Desde hace casi tres años soy poli. ¿Qué he aprendido?
Que no es simple y que es increíblemente fácil dañar a la gente si no tienes cuidado. También, que puede ser una forma de relacionarse sana, muy chida y liberadora llena de nuevas experiencias.
Aquí te comparto 12 puntos que aprendí -a punta de errores-. Ojalá te sean útiles si quieres entrarle al poliamor.
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Es probable que inicies tu camino por el poliamor con una relación que previamente era monógama. Antes de aventarse, piensen si este esquema de relación funciona bien para ustedes (este artículo habla sobre otros tipos de relaciones no-monógamas) y si no es una respuesta a un bache en su relación actual.
Esto es superimportante, porque una vez que involucran a más gente echar reversa no es fácil: partan de la regla dorada de que la gente merece respeto (duh), empatía emocional y que, desde luego, no es desechable.
Quizá en un inicio quieras andar con mil personas porque te crees supercapaz de mantener muchas relaciones, pero aguas.
Si una de tus parejas tiene cinco parejas porque puede y funciona todo muy bien, no significa que tú debas tener el mismo número, ¡no son competencias!
Antes de involucrarte con cualquier persona, por favor, por lo que más quieras, explica tu esquema de relación.
No quieres ser esa persona que da excusas que ya nadie compra: “Sí, tengo una relación pero ya está bien oxidada y no le veo futuro” o “Sí, vivo con mi novia pero ni nos pelamos; es más como mi roomie”. Las cosas como son: “Tengo una relación poliamorosa y tengo X parejas ahorita, ¿estás cómodx con eso?”.
Los acuerdos son los pilares de tus relaciones, una guía de do’s y dont’s que estableces con cada una de tus parejas.
Es importantísimo que antes de relacionarte con otra persona hablen de esto aunque sientan que es un proceso burocrático tipo SAT y quizá lo es, pero con el tiempo ayudará a que los malentendidos se reduzcan.
Es crucial que entiendas que los límites y acuerdos que estableces con una pareja no pueden vulnerar los que ya tienes con otra pareja, pero que son flexibles, revocables y que evolucionan con el tiempo, siempre y cuando se hable claro.
Van algunos ejemplos de límites y acuerdos (por si estás medio perdidx):
Desde luego, si alguno de estos límites chocan con lo que te pide alguna de tus otras parejas tienes que ser clarx y no andarte con rodeos; puede ser tenso, pero es lo mejor a la larga: “hoy no puedo porque los jueves son mis días con X, pero ¿te parece si salimos mañana?”.
Tienes que entender que una infidelidad, en cualquier tipo de relación, es romper con los acuerdos establecidos. En el caso de una relación monógama estos acuerdos son no involucrarse sexual, ni emocionalmente con nadie más, pero en una poliamorosa ustedes los crean.
Las relaciones monógamas nos enseñan que si nuestra pareja liga con alguien más es lo peor que nos puede pasar, por lo que es “normal” sentir aversión por esa persona.
Pero en las relaciones poli debes entender que tu metamor (la o las parejas de tu pareja) no es tu enemigx y que el hecho de que tu pareja salga con él o ella no significa que es mejor o peor que tú.
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No lo haga, compa: tu pareja encuentra en ti algo diferente que no encuentra en otras personas, valora eso.
Esto no significa que debas llevarte bien con tu meta o siquiera hablar, eso depende de los límites y acuerdos que tengas con tu pareja; pero en mi experiencia personal hasta es más chido cuando logras tener una relación amistosa con tu meta.
Oh boy, este es de los errores más fáciles de cometer.
En general, no andes ventilando lo que hacen o no tus parejas, pero mucho menos lo hagas con otra pareja.
Las peleas que tengas con tus parejas son parte de la privacidad de la relación.
Nunca te lleves problemas de una relación a otra porque aunque cuentes con el apoyo emocional de otra pareja, con el tiempo pueden surgir situaciones tensas entre tus relaciones.
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Esto aplica para cualquier tipo de relación, pero no sobra decirlo.
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Si tú la regaste asume las responsabilidades de tus actos y encuentra la mejor forma de reparar el daño que cometiste con base en las necesidades de la otra persona, eso incluye dar espacio: no estés molestando si te pidieron no saber nada de ti.
Imaginemos un escenario: planeaste tu fiesta de cumpleaños e invitaste a tus parejas.
Antes de que ocurra un momento tenso, háblalo antes del evento o antes de invitarlxs: “Pensaba que X también estuviera en la fiesta, ¿te sientes cómodx o hay algo que te gustaría que no pasara?”.
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Quizá llegues a una situación donde sientas celos y llegues a pensar “¿cómo?, ¿no que ya era muy abierto y no me importaba que mi pareja estuviera con alguien más?, ¿soy una persona horrible?”.
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Pues no, también es normal sentir celos aunque estés en una relación poli; así como en una relación monógama es bueno compartir con tu pareja lo que te preocupa y confiar, en una poli también. No te lo guardes y procura no sobrepensar las cosas.
Si notas que una de tus parejas la está pasando muy mal con otra de sus parejas por algún tipo de violencia (mental o física), no está mal que toques el tema y externes tu preocupación.