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Dic 13/2019

¿Cómo tratar con el estrés de la universidad y cuándo pedir ayuda?

Foto. Unsplash

El suicidio de Fernanda Michua Gantus, estudiante del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), nos ha recordado la importancia de que los jóvenes conozcan sobre su salud mental y la atiendan.

Según datos del Instituto Nacional de Psiquiatría, los mexicanos tardamos hasta 14 años para buscar tratamiento en este aspecto- el promedio mundial es de 10 años.

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El caso de Fernanda recuerda que “los universitarios son una población altamente vulnerable en cuanto a salud mental”, señala el psicólogo, especialista en medicina conductual y profesor universitario, César Alexis Solís Romero.

No sólo por el estrés y la ansiedad que puede provocarles la exigencia académica, sino porque “están en una etapa en la que tienen expectativas muy altas y están dispuestos a sacrificar, tiempo personal o recreativo -hasta cosas básicas como dormir, comer, ir al baño-, por lograr lo que buscan”, apunta.

Según un estudio de la Universidad Nacional Metropolitana (UAM) Cuajimalpa, en coordinación con el Instituto Nacional de Psiquiatría y la Universidad de Harvard, 30.2% de los alumnos de nuevo ingreso a una carrera ha tenido un posible problema de salud mental. De ellos, al menos un 15% admitió algún tipo de pensamiento o conducta suicida.

¿Qué es el estrés y cómo nos afecta?

El estrés es una reacción natural, en la que el cerebro libera adrenalina y otras hormonas para que el cuerpo esté listo para enfrentar una amenaza. Para ello aumenta el flujo de sangre, sube el nivel de concentración, eleva el ritmo cardíaco, agudiza la visión, etc.

Pero… cuando el mecanismo de estrés se activa constantemente y supera nuestra capacidad para manejarlo, entramos en algo llamado desgaste por estrés.

Cuando este desgaste es reiterado, puede afectar nuestra salud física y mental, señala Solís Romero.

Migrañas, gastritis, colitis, dificultad para concentrarse, ataques de pánico, insomnio, ansiedad, taquicardia, y hasta estados psicóticos y alucinaciones -en casos extremos-, son sólo algunos de los efectos del estrés reiterado.

En ciertos casos, una situación de estrés constante y que no cede, puede derivar psicológica y bioquímicamente en una depresión y, sin ayuda psicológica, esto podría llevar incluso a pensamientos y acciones suicidas, advierte Solis.

Fernanda Michua Gantus, alumna de las licenciaturas de Derecho y Relaciones internacionales en el ITAM, falleció la noche del miércoles 11 de diciembre en lo que se presume fue un suicidio. Su muerte provocó que desde ayer alumnos y ex alumnos pidieran a la institución tomar medidas para priorizar la salud mental de sus estudiantes.

Con el hashtag #ITAMDateCuenta, estudiantes compartieron sus testimonios sobre los altos niveles de estrés y exigencia académica que tienen que enfrentar.

El ITAM recordó que cuenta con una línea de atención psicológica y legal, y el colectivo de estudiantes Sororis Derecho dijo haberse comprometido con su departamento a crear un plan para la atención y cuidado de la salud psicológica.

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¿Cómo saber que el estrés ya me está haciendo daño?

Según la Asociación Americana de Psiquiatría (APA por sus siglas en inglés), algunos de los síntomas físicos y psicológicos que podemos notar cuando ya se nos está pasando la mano con el estrés son:

  • Dolores constantes de cabeza
  • Tensión muscular que no cede
  • Sudoración de las manos
  • Dificultades para respirar
  • Inflamación generalizada (colitis, gastritis, etc.)
  • Taquicardia
  • Dificultad para concentrarse
  • Preocupación excesiva
  • Irritabilidad
  • Cansancio
  • Pensamientos repetitivos
  • Excesiva autocrítica

El especialista aconseja que si tú o alguien cercano está bajo mucho estrés y comienza a presentar estos síntomas de manera reiterada cada que debe enfrentar cierta actividad (ir a la escuela, hacer tarea, estudiar para un examen), es una señal para buscar ayuda profesional.

Si todos los días estás angustiado, si las preocupaciones que tienes empiezan a afectar tu salud física (gastritis, dolor de cabeza, insomnio), si estás sacrificando tus necesidades básicas (comer o dormir) por trabajar o estudiar, o si has tenido la idea de que sería mejor morir que ‘fracasar’ en una carrera o trabajo, es una alerta clara de que debes buscar ayuda profesional.

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¿Cómo lidiar con el estrés sin que te consuma?

Al ser algo natural, es imposible deshacernos del estrés para siempre, pero si podemos tomar ciertas medidas para reducir sus niveles y los efectos negativos que tiene en nuestra salud mental y física.

Para lidiar con el estrés durante las clases (o peor aún, ¡los finales!), checa las recomendaciones de este especialista:

  • Fortalece tus vínculos sociales. Si sientes que el mundo se te viene encima, acércate con tu familia, amigos o pareja e intenta hablar al respecto. Lo peor que se puede hacer al estar sometido a altos niveles de estrés es aislarse socialmente, apunta este psicólogo.
  • Realiza actividades recreativas. Esta es una de las formas más efectivas para combatir el estrés. Hacer deporte, realizar una actividad artística o practicar un hobbie ayuda a despejar tu mente y reducir el nivel de estrés en el cuerpo.
  • Checa tu alrededor. A veces es inevitable o imposible alejarte de ciertos ambientes tóxicos, pero, pero si detectas que hay personas o ambientes que sólo aumentan tu estrés o ansiedad, y puedes evitarlos, hazlo.
  • Date chance de descansar. Sabemos que a veces es difícil ponerle un freno a todos los pendientes, pero es absolutamente necesario que cada tanto le des a tu cuerpo y a tu mente un descanso. “Así evitarás el desgaste por estrés”, dice Alexis.
  • No te olvides de comer. Como ya lo vimos, cada vez que te estresas tu cuerpo se desgasta física y mentalmente. Comer bien y a tus horas, lo ayudará a recuperarse.
  • Y plis, ¡duerme bien! Una mala calidad de sueño puede acrecentar los efectos adversos del estrés, y también puede desembocar en depresión, ansiedad y otros padecimientos mentales.

“Todas estas son algunas medidas individuales, pero también es necesario que haya acciones por parte de las instituciones, empresas, escuelas y familias que ayuden a los jóvenes a desarrollar y fortalecer habilidades socio-emocionales (control del estrés, empatía, comunicación asertiva, entre otras)”, advierte el especialista.

Solis apunta que se requieren esfuerzos conjuntos en todo el sistema educativo para señalar la importancia de cuidar la salud mental de los estudiantes -como lo hace ya la NOM-035 para reducir y prevenir el estrés en el ámbito laboral.

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¿Dónde buscar ayuda?

Si crees que tú o alguien cercano sufre desgaste por estrés, depresión u otra situación de salud mental, lo mejor es consultar a un especialista. Si no conoces a alguno o te parece costoso, existen centros o líneas telefónicas de atención psicológica gratuita.

SAPTEL es un servicio telefónico gratuito de salud mental y medicina a distancia. Tienen 30 años de experiencia y dan servicio las 24 horas. Teléfono: 55-5252-8121.

El Instituto de las Mujeres de la Ciudad de México tiene una línea de atención las 24 horas y los 365 días del año. Teléfono: 55-5658-1111.

La Facultad de Psicología de la UNAM también ofrece una línea de atención, aunque esta sólo ofrece servicio de lunes a viernes de 08:00 a 18:00. Teléfono: 55-5622-2288.

En el portal Aprendo+ de la UNAM puedes tomar varios cursos en línea de forma gratuita sobre inteligencia emocional y manejo de la ansiedad y el estrés.

Aquí puedes ver una lista más detallada con otras opciones de terapia gratuita o a muy bajo costo.