianzas con diferentes universidades para llevar más libros a los estudiantes, tanto físicos como electrónicos, a un precio bajo y con mayor cobertura.
Por otro lado, quieren ampliar su oferta y que los lectores en Latinoamérica tengan un acceso más sencillo a libros que serían difíciles de conseguir en físico, “que los lectores mexicanos puedan conocer títulos publicados en Chile y Argentina y viceversa”.
Fuera de todas las estrategias y adversidades a las que las editoriales se han enfrentado los últimos meses, las personas han utilizado la lectura para escapar momentáneamente de la realidad.
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El estudio realizado por Nielsen Bookscan reveló que los libros de ficción han ganado terreno en 2020 a comparación de 2019.
Las ventas de libros de “ficción infantil/juvenil” representaron 25.5% del total de 2020 hasta el 17 de octubre, mientras que los libros de “ficción para adultos” representan el 20.4%.
A pesar de esto, el porcentaje de la venta de libros de “no ficción trade” fue de 34.8% y el de “no ficción técnica” fue de 19.3%.
Bookmate reveló que sus cinco libros de ficción más leídos entre marzo y junio de 2020 son:
En cuanto a los libros de no ficción más leídos en la plataforma están:
Por otro lado, los títulos de no ficción más leídos de esta editorial son:
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