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Ago 12/2019

Cómo empezar a ahorrar para que no se te vaya la quincena

Foto: Fabian Blank | Unsplash

Uno de los consejos más comunes a la hora de hablar de finanzas personales es: ¡ahorra!  Y sí, claro, tienen razón, pero ¿cómo ahorrar sin sentir que nos quedamos sin dinero desde el inicio de la quincena?

Lograr la libertad financiera no es tan difícil si nos organizamos (y le recortamos una que otra salida semanal).

Comencemos con lo básico, ¿qué es la libertad financiera? Básicamente es el tiempo que, con tus ahorros, podrías sobrevivir sin trabajar y sin reducir tu estilo de vida, lo cual puede permitirte pagar vacaciones o probar un nuevo giro laboral. 

Échale un ojo a: Cómo salir de deudas: un manual detallado para sanar tu cartera

“Es una cifra sencilla y, sin embargo, tiene una gran importancia. Tu libertad financiera mide el tamaño de tu red de seguridad, de tu colchón financiero si hay imprevistos, si las cosas van mal o si quieres emprender una nueva aventura profesional”, explica Luis Pita, especialista en finanzas personales, autor del libro Ten mejor coche que tu vecino y fundador y director de la consultoría Preahorro.

En México aún ahorramos debajo del colchón

En México, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), 78.5% de la gente ahorra, ya sea de manera formal, informal o ambas, lo cual de inicio podría no sonar tan mal sino fuera porque los métodos informales son los que, por mucho, llevan la delantera. 

  • 63.9% ahorró su dinero en casa.
  • 36.7% participó en una tanda.
  • 18.1% guardó dinero con familiares o conocidos.
  • 10.3% ahorró comprando animales o bienes.
  • 10.9% ahorró prestando dinero. 

El único método más formal fue guardarlo en una caja de ahorro del trabajo, lo que sólo 37.4% de los mexicanos hizo. 

En contraste, únicamente 2.4% tiene depósitos a plazos fijos y apenas 1.2% invierte en algún fondo de inversión, es decir, en acciones. 

¿Por qué los mexicanos ahorramos de manera tan precaria? México es un país con más de 50 millones de personas sin lo necesario ni para cubrir sus necesidades básicas, por lo que la respuesta no es nada sencilla.

Sin embargo, es posible decir que también es una cuestión cultural. Según la ENIF, al preguntarle a los mexicanos si preferían gastar el dinero que ahorrarlo para el futuro, 67.3% dijo que sí, frente a 31.6% de mexicanos que dijeron que nunca lo prefieren.

O sea, prácticamente 7 de cada 10 mexicanos siempre o algunas veces prefieren tener satisfacciones inmediatas.

“Vivimos en una sociedad que nos incita constantemente al consumo y nuestro propio cerebro tampoco nos ayuda. Estamos programados para gastar y para pensar en el hoy, no en el mañana. Es lo que en finanzas conductuales se conoce como el sesgo del presente y esa es una de las razones por las que no ahorramos”, explica Luis Pita. 

Una carrera de obstáculos… que tú te pones

No pensar en el mañana es sólo uno de los desafíos del comportamiento que se relacionan con el ahorro.

Otro obstáculo también se encuentra en la necesidad de gratificación instantánea, la cual hace que privilegiemos el presente al futuro porque, según explica el economista del comportamiento Shlomo Benartzi en una plática TED, eso es más divertido.

También está lo que se le conoce como la trampa del gasto creciente, que es que a más ganamos, más gastamos.

Es una trampa que nos lleva a crear necesidades artificiales, tales como cenar en un restaurante caro dos veces por semana o suscribirnos a todos los canales de televisión, explica también Luis Pita. 

Así, los obstáculos que se atraviesan entre nosotros y el ahorro podrían ser infinitos. 

Bueno y ¿cómo empiezo a ahorrar?

Enfrentarnos con nosotros mismos no es fácil y necesitamos nuestro “pequeño empujón” para ahorrar.

A este “empujoncito” se le ha llamado preahorro o automatización, es a prueba de errores y tentaciones, y no es otra cosa más que antes de gastar el dinero asignar una cantidad de tu salario y hacer que una institución bancaria la retire de manera automática y la deposite a una cuenta que no uses en el día a día.

Para que este sistema funcione hay que separar ese dinero a principio de mes de forma automática y para lograrlo basta con dar la orden al banco para que repita ese movimiento todos los meses.

No hay una cantidad correcta a la hora de automatizar, sino que cada persona va a determinar esta cantidad con respecto a sus propias circunstancias, pero para saberlo, es importante hacer un presupuesto.

Elizabeth Warren, profesora emérita de la Harvard Law School –y hoy senadora de Estados Unidos–, desarrolló la regla 50/20/30 para realizar un presupuesto útil y sencillo.

Ahí te va cómo puedes dividir tu salario:

  • 50% dedícalo a necesidades básicas, como transporte, alimentación, renta, etcétera.
  • 20% a ahorros e inversiones
  • 30% a diversión.

Este sistema es bueno, pero tranqui, nada debe ser tan rígido.

“No podemos tener una regla estándar porque las situaciones de las personas son totalmente diferentes. Hay personas que tienen holgura, pero hay otras que difícilmente tengan para dedicarle al ahorro”, explica Óscar Moreno, especialista en finanzas personales e integrante de la Comisión Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México.

Mientras que Luis Pita asegura que la cantidad con la que inicies no tiene que ser muy grande, lo importante es empezar y hacerlo con poco no trastoca tu ritmo de gastos y te permite ir adquiriendo poco a poco el hábito de preahorrar.

“Todo el mundo puede ahorrar entre un 5% y un 10% de sus ingresos sin tener que hacer grandes cambios en su estilo de vida. Así que ese 5% puede ser un buen punto de partida”, asegura.

Al hacerlo de esta manera ni siquiera lo sentirás y a partir de que empieces ya no tendrás que hacer nada para que siga funcionando y, en la medida en la que puedas aumentar la cantidad, hazlo.

Cuando menos te des cuenta ya habrás logrado mucho más de lo que habías imaginado.  

Y, ¡sorpresa!, hay una forma en la que tu dinero rendirá más y se llama: invertir. Ya te contaremos la historia.