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Mar 16/2020

Fantasías animadas (y sexuales) de ayer y hoy: quiero tener un trío, ¿cómo le hago?

Foto: Dainis Graveris para Unsplash

Tener sexo con una persona es placentero pero, ¿saben qué puede ser todavía más placentero? Tener sexo con dos personas.

Los tríos son una de las fantasías sexuales más comunes que existen. 

Justin Lehmiller, investigador estadounidense, reportó en su libro, Tell Me What You Want, que los tríos son la fantasía sexual más común de todas, tanto en hombres como en mujeres. 

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Curiosamente, a pesar de eso, la práctica no es tan común. 

De las 4,000 personas encuestadas por Lehmiller, sólo 3% había tenido un trío durante el último año y 1% durante un último mes. 

El contenido de nuestras fantasías suele ser el tabú: aquello que no tenemos disponible en lo inmediato; queremos aquello que no deberíamos querer. Y tiene sentido cuando piensas que, claro, tener sexo con una persona ya es en sí mismo algo complicado, pero, ¿saben qué puede ser todavía más complicado? Ajá, exacto.

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¿Por qué quiero tener un trío?

Además de que porque SÚPER SÍ, puede que estés buscando cumplir una fantasía, puede que simplemente te dé curiosidad, o quizás puede que en tu cuerpo exista demasiado amor y placer para dar y una persona no te baste. 

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Puesto que un trío es una experiencia de mucha intensidad, conviene tener tus motivaciones claras. Esto te permitirá saber qué quieres o no hacer, qué te interesaría probar, cuáles van a ser tus límites, qué cosas te podrían hacer sentir celos y si quieres vivirlas o no (no todos los celos son malos, ni todas las experiencias que los despierten deben ser evitadas: a veces pueden ser grandes maestros) o bajo qué circunstancias le vas a entrar. Es decir: a hacer acuerdos, tanto con las personas con las que realizarás el trío, como con tu propia persona.

Al preguntarte por qué quieres tenerlo podrías descubrir, por ejemplo, que te prende mucho la idea de mirar a otras dos personas coger, de modo que al hacerlo, agarres una posición donde puedas observar bien y disfrutar más.

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Por otro lado, también podrías descubrir que en realidad no te motiva hacerlo más que por complacer a otra persona o demostrarte algo, lo cual podría hacer que la experiencia termine siendo problemática o dolorosa, si la llegaras a concretar. 

Mientras más consciencia tengamos de lo que nos excita, más podremos disfrutarlo.

¿Cómo lo hablo con mi pareja? (Si tengo pareja)

Con mucha honestidad y cuidado. Aunque puede llegar a ocurrir que un día el trío suceda y la pareja lo tome muy bien, o que un día se cuenten la fantasía y no haya ningún problema (¡y ojalá sea el caso!), la mayoría de las veces no será así.

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Aceptar que se desea un trío es aceptar que se desea a otra(s) persona(s) y eso puede llegar a ser una experiencia muy confrontativa, tanto para quien elabora la propuesta como para quien la recibe, incluso si ambas partes lo desean. 

Si no lo han platicado previamente, procuren hacerlo en una forma y espacio donde puedan hablarlo con tranquilidad. Puede que tu pareja se emocione y diga, “¡sí, claro, siempre he querido hacerlo!”, o puede que se sorprenda y sienta celos o le entren temores, o que tenga alguna reacción mixta. Pocas cosas nos ponen tan vulnerables como hablar de sexualidad y por eso siempre hay que mostrar toda la empatía y sensibilidad posible.

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Y si ya lo hablaron y acordaron que quieren que suceda, ¡disfruten la planeación! Pueden incorporarlo como una fantasía y hablar sobre las cosas que desearían que pasaran, plantear escenarios, imaginar a la tercera persona y usar toda la fantasía como sexting en vivo. 

Hablen con toda la honestidad posible y hagan sentir en confianza y seguridad a su pareja, aprópiense de la fantasía y disfrútenla.

Bueno, va, pero ahora, ¡¿cómo hago que suceda?!

Tengo una teoría personal respecto a los tríos: es mucho más fácil que sucedan de lo que pensamos y, la mayoría de las veces, sólo se necesita que alguien lo proponga.

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El problema es que solemos tener miedo de ser esa persona (o esa pareja) y ese miedo nos roba de experiencias sexuales grupales que podrían ser muy placenteras. 

No existe una fórmula para obtener un trío

Aquí algunas de las situaciones que sé de primera mano que acabaron en trío: estar en pareja y abrir un perfil en una app para dos. Invitar como pareja a una persona que les resulte atractiva por un trago y comentárselo durante la noche. O planteárselo antes, en un mensaje o en persona. Estar en una fiesta y coquetear con una pareja y hacer la propuesta. Estar en una fiesta y ligarte a alguien y comentarle a esa persona la idea y ver si también le interesa. Responder a un mensaje de una pareja en una app. Decirle a tu fuckbuddy que te gustaría hacerlo y pensar en una tercera persona (a veces otrx fuckbuddy y a veces el fuckbuddy de tu fuckbuddy: el metafuckbuddy). Gritar “beso de tres” y ver qué sucede. Pero no, no en el Metro. O sí, si eso quieren, supongo.

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Las situaciones que pueden llevar a un trío son muchas, en ocasiones nacerán de manera espontánea y el chiste es tener apertura a ellas. 

Como escribió Antoine de Saint-Exupéry: “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se pueden ver las oportunidades para tener un trío; lo esencial de ellas es invisible a los ojos”. 

La tercera persona

Cuando una pareja tiene un trío, existe una tercera persona en la relación sexual a la que llamaré, por falta de creatividad, la tercera persona

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Esto puede resultar sorprendente, pero la tercera persona no es un juguete sexual: es un ser humano. Y como tal, también puede sentir miedo, ansiedad, incomodidad, inseguridad o celos. Y también puede ser violentada por la pareja con la que se acuesta. 

Si estás en pareja, recuerda ser amable con la tercera persona y cuidar en todo momento que se sienta cómoda e incluída. Consideren esto: esa persona se está involucrando con una pareja ya formada, que tiene códigos, que posiblemente habló antes de esta experiencia, que ha elaborado acuerdos y que se tendrá mutuamente para acompañarse a través de cualquier emoción intensa que pueda surgir durante el trío. La tercera persona no.

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Y si tú eres la tercera persona: establece bien tus límites, actúa con empatía con la pareja con la que te relaciones y procura elaborar acuerdos previos para que conozcas el terreno en el que estarás moviéndote. Y vaya, aunque no seas la tercera persona, también conviene esto.

¿Y las ITS?

Además de las cuestiones generales y que aplican en toda relación sexual, para los tríos (y demás experiencias grupales) hay una regla simple: si cambias de cavidad, cambia de condón.

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Cuidados post-trío

Un trío puede ser una de las experiencias más placenteras de la vida, pero también puede ser una de las más confrontativas y angustiantes. 

Aunque el trío acabe cuando la relación sexual acaba, la experiencia emocional del trío no termina sino hasta que te quedas en paz con ella. 

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Si tienes oportunidad, habla con todas las personas involucradas sobre lo que sintieron, lo que les gustó, lo que les generó ansiedad. Si no, entonces procura tú buscar a alguien con quien hablar: una persona que no te juzgue, que te escuche y a quien le puedas confiar no sólo la narración de la experiencia misma, sino lo que sentiste. 

Quizás no sea necesario, pero por si acaso, no lo desestimes: tus emociones importan, tus emociones durante las experiencias sexuales que vivas importan, y hablar sobre lo que sientes importa. 

Lo más importante para el placer es que antes, durante y después, te sientas bien. 

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