Hace unos meses gané una rifa para poder comprar unos tenis. Eran los Air Jordan 1 de Travis Scott, uno de los raperos más exitosos del momento. No soy un coleccionista, ni me considero sneakerhead (amante de los tenis, o parte de la cultura de los mismos), pero no quise perder la oportunidad de comprar ese par.
En parte porque me gusta mucho Travis Scott y también porque el lanzamiento estaba muy hypeado (de hype, en inglés, que significa exagerado o con gran promoción publicitaria) por tener el swoosh invertido (la palomita de Nike, pues), el color y otras características del tenis.
Para hacerlo me formé en una larguísima fila de tres horas. Había, al menos, 100 personas dentro y fuera de la tienda. Pagué 3,600 pesos por el par y salí de lugar. Antes de irme, un revendedor se acercó y me dijo: “te doy 25,000 por los tenis ahorita”, al mismo tiempo que abría una mochila repleta de billetes. No acepté.
Poco tiempo después, el par alcanzaba los 30,000 pesos en las tiendas de reventa de México, pero luego del estreno del documental de Travis Scott en Netflix puedes encontrarlos hasta en 50,000.
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Estas son las bellezas codiciadas por los revendedores. Imagen: Major Sneaker Store
El 14 y 15 de julio de este año se llevó a cabo Sneaker Fever, un evento para amantes de los tenis que reunió a 200,000 asistentes en el Pepsi Center.
Ahí, tiendas de sneakers, coleccionistas y marcas juntaron más de 100 stands para vender, intercambiar y dar vida a la cultura de sneakers en este país.
Pero las cosas no siempre fueron así de grandes y exclusivas dentro de este círculo. Este evento empezó hace nueve años, cuando un grupo de fanáticos se reunieron en el Foro Cultural de Museo del juguete para intercambiar, revender y hablar de tenis.
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Para resolver todas mis incógnitas respecto a la cultura de los sneakers en México hablé con expertos que supieran qué onda, que llevaran años en el juego y que sí fueran coleccionistas y sneakerheads.
Los primeros son Jorge Zamarripa “Zam” y Manuel Piliado “Manuelism”, de Desempacados, uno de los medios independientes y especializados más grandes del país en cuanto a tenis se refiere.
Desde el 2013 hacen unboxings, comparten noticias, anuncian lanzamientos y comentan todo lo referente a tenis, aunque ellos llevan aproximadamente 20 años coleccionando tenis, por lo que son referentes en la cultura de los sneakers en México.
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Zam y Manuel cuentan que en 2017 Adidas era la sensación gracias a Kanye West y los Yeezy, un modelo de tenis que ya había intentado producir con Nike y que nunca concretó luego de tener diferencias por las regalías.
La moda de los Yeezy explotó en 2016 gracias a su relación con Kim Kardashian.
“La gente decía: quiero los tenis de las Kardashian, quiero los tenis que usa Kim. No se preocupaban si eran de Kanye, si los hacía Adidas ni nada parecido”, explican Zam y Manuel.
El mercado era dominado completa y absolutamente por Adidas, así que Nike intentó contrarrestarlo.
Kanye West rodeado de todos los pares de Yeezy que ha sacado (y sacará). Imagen: Forbes
Esta marca lo intentó con “The Ten”, un proyecto en conjunto con el diseñador Virgil Abloh.
“Virgil, quien ahora es uno de los diseñadores más famosos del mundo, era un diseñador emergente que ya había colaborado con grandes marcas y que se arriesgó con Nike para hacer una serie diferente de sneakers bajo una teoría de deconstrucción. Intervino las 10 siluetas más icónicas de tenis y el resultado tuvo un impacto impresionante”.
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“Para mí, el madrazo que hubo fue que Off-White, los primeros “The Ten”, se vendieran en México. Creo que en ese momento se nos vio ante los ojos de las marcas mundiales como un París, un Nueva York. Esta es una sede donde podemos lanzar una de las colaboraciones más importantes en el mundo de los sneakers“, explica Diego Zanassi.
Según el comediante, esto puso a México en el mapa, por lo que más colaboraciones comienzan a llegar al país. “Vienen más pares y tenemos más acceso a esos pares. Eso hace que la gente los quiera más”.
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Y sí, existe un antes y un después en la cultura de los sneakers luego de la llegada de “The Ten” a México, porque, además, estuvieron disponibles nueve de los 10 pares de la colección, lo que hizo que los coleccionistas perdieran la cabeza.
Coleccionar se volvió más accesible y empezó a correrse la voz: había una nueva moda, la de coleccionar tenis. Los pares más exclusivos estaban en los aparadores de las tiendas de la ciudad de México.
Para Edgar Román, a partir de ese momento la cultura de sneakers en México se dividió en dos: los coleccionistas y a los que sólo les interesa el hype.
Los coleccionistas, explica, son quienes saben las historias detrás de los sneakers y consiguen pares porque tienen algún significado, ya sea por nostalgia o por la individualidad que puede generar un calzado específico.
Por otro lado están los que siguen el hype; “lo hacen por un tema de presunción, por querer tener ese objeto que los demás desean y porque está de moda; es algo aspiracional que se resuelve con dinero: quien tenga más lana puede comprar mejores tenis”.
“Al final, en ambos casos es cosa de consumismo, pero creo que existe una gran diferencia entre entender el bagaje cultural que tienen unos sneakers y sólo quererlos porque están de moda”.
Es un hecho que esta colección fue un parteaguas en México, no sólo para la cultura de los sneakers, sino para la reventa.
Hoy, algunos de estos tenis pueden costar hasta 80,000 pesos.
Como estos, por ejemplo. Imagen: Dunkaholic
Manuel, de Desempacados, explica que cuando México se convirtió en uno de los puntos clave en el mundo para las colecciones de tenis, también inició el negocio (¡negociazo!) de la reventa.
“Ahí nació la reventa como una industria, como un negocio que abrió tiendas y que dejó sin comer a muchas personas, pero le dio de comer a muchas otras más.
“Imagínate a alguien que para ganarse 8,000 pesos tiene que trabajar un mes, ocho horas al día, seis días a la semana (eso con un sueldo promedio de México). Ahora imagínate que le dan la oportunidad de vender un par que te costó 3,000, en 20,000. Y todo por formarse tres horas. En esas 3 horas va a ganar 17,000 pesos, el sueldo de dos meses y un poquito más. La gente llegaba en microbuses a formarse“, cuenta.
A partir de ese momento se volvió común que durante los lanzamientos (o drops, como se les conoce en ese mundo) las filas estén llenas de revendedores que ofrecen cantidades exhorbitantes por los tenis que, saben, podrán vender mucho más caros después.
Parece una locura que un par de tenis cueste 50,000 u 80,000 pesos, pero si tienen ese precio es porque alguien está dispuesto a comprarlos.
Edgar Román dice que la gente que pagaba 30,000 pesos por unos tenis Louis Vuitton es la que ahora paga entre 20 y 30,000 pesos por un par de Nike, “es un poco la evolución del Mirrey“.
A principios de los 90, la cultura de sneakers estaba ligada a la NBA.
Los grandes jugadores tenían su línea de tenis y sus aficionados los compraban. El mejor ejemplo de esto es Michael Jordan y su línea Air Jordan con Nike, la cual lanzó en 1984, cuando recién había firmado como jugador de los Bulls de Chicago.
Esta línea tiene, quizá, la silueta más icónica de todos los tiempos: el “Air Jordan 1”.
A partir de ahí, aficionados, jugadores y todo tipo de personas comenzaron a adquirir el par. A Jordan le siguieron muchos otros jugadores para lanzar su propia línea de tenis.
Miren estas chuladas. Imagen: Nike
Hoy, las figuras no son los jugadores de la NBA, sino raperos, estrellas de la televisión y del internet.
“Yo no recuerdo a ningún atleta que fuera portada de Forbes por su imperio de tenis. Kanye ya lo fue. Estamos hablando de un impacto cultural gigantesco. Gracias a la mezcla entre la música, los tenis, las Kardashian y la figura que representa. Y eso refuerza el hype”, dice Zam, de Desempacados.
Ese hype se alimenta de que nuestros nuevos “ídolos” usen y produzcan los tenis (Rihanna en Puma; James Harden en Adidas; Drake con Nike) y que los nuevos coleccionistas los posicionen como objetos de deseo que debes tener si quieres estar a la moda.
“El hype alimenta a la reventa, la reventa se alimenta de la banda que quiere hype y por eso paga”, dice Zanassi.
Y esto, claro, va más allá de si los tenis están bonitos o de qué estén hechos.
“Me imagino perfecto a Balenciaga, que en una junta dice: vamos a sacar unos tenis horribles y la gente los va a comprar en 6,000 pesos, y si no, les pago una peda a todos. Y salen los tenis y de la nada los usa A$AP Rocky y el precio de los tenis sube muchísimo y la gente los compra y hasta se agotan”, remata Diego.
Estos son los tenis Balenciaga amados y odiados por muchos.
Las redes sociales, dice Edgar Román, han sido un game changer en las nuevas generaciones, pues la gente entra a la cultura de los sneakers a través de estas.
“Lo ven en una foto de Instagram, ven que lo trae su cantante favorito, su actor favorito y dicen “yo lo quiero”, porque lo trae X persona, llámese Travis Scott, Kylie Jenner o quien sea”.
“A mí me ha tocado ver a gente, en especial joven, llegar a tiendas y decir: quiero el par más hypeado, sin preocuparse cuál sea. Entonces ves en tiendas de reventa a chavitos que no son mayores de edad, pero que salen con un par de 60,000 pesos. ¿Está mal? Pues si tienen el dinero, no. Pero ha hecho que la industria del hype y la reventa crezca mucho en comparación a la de coleccionistas“, cuenta Zam.
La reventa quizá no afecta la cultura de los sneakers, al contrario, contribuye a que más gente se entere y hasta se puede aprovechar para explicar el por qué alcanzan esos costos, peeeeeero sí afecta a los usuarios, a quienes queremos comprar algún par de colección pero no podemos pagar 30,000 pesos.
Manuel y Zam explican que la reventa “ayuda a que sea más mainstream”, pero agregan que para que se desarrolle esa cultura aún falta mucho. “Hay mucha gente que todavía no entiende el contexto de los tenis que usa o no sabe qué hay detrás de esta cultura“.
Para Edgar Román, la reventa “da y quita”. Es decir, como consumidor te puede quitar la oportunidad de conseguir un par, pero también puedes comprarlos cuando lo desees o necesites. “Los revendedores incluso pueden ayudar a inculcar conocimiento, al explicarle a alguien incrédulo, para entender por qué cuesta eso un par”.
Finalmente, para Diego, el único problema es que existe gente abusiva.
“Hay chavitos normales que han seguido la cultura de los sneakers toda su vida y van y se forman y se rompen la madre y ahorran un chingo y por gente como los revendedores… no los consiguen“.
¿Tú qué opinas? ¿Cuánto estarías dispuestx a pagar por un par que quieras mucho?
Nike x sakai. Imagen: Nike
Con el propósito de tener más ángulos para esta nota se contactaron tanto a tiendas oficiales de sneakers como a revendedores, sin embargo o prefirieron no responder o dijeron que no tenían permitido hablar del tema.