Va de nuevo la pregunta: ¿cómo saber si mi pareja está disfrutando el sexo?
La forma más fácil es: pregúntale. Sin embargo, cuando tienes genitales en tu boca (o dentro de cualquier otra cavidad de tu cuerpo, vaya), de repente puede ser un poco difícil o impráctico articular el lenguaje verbal.
Claro, hay situaciones sexuales en las cuales el habla es absolutamente necesaria, como para dar consentimiento, para activar las palabras seguras o para cumplir algunos juegos de rol.
Sin embargo, también es cierto que no a muchas personas les va a gustar que les pregunten cien veces “estÁs dIsfRuTanDO ESTO?!?!!??!” con un tono lleno de nervios justo antes de tener un orgasmo.
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A veces, cuando la palabra no alcanza, se recurre al lenguaje del cuerpo. El cuerpo habla. Y como habla, también miente. Y como miente, no es plenamente confiable.
Algunas personas son más hábiles y perspicaces al interpretar señales no verbales, mientras que otras de plano ni se darán cuenta. Además, no todas las personas van a expresar su gusto o disgusto con su cuerpo de la misma manera: así como hay personas que platican más y otras que platican menos, hay personas que mostrarán con su cuerpo mucho entusiasmo o negativa, del mismo modo en que hay otras que apenas si moverán su cuerpo.
Lo de siempre en la comunicación humana, pues: todes nos comunicamos, pero todes lo hacemos un poquito distinto, lo suficiente para generar errores de interpretación tanto nimios como catastróficos.
Sin embargo, eso no significa que el lenguaje no verbal no pueda ser una herramienta útil para distinguir cuando alguien está disfrutando del sexo a cuando de plano no, al punto de que su observación puede hacer la diferencia entre una situación desagradable (incluso violenta) y una placentera.
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A veces uno se da cuenta de lo que le gusta a su pareja a través de escuchar sus gemidos, mirar sus sonrisas y sentir las contracciones de sus músculos, y ese descubrimiento produce los orgasmos más explosivos. A veces, ignorar (sea por descuido o por deliberada omisión) que tu pareja está tiesa o llorando puede traducirse en una situación de violencia sexual. El cuerpo importa.
Ninguna señal no verbal del cuerpo es definitoria y todas deben leerse dentro del contexto y en conjunto con el lenguaje verbal.
En suma, se trata de buscar las señales que enviaría el cuerpo de una persona que está gozando lo que hace.
Un cuerpo dispuesto, alegre, motivado, cercano; uno que demuestra que tienes ganas de tocar y ser tocado, que se mueve con ligereza, que evidencia poca o nula tensión. Un cuerpo que disfruta.
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De nuevo, se trata de buscar las indicaciones no verbales de que una persona no está disfrutando lo que hace.
Estas señales no significan necesariamente falta de consentimiento, pero SÍ significan que vale la pena pausar y preguntar si todo está bien, si se está disfrutando, si hay comodidad, si se puede hacer mejor o si hay que detenerse.
(Hay una mención especial que quiero hacer: estoy sorprendido y abrumado por la cantidad de amigas (sobre todo) que me han contado historias donde se pusieron a llorar en el sexo y la pareja con la que estaban (hombres, en su mayoría) no lo notó, no le importó, no preguntó nada o no se frenó.
Aunque el llanto y el sexo merecen un texto aparte, no quiero dejar de pasar la oportunidad de decir: si tu pareja llora durante el sexo, detente en ese momento y pregúntale si está bien).
Y eso es todo por hoy. Como no sé cómo cerrar esta columna, lo haré con un meme: