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Nov 20/2019

Madero está muy pollito para saltarse al gallo: Porfirio Díaz responde ante rumores de una revolución mexicana

Foto: Wikimedia Commons

Hoy conmemoramos el 109 aniversario de la Revolución Mexicana, el movimiento social más importante en la historia de México que transformó la vida de los mexicanos.

En ese tiempo, Porfirio Díaz llevaba más de 30 años en el poder y no parecía querer soltar la silla presidencial.

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Pero, ¿qué pensaba él de su gobierno?, ¿y de los maderistas? ¿Qué onda con los aires de revolución?, ¿en serio no los escuchó?, ¿sintió algún arrepentimiento?

Para resolver estas y otras dudas le preguntamos al mismísimo presidente Porfirio Díaz Mori.

Bueeeno, en realidad le preguntamos a Pedro J. Fernández, uno de sus biógrafos actuales más reconocidos y el rostro detrás de la cuenta @DonPorfirioDiaz en Twitter.

Fernández se ha dedicado a desmitificar la figura de Porfirio Díaz y es el canal a través del cual el expresidente, cuyos restos aún descansan en París, nos responde varias preguntas que pueden clarificar la visión de un gobernante que estuvo en el poder por más de 30 años.

Porfirio Díaz y su esposa doña Carmelita Romero Rubio en París. Foto: Wikimedia Commons.

¿Se considera usted un héroe, presidente?

Sí, me considero un héroe de la Guerra de Reforma, de la segunda intervención, y el pueblo me ha llamado en estos 30 años el Héroe de la Paz.

Pero los ánimos están fuertes en este momento, no parece que haya paz…

En ese caso habría que hacer lo que hemos hecho durante los últimos años: derramar la sangre mala para que se conserve la buena. Ante todo debe haber paz para que haya progreso.

¿Qué le responde a las personas que, en este momento, lo quieren fuera de Palacio Nacional?

Mientras no se levante el sur no habrá ninguna revolución y yo gané las elecciones democráticamente, así que no me voy a ir a ningún lado.

En el caso de que el sur se levante en armas, ¿cuál será la estrategia para contener a las personas?

Me reuniría con el ministro de Guerra para analizar cuál sería la siguiente acción, pero en todos mis años he aprendido que la única forma de enfrentar una revolución es encabezarla.

¿Es usted un estadista, presidente?

Soy un estadista. Estoy rodeado de hombres que saben cómo gobernar.

Francisco I. Madero y su esposa Sara Pérez. Foto: Wikimedia Commons.

¿Hay algo de lo que, en los últimos 35 años, usted se haya arrepentido?

Lamento no haber encontrado una persona que pudiera seguirme el paso. Si no he dejado que nadie gobierne es porque no veo a alguien con el suficiente tamaño para ocupar la silla presidencial.

¿No hay nadie entre sus allegados que pudiera continuar su proyecto de nación?

Quizá lo haga más tarde Pepe Limantour.

Madero quiere recordarle que, en algún momento, usted defendió la “no reelección” y ahora ya lleva 30 años. ¿Por qué seguir más tiempo en Palacio Nacional y no permitir que lleguen aires nuevos?

En todos estos años me he convencido de que se necesita un proyecto de nación que funcione y que Madero está muy pollito para saltarse al gallo.

¿Cómo espera ser recordado?

Espero que me recuerden por mis años militares, como ya dije, fui un héroe. Y espero que recuerden mi gobierno con cariño, más que con nostalgia.

¿Por qué convertir a Ciudad de México en esta ciudad de los palacios, para qué “afrancesarla”?

Una capital fuerte y estructurada que está en un crecimiento notable, indica que hay un gobierno fuerte detrás.

Si nos inclinamos hacia la cultura francesa es porque en este momento París es la capital cultural del mundo y dicta mucho de lo que se construye, de lo que es la literatura, la pintura, y así como México ha tendido a lo francés sin eliminar los elementos mexicanos, por ejemplo, hemos contado con óperas con historias completamente prehispánicas.

Sí estamos movidos por esa corriente que es mundial y en otros países también se están retomando estos modelos franceses.

¿No cree que centrarse tanto en Ciudad de México ha descuidado otras partes del país?

Nuestro gobierno es un gobierno centralista, entonces estamos enfocados en que crezca la capital y otras ciudades importantes para la industria como Monterrey o Guadalajara.

¿No habría que poner más atención hacia Chihuahua, por ejemplo, o hacia el sur del país también?

Chihuahua también tiene un crecimiento, no tan grande, pero al final es donde los inversores deciden mover su dinero.

Coahuila ha tenido un crecimiento muy notable con la familia Madero, por ejemplo.

¿Qué excesos cometió usted?

En la reelección -ahora sé que fue un exceso-, no permitir que hubiera partidos de oposición, controlar las Cámaras de Diputados y Senadores, beneficiar a mis amigos y los amigos de mi esposa, no permitir la prensa crítica, por citar algunos ejemplos.

¿Qué México imagina usted para 2019?

Me gustaría un México de instituciones, donde haya paz, donde haya crecimiento económico, progreso notable, donde haya más educación para todos.

¿Qué pensaría si le digo que hoy, en 2019, habrá un gran desfile por una revolución iniciada hace 109 años y que lo sacó a usted del poder?

Me parece correcto porque creo que el pueblo mexicano siente una simpatía hacia don Panchito Madero y es justo que se le reconozca esa simpatía.

¿El México que hay en 2019 es el que usted imaginó?

No, creo que todavía padece las heridas de la Revolución Mexicana, e incluso algunos excesos terribles que hubo en mi gobierno, pero espero que las heridas sanen y que podamos caminar hacia el futuro.