Paola Schietekat estaba cumpliendo su sueño de trabajar en la organización del Mundial de Futbol de Qatar 2022, cuando todo se volvió una pesadilla y tuvo que huir del país tras vivir una agresión física y luego enfrentarse al sistema arcaico de justicia del país árabe.
Schietekat, originaria de México y fanática del futbol, trabajaba en la economía conductual para el Comité Supremo de Catar, el organismo responsable de organizar el Mundial que se celebrará del 21 de noviembre al 18 de diciembre de este año.
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It was quite an experience!
Estar involucrada en la organización de un Mundial de Clubes y además tener la oportunidad de representar a los @LIBRESYLOKOS que no pudieron venir hasta Qatar! 💙💛 pic.twitter.com/ZI64QKr5wL— Paola Schietekat 💜💚💗🇵🇸 (@paola7kat) February 11, 2021
Sin embargo, como cuenta a Cuestione, el 6 de junio del 2021, un hombre de la comunidad latina en Catar -y a quien consideraba su amigo- entró al departamento de Paola, donde la agredió físicamente.
“Después de un forcejeo breve terminé en el piso. Horas después, me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda”, relata la mexicana en una carta titulada Un mundo que parece odiar a las mujeres, la cual puedes leer aquí.
Pero para Paola, quien ya había sido víctima de abuso sexual y agresión cuando tenía 16 años, la situación sólo empeoraría desde ese momento.
Utilizando su experiencia anterior, Paola se trasladó a un hotel en Doha (que consideraba como una ciudad segura), se puso en contacto con su familia, tomó fotos de las lesiones y, junto con Luis Alberto Ancona Navarrete, el cónsul mexicano en Catar, acudió a la policía.
Al llegar con la policía, la mexicana fue interrogada en árabe -idioma que no domina- y le ofrecieron tres opciones: no hacer nada ante la agresión, pedir una orden de alejamiento o llevar el caso a las últimas instancias.
Con el consejo del cónsul, Schietekat decidió llevar el caso a las últimas instancias, firmando una declaración y dando los datos del agresor.
Ese mismo día en la noche, la policía contactó a Paola y le pidió ir nuevamente a la estación de manera urgente. Al llegar, su agresor se encontraba ahí y el papel se invirtió: ahora ella era la acusada.
¿Por qué pasó esto? Porque el hombre le dijo a la policía que eran novios y bajo la ley de este país, eso se considera como una relación “extramarital”, lo cual es castigado severamente.
En su carta, Paola explica que las relaciones extramaritales pueden ser castigadas con hasta 7 años de cárcel y, en algunos casos, 100 latigazos (sí, en pleno siglo XXI).
Entonces, como narra, de un momento a otro su denuncia dejó de importar y el caso se centró alrededor de la supuesta relación extramarital.
Al salir de la estación, Paola tuvo que dejar su celular desbloqueado para la investigación y comenzó a recibir represalias por su denuncia: acoso y amenazas de parte del agresor.
Como cuenta a Cuestione, pudo salir de Catar el 25 de junio del 2021 con ayuda de Human Rights Watch y gracias a su trabajo.
La directora de asuntos internacionales del Comité Supremo se puso en contacto con el Ministerio del Interior, para quitar la prohibición de viaje que tenía Paola por estar bajo investigación y así poder volver a su país.
Una vez en México, Paola recibió el expediente de la Corte Criminal de Catar, el cual mostraba que el agresor había quedado absuelto de cualquier crimen.
Y aunque el reporte médico mencionara que ella sí tenía heridas en su cuerpo, decía que no había forma de demostrar que ella sufrió una agresión porque no había cámaras que captaran al agresor entrando al departamento.
Ese mismo expediente omitía las irregularidades cometidas por las autoridades de Catar (incluyendo el interrogatorio en árabe y que se quedaron con su teléfono), entre otras fallas.
Pero a pesar de todo, los cargos que tenía por una relación extramarital seguían vigentes, haciéndole imposible regresar a Catar y con la necesidad de pagar representación legal.
Su abogada le había dicho que su opción era casarse con su agresor para cerrar el caso, pero ella explica a Cuestione que eso no tenía sentido porque para retirar esas acusaciones ella debía estar casada con él antes de la denuncia.
Paola buscó apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores para enviarle una querella al gobierno de Catar en la que se cuestionaran las irregularidades de su caso.
Sin embargo, menciona en su carta todas las formas en las que el gobierno mexicano dejó mucho que desear.
Ese sueño no me lo arrebató solamente el agresor, sino la malicia de un sistema judicial arcaico y la negligencia e indiferencia de un servicio exterior poco preparado https://t.co/y9qDVuiSqr
— Paola Schietekat 💜💚💗🇵🇸 (@paola7kat) February 12, 2022
Para empezar, señala que la Embajada de México en Catar no estaba preparada para defenderla, ya que ningún diplomático hablaba árabe y no conocían las leyes locales.
Luego menciona que envió una carta a Leticia Maki Teramoto, titular de la Dirección de Protección para Mexicanos en el Exterior, pero no recibió respuesta por una semana y luego, cuando le contestan, sólo le dijeron que siga en contacto con la Embajada para tener seguimiento del caso, sin decirle qué estaban haciendo por ella.
Cuando busqué ayuda de las instituciones ante mi caso de agresión y subsecuente condena, no recibí más que indiferencia los únicos que me ofrecieron ayuda fueron reporterxs y periodistas.
— Paola Schietekat 💜💚💗🇵🇸 (@paola7kat) February 12, 2022
Además, señala que si el personal de la Secretaría de Relaciones Exteriores estuviera mejor capacitado, tendría la capacidad de resolver de mejor manera casos como el de ella, en lugar de que el personal diplomático sólo esté preocupado en organizar barras para los equipos de futbol.
Paola advierte que cuando sea el Mundial podría haber problemas con mexicanos que no conozcan las leyes de ese país, que no hablen árabe y que no tengan el apoyo de la Embajada.
Por otro lado, también enfatiza que debería haber una estrategia internacional para responsabilizar a ese país cuyas leyes están contra las mujeres y la comunidad LGBTI+.
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