El internet (y las películas porno) están inundadas de referencias al squirt: que si todas las mujeres y personas con vulva lo experimentan igual, que si lograrlo es sinónimo de tener un orgasmo, que si squirt y eyaculación vaginal (conocida como eyaculación femenina) es lo mismito, que si es bien fácil lograrlo.
Pues te tenemos noticias: el squirt no es lo mismo que el orgasmo ni que la eyaculación femenina / vaginal y para lograrlo se requiere un poquito de práctica y divertirse con el cuerpo.
Pero tranqui, que aquí hablaremos con calmita, claridad y de forma muy directa sobre esta capacidad de las mujeres y personas con vulva que, en muuuchas ocasiones, puede resultar súper rica.
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Así es, primero lo primero: hay que saber diferenciar entre estos tres momentos del placer femenino y entender que, aunque pueden presentarse durante La Caricia, pueden llegar en combo o por separado (o a veces no llegar) y es bonito y está bien. No hay nada que temer.
Karimme Reyes, sexóloga y tallerista explica que el squirt es un rollo que la pornografía hizo súper famoso y, además suele mostrarse como chorros y chorros de líquido que salen casi casi como manguera de bombero, “cuando en realidad no es necesariamente así, o la mayoría de las veces no. Puede haber mucha expulsión de líquido, y otras veces no. Depende de cada persona”.
Vamos a contarte un secreto: el squirt en las mujeres y personas con vulva es un fenómeno de La Cuerpecita que apeeenas se comienza a analizar con más seriedad y curiosidad por la comunidad médica y científica.
De lo poquito que se sabe es que, al estimular dos zonas clave se expulsa por la uretra un chorro de líquido transparente que sale de la vejiga y, entre sus componentes está un poquito de orina.
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Antes de que te espantes y quieras “frenar por completo esta sensación” tienes que saber que la proporción de orina es bajísima. “Va a ser una mezcolanza porque sale a través de la uretra, pero sí es diferente a la orina“, dice Karimme.
Así que respira tranqui.
Aquí viene otra partecita de la magia: mientras que el squirt sale por la uretra, la eyaculación vaginal se da por las glándulas de Skene (que son el equivalente a la “próstata” de los cuerpos con pene), nos explica la psicóloga y sexóloga Fernanda Zárate.
La realidad es que la eyaculación vaginal es más común y es un líquido blanquecino, que incluso puede confundirse con la lubricación provocada por la excitación sexual.
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Intentemos simplificarlo lo más posible: el squirt puede ser como un chorrito que se expulsa como en manguerita (más intenso, pues); mientras que la eyaculación puede llegar a sentirse como brota, como cuando recién encienden una fuente y comienza a salir el agua poquito a poquito, más apacible el asunto.
Hí-jo-le. Nunca es fácil explicarlo, pero vamos a hablar del orgasmo como una función fisiológica: básicamente es la forma súbita en la que se libera la tensión sexual acumulada en un proceso de excitación.
Previo a la liberación de toda esa energía contenida, “se acelera la respiración o el corazón, el cuerpo se pone tenso, se empieza a manchar el cuerpo con un tono rojito y entonces viene la sensación de carga y descarga de energía acompañada de placer, pero ¡es una experiencia subjetiva! Cada persona la vive de una forma muy personal”, dice Fer Zárate.
Toooda esa excitación se va acumulando durante la masturbación, el bonito faje, el sexo oral, el coito o cualquier otra práctica sexual y se libera en un regalito que explota y se llama orgasmo.
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Si lo que quieres es experimentar un squirt lo primerísimo es: re-la-jar-te. Sí, en serio, esto hay que tomárselo con calma porque se trata de tocar, jugar y aprender de nuestro cuerpecito.
Y ahora paso a paso (verás que es más fácil de lo que crees), según las recomendaciones de Fer Zambrano y Karimme Reyes.
Lo mejor es usar tus manitas muy lindas para esta nueva tarea y los dedos indicados son el medio y anular, ¿por qué no el índice? Porque es un dedo que tiene más fuerza y puede que no sea tan placentera la sensación si aplicamos más energía de la necesaria.
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Es importante utilizar lubricante y ahora sí, ¡manos a la obra!
Ya que tus deditos están listos, introdúcelos por la vagina y haz una curvita con dirección al ombligo, “la próstata está súper cerquita, de cada dedo está en la primera falange“, dice Fer Zárate y explica que es una zona de unos 5 cm. “Sólo tenemos que hacer muy suavecito y vamos a sentir como esponjitas suavecitas, pero a la vez firmes“.
Sabrás que es la zona correcta porque si contraes un poquito tu vagina, esa zona no se va a contraer porque no es un músculo.
¿Ya la hallaste? ¡Ahora sí, a estimular! Experimenta primero suavemente y aumenta o disminuye la velocidad según tu propia sensación de placer. Desde los primeros segundos podrás darte cuenta de lo sensible que es esa zona e incluso se puede inflamar por la excitación.
Si de pronto sientes ganas de orinar, ¡tranquila! Es una señal de que vas por buen camino.
Recuerda que todo depende de qué tan relajada y cómoda con tu cuerpo estés.
“No te claves. Si no lo logras tampoco pasa nada, tiene mucho que ver con autoconocimiento y mientras más conozcas tu cuerpo y qué sucede si tocas aquí o allá, con qué intensidad, vas a poder disfrutar mucho más tu sexualidad e, incluso, será más fácil comunicarla si decides compartirla con alguien más”, destaca Karimme Reyes quien además destaca que para el squirt puedes “entrenarte” y experimentar mucho.
Vaaaaya que sí los hay 😏. Ambas expertas coinciden que, para lograr un squirt, los más recomendables son los que tienen una curvita hacia arriba, pues están encaminados a llegar al famoso punto G.
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“Es difícil que alguien diga que no eyaculó o no tuvo un orgasmo con un juguete porque la ventaja es que los juguetes van a su ritmo, aunque tú le pongas el nivel más bajito siguen si ritmo y no te dejan pensar y siguen estimulando”, dice Fer Zárate.
Si es la primera vez que vas a comenzar a experimentar con un juguete sexual, este está buenazo para estimular el punto G y, con ello, lograr el squirt.
Es un juguete que tiene una curvatura pronunciada y está diseñado para hacer el movimiento de “ven aqui”, lo que es perfecto para que tus deditos no se cansen tanto.
Para usarlo a solas o en pareja: este es un juguete en C cuya parte más gruesa va por fuera y estimula el glande del clítoris, es decir, la parte externa; mientras que la zona delgadita va por dentro y estimula directamente la próstata.
Si tu pareja tiene pene, puede introducirlo al mismo tiempo y la sensación será más intensa; si tu pareja tiene vagina, la parte externa también recibirá estimulación de la vulva.
Es uno de los más queridos: el succionador de clítoris trabaja con onditas progresivas y, aunque no hay un conctacto directo con el clítoris, las onditas van a trabajar en toda la estructura del mismo. De esta forma también se estimula la parte interna.
Un dos en uno: la parte interna hace movimientos que estimulan el punto G, mientras que la experta estimula el clítoris.