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Abr 08/2021

Todo sobre la terapia de pareja: ¿ en qué situaciones se recomienda?

Vámonos directo a lo que importa.

¿Cuándo es recomendable ir a terapia de pareja?

Existen varias situaciones por las cuales sería recomendable, pero algunas de las más comunes son cuando:

  • La comunicación está siendo deficiente. Muchas veces, esto provoca una tensión constante en la relación que no siempre se puede nombrar, pero de todas maneras se percibe. La terapia de pareja puede ayudar a mejorar las habilidades de comunicación para que los problemas se anticipen y se resuelvan de una manera en que la tensión natural que provoquen no escale a niveles problemáticos.
  • Sucedió un evento fuerte que sacudió a la relación y la transformó: una mentira, una infidelidad, un duelo, la pérdida de un trabajo, cambio de residencia, etc. La terapia puede ayudar a dimensionar la situación, discutirla y encontrar formas de reparar el daño (si es el caso), adaptarse a la nueva situación, sanar en pareja  o acompañar en el proceso de separación, si así se decidiera.
  • Se aproxima una separación inminente y se desea llevar el proceso en paz. Así como suena, aunque parezca curioso: la terapia de pareja puede ser una gran opción para acompañar un proceso de divorcio (o cualquier forma de ruptura) en la cual se busca tener una tercera persona que ayude a moderar y contener varias de las conversaciones de alta volatilidad emocional que son propias de una separación.
  • Existe insatisfacción o alguna disfunción sexual y se quiere dialogar con unx profesional para tratar una cuestión que puede ser muy difícil y vergonzosa únicamente en la pareja. 
  • Hay algo que le quieres decir a tu pareja, pero no sabes cómo: que siempre no quieres hijes (o que siempre sí quieres tenerlos), que quieres abrir tu relación, que sientes insatisfacción durante el sexo, que descubriste que eres infértil, que vives con una ITS, que una parte de ti desea separarte pero otra no, que descubriste que algo que sucedió hace tiempo te sigue lastimando, etc. En suma, a veces surgen situaciones difíciles de comunicar dentro de la relación y la terapia de pareja puede funcionar como un espacio seguro para trabajarlas.
  • Los conflictos de la relación escalan rápidamente a niveles en que la pareja ya no es capaz de resolverlos por cuenta propia pero desean evitar una ruptura violenta o furiosa. 

¿Cómo le comento la posibilidad a mi pareja?

Algunos consejos:

  • Proponlo durante un momento tranquilo, nunca durante un conflicto, pues esto podría provocar que la terapia de pareja se vea como una amenaza, en vez de como un espacio de diálogo y reconciliación.
  • No lo presentes como un “estamos rotos y hay que arreglarnos”, sino como un “hay cosas en la relación que funcionan, hay cosas que no, y quisiera explorar esta opción para poder aprender a funcionar mejor”. 
  • Intenta expresar el motivo por el cual deseas ir a terapia de pareja con la mayor claridad posible. No es que tengas que tener todas las respuestas, pero si elaborar la propuesta suele ser un momento tenso, puede ayudar mucho a disminuir su intensidad emocional si lo presentas de forma sencilla. Es válido escribirlo y leerlo, como también es válido decir “no estoy segurx de por qué quiero ir, pero sí de [insertar aquí]”.
  • Es posible que tu pareja muestre algo de resistencia a la idea en un inicio. Si es posible, intenta empatizar y comprender por qué y busquen un punto medio o alguna negociación que les parezca buena (por ejemplo, puede que tu pareja necesite algo de tiempo, o quiera participar en el proceso de elegir con qué terapeuta irán).
  • Si tu pareja de plano se niega, se vale buscar alguna otra alternativa con la que esté de acuerdo, si así lo aceptas tú, pero es importante que muestre disposición a trabajar el posible conflicto y no sólo que pretenda evitarlo. Del mismo modo, es súper válido que tú decidas ir a terapia individual. 

¿Es aconsejable ir a terapia individual mientras vas a terapia de pareja?

¡Sí! Ambas opciones no están peleadas en lo absoluto y, de hecho, puede que los dos procesos se complementen muy bien.

¿Mi terapeuta regular puede ser mi terapeuta de pareja?

Por lo general, lo recomendable es que sea una persona distinta, sin embargo, existen algunas situaciones donde podría cambiar esto por cuestiones económicas, porque se modifican los objetivos de la terapia, por necesidades particulares de la pareja, etc. 

¿La terapia de pareja funciona para personas LGBT?

¡Totalmente! Ahora, lo cierto es que también existen muchos y muchas terapeutas que podrían no ser una buena opción, ya sea porque de plano reproducen LGBTfobia (en cuyo caso, se les debería retirar hasta la cédula) o porque, simplemente, no comprenden muchas de las dinámicas propias de la diversidad.

Lo que yo sugiero es que preguntes por la experiencia de la terapeuta e incluso, si lo deseas, comentar el contexto de tu relación para que a través de su respuesta puedas determinar si podría funcionar bien para ti y para tu relación.

Otro consejo es preguntar con personas que conozcas por sus terapeutas, la recomendación de boca a boca es, usualmente, una de las mejores formas de contacto en estas situaciones.

¿La terapia de pareja funciona para  personas no monógamas?

La miiiisma respuesta: sí, pero, lamentablemente, depende mucho de que el o la terapeuta pueda situar y comprender la relación en su contexto y no en el de sus creencias personales (algo que, en teoría, todxs lxs terapeutas deberíamos hacer, pero bueno, profesionistas deficientes hay en todos lados y aquí no es la excepción, por desgracia).

Como en la respuesta pasada, la recomendación es la misma: preguntar por la experiencia de la persona, comentar el contexto de tu relación y decidir a partir de ahí. 

¿La terapia de pareja funciona únicamente para relaciones románticas?

¡Curiosamente, no! De hecho, es perfectamente posible tomar terapia de pareja para cualquier tipo de pareja, como duplas laborales, amistades cercanas, examores, etc.

En el podcast de Esther Perel, How’s Work, hay un episodio muy bueno donde da terapia de pareja a dos amigos que fueron socios laborales durante años y ahora cada uno va a emprender un proyecto en solitario, por si quieren checar. 

¿La terapia de pareja va a poner en mi contra a mi pareja?

De ningún modo. Lo que puede llegar a suceder es que la terapia, sea individual o de pareja, provoque que uno de los miembros de la relación deje de participar en las dinámicas relacionales que generaban tensión o violencia, y que eso se perciba como “desde que vas con tu terapeuta, parece que todo el tiempo estás en mi contra”.

Si te preocupa esta situación, lo mejor es que tú también vayas a terapia o que, cuando menos, muestres empatía a lo que tu pareja comente que trabajó durante el proceso. 

¿La terapia de pareja va a salvar mi relación?

La terapia de pareja, lo que va a hacer, es otorgar un espacio seguro para que las personas puedan hablar de pensamientos y emociones difíciles, así como diseñar estrategias comunicativas y conductuales que les permitan reconocer y, quizás, modificar las situaciones que provocaron que los conflictos aparecieran en primer lugar.

La terapia de pareja no “salva” relaciones, como tampoco las destruye, lo que hace es otorgar un espacio para conocerla con empatía.

Las únicas personas responsables del camino que tome la pareja son quienes la integran.