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Nov 07/2019

Este hombre no come nada que tenga que comprar y vive solo de la naturaleza... ¡en una ciudad!

Foto: AFP

El youtuber estadounidense Rob Greenfield viaja mucho pidiendo aventón. Y esa es sólo una de las muchas formas en las que busca reducir su impacto al medio ambiente. Una de ellas podría parecerle un poco más extrema a algunos: durante un año no ha comido nada que haya tenido que comprar.

Sólo se alimenta de lo que crece en su jardín, en los jardines vecinos, de lo que pesca o lo que encuentra muerto en la carretera. Su desafío, que se cumple este noviembre, ha sido vivir un año comiendo sólo de lo que siembra y de lo que recoge en la naturaleza… dentro de una ciudad de Estados Unidos.

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En este video puedes ver un ejemplo de cómo Greenfield vive de la naturaleza:

Para este proyecto eligió la ciudad de Orlando, el epicentro del universo Disney en el centro de Florida. Ahí, el clima subtropical colabora con la naturaleza, por muy urbanizada que esté.

“Llevo un año cultivando y recolectando el 100% de mi comida. Nada de restaurantes, nada de cervezas en un bar. La naturaleza ha sido mi jardín, mi alacena y mi farmacia”, asegura.

Además, este activista por el medio ambiente va siempre descalzo porque cree “que los pies funcionan bastante bien”, y viste la misma ropa que tiene en muchos de sus videos de YouTube.

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¿Cómo es vivir de la naturaleza en una ciudad?

Por un año, ha vivido en el patio trasero de una casa cuyos dueños le permitieron usar el terreno para su proyecto. El jardín, antes tenía un pasto bien cortadito como el de los vecinos. Ahora es una pequeña selva donde crecen frondosamente papayas, yucas, bananas, papa dulce, pimientos, berenjenas, tomates y granadas, entre otros.

En este jardín también construyó una pequeña casa y una cocina al aire libre, donde guarda las conservas y la miel que producen sus cuatro panales de abejas, y una letrina “al fresco”. Al lado de la tapa del inodoro, conserva las hojas aterciopeladas de una planta que se ha convertido en su papel higiénico.

“Es más suave que cualquier cosa que puedas comprar en una tienda”, bromea.

Entre los platillos que disfruta está, por ejemplo, un bol de papaya verde con venado, pimiento rojo, cilantro, ajo y cúrcuma cocido en leche de coco. Además de unas hojas de moringa, un árbol medicinal.

El venado lo encontró muerto, atropellado, en una carretera en su Wisconsin natal, adonde fue a pasar unas vacaciones este verano. 

¿Y la sal de dónde viene? “Voy a la playa”, cuenta. “Recojo agua de mar en una jarra o en una olla y la hiervo en el fogón”.

Y cuando se evapora el agua, ¡voilà! Sal.

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El “hombre basura”

Greenfield se dio a conocer mundialmente en 2016 cuando caminaba por Nueva York vistiendo toda la basura que producía. ¡¿Cómo por!? Bueno, pues la idea de Rob era llamar la atención sobre la enorme cantidad de desechos generados por las personas y el daño que provocan al medio ambiente. Fue entonces que se ganó el apodo de trash-man, el hombre basura.

Al terminar aquel desafío decidió iniciar este en Orlando, para continuar inspirando a la gente a vivir de una manera más sustentable.

Ahora que terminó, no sabe cuál será su próximo proyecto. Pero dice que por el momento se dedicará a viajar por el mundo.

El objetivo es “explorar profundamente lo que como a diario, entenderlo, y al mismo tiempo invitar a la gente a acompañarme en este viaje”, dice Greenfield, quien ha documentado todo este proceso en YouTube.

“Quiero inspirar a las personas a cuestionar su alimentación y a cambiar sus dietas, a cultivar sus alimentos, a apoyar a los granjeros locales y a comer de una manera que sea más beneficiosa para la Tierra, para nuestras comunidades y para nosotros mismos”, asegura.

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De empresario a protector del medio ambiente

En 2011 decidió vivir una vida “simple”. Antes de esa fecha, “tenía una típica vida norteamericana (…) con el objetivo de ser millonario a los 30”.

Dirigía una compañía de marketing, que disolvió en 2014. Ahora tiene 33 años, sólo vive de lo que cobra en algunas de sus charlas y conferencias, aunque la mayoría son gratuitas. Incluso hace sólo tres días anunció en su canal que regalará el premio que YouTube le otorgó por llegar a los 100 mil seguidores.

Además, asegura que este año ha ganado apenas 9 mil 760 dólares (unos 186 mil pesos mexicanos). El año anterior, 8 mil dólares (casi 153 mil pesos mexicanos).

A lo mejor piensas que eso es bastante, pero la línea de la pobreza en Estados Unidos, debajo del cual Greenfield hace grandes esfuerzos por mantenerse, está cerca de los 13 mil dólares anuales (248 mil 563 pesos mexicanos) para un individuo que vive solo.

Lo que gana con sus libros, en la televisión, en publicidad, lo dona a organizaciones no gubernamentales con la expresa intención de evitar volverse rico con su popularidad.

“Inventé este sistema para ayudarme a mí mismo a no perder mis buenas intenciones. Creo en la vida humilde y creo que no sería fácil vivir humildemente si tuviera un montón de dinero. Tampoco creo que uno deba enriquecerse divulgando un mensaje de ayudar a los demás. Aunque la mayoría de la gente lo hace”, concluye.