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Sep 05/2019

¿Una extraña criatura hallada en Alaska? No es un alien, sino una estrella marina

Foto: Facebook Sarah Vasser-Alford

Cientos de usuarios se sorprendieron por un video publicado en Facebook en la cuenta de una pescadora de Alaska. Algunas personas comentaron que la criatura parecía un alien, peeero… este animal de color naranja es en realidad una estrella canasta (Astrocladus euryale).

Bueno, aunque su nombre indique otra cosa, en realidad no es una estrella de mar, aunque pertenece a la misma división de los equinodermos, en la que también se clasifican los erizos y los pepinos de mar.

Este curioso animalito pertenece a la clase conocida como ofiuros. Una de las principales diferencias con las estrellas de mar es que, mientras los brazos de estas están conectados, los brazos de los ofiuros no están unidos entre sí, por lo que el disco central se distingue perfectamente, según informa Oceana, organización internacional que trabaja por la conservación de los océanos.

Aunque el video- que ya tiene más de un millón de reproducciones- fue publicado el 15 de agosto, fue recientemente que su autora Sarah Vasser-Alford editó su publicación y escribió:”¡Loca criatura del mar profundo! En Alaska. En realidad se llama estrella canasta”. Sarah aseguró que el ejemplar fue devuelto ileso al agua cerca de las costas de la Isla Príncipe de Gales, en Alaska.

Crazy deep sea creature! Actually called a Basket Star. Prince of Wales Island Alaska. And yes it was placed back in the water unharmed.

Posted by Sarah Vasser-Alford on Thursday, August 15, 2019

Una criatura de las profundidades

Según datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) esta criatura suele vivir entre los 500 y los 1800 metros de profundidad.

Es un invertebrado extraordinario que tiene una masa de brazos móviles y ramificados que pueden medir casi un metro de largo. Cada rama tiene pequeños ganchos afilados, lo que le permite capturar a sus presas.

La estrella canasta puede vivir hasta 35 años y se alimenta principalmente de zooplancton (diminutos crustáceos, moluscos, gusanos y larvas de peces). Sus brazos atrapan a estos animalitos y se enroscan hacia la boca de la estrella, donde una especie de cepillos barre el zooplancton para su digestión.

Suelen pegarse al suelo marino, de día se enroscan y descansan, de noche, extienden sus brazos para atrapar a sus presas. Además, si algún depredador u otro elemento rompen o cortan sus extremidades, estas ¡vuelven a crecer!

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Y no es la única…

La estrella canasta no es la única criatura del fondo del mar que parece salida de una película de ciencia ficción. Aquí te presentamos algunas:

Un pez con problemas de apego

El rape es un pez que parece estar siempre enojado y vive en las profundidades del Atlántico y Antártico, a mil 500 metros por debajo de la superficie, aunque algunas de las 200 especies existentes, viven en lugares tropicales poco profundos, según National Geographic.

Tienen cabezas enormes y bocas aún más grandes llenas de dientes afilados. Algunos pueden medir hasta un metro de largo, aunque la mayoría miden menos de 30 centímetros.

Las hembras tienen una especie de antena que sobresale de su espina dorsal y cuelga sobre sus bocas. En la punta de esa antena tienen un señuelo luminoso para atraer a sus presas. Su enorme boca y su cuerpo flexible les permite comer animales de ¡hasta el doble de su tamaño!

El macho no tiene esa antena y es mucho más pequeño que la hembra. Y si crees que has tenido relaciones tóxicas, espera a ver cómo se aparean estos peces.

En lugar de buscar parejas constantemente para aparearse, este pez se convierte en una especie de parásito permanente. Cuando un rape macho soltero y sin compromiso encuentra a una hembra, la muerde con fuerza y se queda ahí.

Con el tiempo el macho se funde en la hembra, conecta con su piel y su flujo sanguíneo, e incluso pierde sus ojos y órganos internos, excepto los testículos. Esto puede ocurrirle a una hembra más de una vez en su vida y llegar a tener pegados los restos de más machos.

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Una araña sin cuerpo

La araña marina gigante del Océano Austral tiene patas de hasta 25 centímetros de largo, pero hay dos razones por las cuales los aracnofóbicos no deberían temerle a esta criatura: vive en el fondo del frío océano alrededor de la Antártida y, en realidad, no es una araña.

Como las verdaderas arañas, estas criatura marinas también tienen ocho patas, pero algunas de las más de mil 300 especies existentes pueden tener 10 y hasta 12 patas, señala el biólogo alemán Florian Leese.

Muchas son carnívoras y tienen una especie de trompa gigante con la que comen gusanos, medusas y esponjas. Sus cuerpos no parecen tener mucho más aparte de sus largas piernas y trompa. En realidad no tienen cuerpo y sus órganos están en sus piernas, dice Leese.

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Un fósil viviente

Otra extraña criatura que vive en el fondo de los océanos es el tiburón anguila, a menudo llamados “fósiles vivientes” porque durante los 80 millones de años que llevan existiendo en la Tierra, han cambiado muy poco.

Estos tiburones son primos lejanos de otros más conocidos, como los grandes blancos o los martillo, y han estado nadando en las profundidades de la Tierra desde la época de los dinosaurios.

No se sabe mucho de esta especie pues rara vez es avistada por el ser humano. Tienen un cuerpo largo y delgado, y una cabeza similar a la de una serpiente.

Su mandíbula y sus 300 dientes en forma de aguja les permiten atrapar grandes presas, según informa el Instituto del Mar y la Atmósfera de Portugal.