¿Necesitas vacaciones? Si tu respuesta es sí, llegaste a la nota correcta.
Qué tal si la próxima vez en lugar de hospedarte en un hotel o rentar una casa en la zona urbana de tu destino vacacional, viajas a una comunidad rural y vives una experiencia única, donde además de divertirte podrás conocer y conectar con la riqueza cultural del país.
De eso se trata el turismo sustentable. México es un país mega diverso: lleno de hermosos paisajes naturales y poblado por comunidades indígenas de riqueza cultural invaluable.
A donde sea que voltees, incluso cerca de las ciudades, hay un lugar en México donde se puede hacer turismo sustentable.
Si te gustaría probar esta forma de viajar hay diversas maneras de hacerlo. Existen proyectos privados y gubernamentales enfocados en turismo sustentable.
Imagen: Rutopia
Puedes acercarte a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) o a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).
También a Natoure, que es una comunidad de turismo sostenible que opera en Latinoamérica, o a Rutopia, una red que conecta iniciativas de turismo comunitario con viajeros.
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“Llevamos muchos años trabajando en comunidades indígenas en México y en otras partes del mundo, en Colombia, Kenia y Uganda. Regresando a México, hicimos un viaje piloto en Chiapas con una comunidad que se llama Nuevo Paraíso y nos dimos cuenta que el modelo era replicable en otras comunidades del país y que no iba a ser difícil escalarlo, porque nuestra intervención era mínima y porque las comunidades ya tenían todo lo que se necesitaba”, dijo el fundador de Rutopia, Emiliano Iturriaga, en entrevista.
Si piensas que este tipo de turismo es de tías y que te aburrirías muchísimo, estás muy equivocado. El turismo sustentable ofrece experiencias integrales que van desde el ecoturismo hasta rituales prehispánicos.
Rutopia señala cuatro dimensiones básicas de experiencia para los viajeros.
Caminatas, natación, kayak, explorar cuevas, escalar, alpinismo. Experiencias que impliquen mover el cuerpo.
Experiencias donde los viajeros aprendan algo.
“Hay clases del idioma indígena local, hay talleres de tejidos con ixtle, cómo hacer artesanías con piedras mayas en la selva de Kalakmul. Aprender de la cultura local. Buscamos que se lleven algo porque es una forma de preservar el patrimonio cultural de estas comunidades”, contaron los fundadores de Rutopia.
En esta dimensión, Iturriaga señaló que lo más importante es que los viajeros interactúen con los habitantes de la comunidad.
“Buscamos alojar a los viajeros en casas de familias, momentos para comer con habitantes de las comunidades, que los guías sean locales”, dijo.
En este aspecto, la finalidad es que los viajeros y las comunidades intercambien cosmovisiones. La forma de incentivarlo es en ceremonias de temazcal, noches de leyendas y más.
“El punto es que haya intercambio de formas de ver el mundo, la idea de que son personas que están viviendo en el mismo planeta, incluso en el mismo país, pero ven la vida de formas completamente distintas”, expresó Emiliano Iturriaga.
Los fundadores de Rutopia señalaron que la poca efectividad del turismo rural en México se debe a que hay algunos operadores que conectan a viajeros y comunidades indígenas, pero que estos operadores se quedan con la mayor parte de las ganancias.
“Estamos capacitando a los pobladores para que mediante la preservación de su cultura y patrimonio generen un ingreso sustentable“, señaló Iturriaga.
Imagen: Rutopia
Para irte de fin de semana (3 días, 2 noches) a una comunidad indígena con Rutopia, en promedio, gastarás de dos mil a 5 mil pesos. El pago solo es con tarjeta de débito o crédito.
Por ahora, esta red tiene presencia en comunidades de Baja California, Chihuahua, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Campeche, Chiapas, Yucatán y Quintana Roo.
El 80% de las ganancias son para la comunidad.
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“Siempre tenemos un contacto muy personal con el anfitrión local y las personas de la comunidad, siempre se genera una dinámica donde el interés de todos es que estés a salvo. Es de lo mejor que califican los viajeros”, señalaron Emiliano Iturriaga, Sebastián Muñoz y Diego Espinosa yLeslie Pérez, fundadores de Rutopia.
Imagen: Rutopia
Además de apoyar la economía de las comunidades locales, hacer turismo rural incentivará la preservación ambiental y cultural de las comunidades indígenas.
“El turismo rural debería ser un proyecto de nación. Me parece increíble que en nuestro país las comunidades indígenas posean los terrenos naturales más ricos y que, aún así, 73% viva por debajo de la línea de la pobreza, y que al mismo tiempo haya en México una industria multimillonaria de ecoturismo y turismo de aventura”, puntualizó Emiliano Iturriaga.
“Para nosotros es muy importante romper esas barreras y que toda la derrama económica que está llegando pueda crear un desarrollo sustentable para las comunidades”.