Comparte
Sep 26/2019

La ouija: ¿de verdad se mueve por el poder de los espíritus?

Ilustración: Andrea Paredes / @driu.paredes

Ese tablero que conocemos como ouija inspira dos cosas: desconfianza o respeto. 

Desde hace más de un siglo, la ouija ha servido como un instrumento para supuestamente comunicarse con espíritus, aunque actualmente hasta Hasbro tiene su propio tablero. 

La ouija, ¿funciona para obtener respuestas?

Muy probablemente sí, pero no de quién tú crees (tu tía, tu abuelo, tu padre…) ni del más allá. 

Si has jugado con la ouija seguramente te ha sacado más de un susto porque de verdad crees que los espíritus se comunican contigo.  

Pero lamentamos decirte que la respuesta es más terrenal, aunque no por ello menos maravillosa. 

Te interesa: ¿Arte o fraude? El tarot revela algunos de sus secretos

En realidad, la ouija muestra el poder que tiene nuestro inconsciente, esa parte de nuestra mente que procesa información sin que nosotros podamos tener acceso a ella. 

El inconsciente es esa parte de un iceberg que está debajo del mar. Esa parte del iceberg puede realizar acciones sin que nosotros estemos al tanto. 

¿Cuáles? Como responder preguntas que nosotros mismos hacemos a un tablero o mover un péndulo al preguntar sobre alguna decisión difícil de tomar. 

Nada de espíritus, solo un efecto llamado “ideomotor”. ¿KHÉ?

Hace unos años, un estudio de la Universidad de British Columbia que buscaba explorar el funcionamiento de la ouija demostró que los participantes sometidos al estudio se veían influidos por “acciones ideomotoras”

¿Qué es esto? La explicación es: son acciones que no se perciben como intencionales y tú, como sujeto que las experimentas, sientes que surgen de una fuente que no logras identificar, peeero podría ser que tú mismo las provocaras.

Lee: ¿Tenis de 80 mil pesos? Así es la cultura de los sneakers en México

“A menudo se asocian con una sensación de ser involuntarias. El fenómeno de la ouija es un ejemplo clásico”, sostiene esta universidad. 

La ouija, una herramienta para descubrir los misterios de tu mente

El estudio no se quedó ahí, también demostró que la ouija es una ventana a una “segunda inteligencia”, como le llamaron los psicólogos.

Estos expertos sostienen que la ouija es una herramienta para descubrir los misterios de la mente humana y que, además, resultó ser una excelente manera de explorar cómo se comportan nuestros procesos inconscientes. 

La “segunda inteligencia” 

Esto se pone bueno. Durante este ejercicio, los investigadores descubrieron que las personas respondieron mejor en 65% de las veces cuando tenían una ouija, en comparación con 50% de las respuestas de la gente sin un tablero. 

“Estos sorprendentes hallazgos sugieren que tenemos una poderosa segunda inteligencia que descansa más allá de nuestras mentes conscientes, a la que se puede acceder en las condiciones adecuadas”, explica en un comunicado de la universidad Hélène Gauchou, una de las investigadoras que participó en el estudio. 

Por ejemplo, ¿cuál es la capital de Camboya

Te interesa: Quinn, un sitio de puro porno auditivo (¡nada de imágenes!)

Tu primera respuesta podría ser “no lo sé”, pero un tablero de ouija quizá podría ayudarte a responder correctamente. 

Por cierto, la capital es Nom Pen. 

Si acertaras al contestar con la ayuda de un tablero, lo más probable es que lo hayas leído en algún lado pero por ahora no lo recuerdes. 

Así, la ouija habría sido un instrumento que te permitió sacar esa información de las profundidades de tu mente

¿Libre albedrío o títeres de nuestras neuronas?

Cuando elegimos, nuestras neuronas están haciendo operaciones “por debajo” de esta acción. Así que, ¿crees que eres completamente libre de decidir?

“No lo eres. Las neuronas trabajaron, tomaron una decisión y ya hasta después surge un proceso cognitivo que es nuestra conciencia. La gente dice ‘yo decido’, pero eso no es cierto, las neuronas lo hicieron ya”, explica Ranulfo Romo, un reconocido neurofisiólogo mexicano que ha profundizado en el tema de cómo las neuronas moldean nuestras decisiones

No te espantes. Las neuronas “deciden” con base en la educación. Entre más educados estén nuestros circuitos cerebrales, mejores decisiones tomaremos. 

“Una persona que no tiene educados sus circuitos cerebrales y a la que se le somete a información para que genere conocimiento y lo guarde a través de la experiencia, va a tener una toma de decisiones muy difícil”, explica el especialista. 

Un ejemplo.

Si tú no eres médico y te piden operar a alguien del corazón seguro lo vas a matar porque tus neuronas no están educadas para ello, es decir, tus circuitos cerebrales no están entrenados para trabajar en eso.  

Descuida, el libre albedrío sí existe, peeero…

Así que, ¿somos títeres del inconsciente, en concreto, de nuestras neuronas? 

Sí, pero no es que estemos indefensos ante ellas. El libre albedrío sí existe, pero lo que no sabemos es que dura apenas un instante; tenemos menos de un segundo para pasar las decisiones inconscientes a nuestra conciencia.

Tenemos, exactamente, 0.2 segundos. 

“Existe la posibilidad de dejar pasar la decisión de las neuronas a la conciencia o de bloquearla. Eso se llama prudencia”, explica Ranulfo.