Antes de que se te congele el cuerpo, tenemos algo que contarte: no hay ningún sustento científico que avale que aplicar hielo en la nuca ayude a reducir malestares del cuerpo, como quiere hacer creer una publicación en Facebook.
Preguntamos a especialistas médicos sobre la publicación que, hasta ahora, tiene más de 1,300 reacciones y ha sido compartida más de 9,000 veces.
Según dice ese post, aplicar hielo en la nuca combate el cansancio y la fatiga, ayuda a tratar el insomnio, relaja la zona del cuello y la nuca, alivia dolores agudos en rodillas, piernas y brazos, acaba con dolores musculares y trata dolores de abdomen y espalda.
O sea, básicamente dice que el hielo es mágico, pero aunque así lo parezca, ese “remedio” no tiene ningún sustento médico.
Daniel Pahua, bariatra e investigador del departamento de Salud Pública de la UNAM, explica que a lo sumo, el hielo puede provocar una relajación en la piel, “siempre y cuando el hielo se coloque a manera de compresa en la zona” (o sea, envuelta en una toallita).
Eso sí puede ayudar a que disminuya el cansancio o la fatiga.
“Se podría decir que también ayuda a disminuir el insomnio, porque si te relajas, probablemente puedas dormir, pero depende de cada cuerpo, no sería en todos los casos”, explica el doctor Pahua.
Pero de ahí en más pues… en realidad no hace mucho.
El bariatra agrega que, como es un hielo, en realidad no puede profundizar en zonas donde está ubicado el dolor, “la ayuda es muy superficial”.
En esto coincide el investigador de la Universidad de Guadalajara, Luis Miguel Román Pintos, quien explica que poner hielo en la nuca “sólo se trata de entumecer esa zona”.
“La idea que dan de aplicarlo en esa zona para reducir todos esos malestares no tiene sentido, hay terminaciones nerviosas que pasan por el sitio, pero no tiene mucho sentido aplicarlo así nada más”, destaca.
Ambos especialistas creen que esta idea surgió luego de que se colocara una banda o toalla fría en la frente para reducir el dolor de cabeza. Aunque en el caso del hielo en la nuca no hay sustento científico.
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Los especialistas concluyen que es súúúper importante escuchar a tu cuerpo.
Cuando haya un dolor, ¡no te automediques! Lo mejor es acudir con tu médica general a revisión para que identifique en qué parte está el dolor y pueda hacer un diagnóstico acertado.
“Lo primero es identificar en qué estructura del cuerpo es el dolor, si es muscular, de huesos, de órganos, de nervios, o si se combinan algunos de estos, si se trata de un dolor agudo, es decir que se presenta por primera vez o crónico que es algo con lo que estamos recurrentemente, y a partir de ahí tratar el dolor”, explica el investigador de la UDG, Luis Miguel Román.
Para el académico es muy importante que la gente sea consciente que no se puede tratar con la recomendación médica de otra persona.
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“El dolor y su tratamiento varía mucho de persona a persona, no es lo mismo ser una persona sana que padecer alguna comorbilidad, como diabetes o tener obesidad”.
Otro de los puntos importantes a considerar es pensar si ese dolor apareció de la nada, fue aumentando con el paso de los días o se debió a un accidente.
Algo importante es saber que las recomendaciones tanto del bariatra Pahua, así como del académico Román no indican que la medicina de consultorio esté peleada con los tratamientos alternativos.
El bariatra de la UNAM enfatiza en que la decisión de acudir a un especialista u optar por algún método alternativo debe estar bien fundamentada.
“Los medicamentos nos ayudan y un tratamiento alternativo nos puede ayudar a complementar el proceso de eliminar el dolor, pero ojo, siempre bajo vigilancia médica como con un médico rehabilitador”, explica.