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Ago 23/2019

Beto Hulk, el hombre que dejó las drogas para correr descalzo 110 maratones

No es un avenger ni tiene superpoderes en los pies, pero a Beto le pareció que correr descalzo le daría un poco de reconocimiento por haber dejado las drogas, así que se propuso un reto: realizar 110 maratones, uno por semana.

En 2009, Mario Alberto Abúndiz Guadián pesaba 120 kilos y acababa de rehabilitarse de la adicción que le generaba inhalar solventes. Un amigo le recomendó empezar a caminar, después a trotar y finalmente a correr.

Quería que lo vieran y que su esfuerzo no pasara desapercibido, así que colgó los tenis, comenzó a correr descalzo y, sí, la atención llegó.

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Correr me cambió la vida, junto con Dios, fue el complemento para dejar esa obsesión por la droga”, cuenta Mario Alberto, quien después del éxito en sus primeras carreras empezó a disfrazarse de Hulk; se pintaba de verde, imitaba al personaje del cómic y se colgaba cadenas que pesaban 9 kilos mientras corría descalzo.

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Posted by Beto Hulk León on Tuesday, April 30, 2019

Más y más maratones

“Todavía traía sobrepeso, pesaba 94 kilos, y cuando salgo a correr esa carrera todos me decían que me parecía al Shrek, que parecía carne de puerco en salsa verde, me hallaba parecido a todo y nunca les hice caso porque nunca supieron la vida que yo vivía”, dice Mario Alberto.

En 2015, se propuso correr 52 maratones en 52 semanas; cuando llegó al número 40, le sucedió algo parecido a Forrest Gump, el protagonista de la famosa película protagonizada por Tom Hanks: pensó que podía aumentar la marca y subió su objetivo a 80. 

“Cuando llegué al 72, dije ‘voy a correr 110’, y mucha gente no creía que ni siquiera que fuera a llegar a los 10, yo muy difícilmente me quiebro, soy muy aferrado”.

Corrí 110 maratones en 110 semanas, en ninguno fallé, me fui a correr con dolor de estómago, dolores de cabeza, pero ningún fin le fallé y en toda la República, en todos los estados porque todos me invitaban”, relata un Beto dicharachero de 42 años de edad. 

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Posted by Beto Hulk León on Thursday, January 10, 2019

De Mario Alberto a Beto Hulk

El pasado 17 de junio, Abúndiz Guadián cumplió 11 años de haber dejado su mayor adicción, y lo hizo literalmente corriendo. 

En ese tiempo, Beto ha corrido 200 maratones, 188 descalzo y 12 con tenis. El más reciente lo corrió en París, Francia,  —también descalzo—.

Además, ha corrido por todos los estados del país en carreras de 10 y 21 kilómetros. 

Posted by Beto Hulk León on Wednesday, April 10, 2019

Actualmente tiene invitaciones para participar en maratones de Estados Unidos y en Lima, Perú, sin embargo, dice que ya no está interesado en retos tan desgastantes, que quiere volver a tener un vida social y ayudar a fundaciones mediante pláticas motivacionales y recolección de fondos.

El maratón primero te hace ojitos, después te saca la lengua, en el km 30 te jala las orejas y después del 30 te saca…

Posted by Beto Hulk León on Wednesday, September 5, 2018

“Yo dejé el maratón no por cansancio, sino por vida social, porque estaba desesperado; llegué a llorar en habitaciones de hoteles porque esa no era vida. Una novia me dejó y como rehilete, me dijo, ‘nadie te va agarrar’”, cuenta Beto después de haber comprado cientos de tubulares de cuello para corredor.

Planea venderlos a 100 pesos cada uno y dice que un porcentaje lo donará a una fundación de niños con fibrosis quística, y el resto lo dará para la compra de colchonetas en un centro de rehabilitación para personas adictas en León, Guanajuato, de donde es originario.

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Posted by Beto Hulk León on Tuesday, August 6, 2019

Beto cuenta que gracias a una alianza con esa fundación logró donativos y sustento que le permitió correr su meta de 110 maratones en 110 semanas.

También cuando puede organiza colectas de cobijas, juguetes, útiles escolares y despensas en barrios de León.

Beto Hulk, como se hace llamar en su página, pudo terminar la secundaria abierta gracias a las alianzas en escuelas donde llegó a dar pláticas. Ahora en lugar de solo dedicarse a correr planea terminar la preparatoria, pues dice que tiene las puertas abiertas en varias instituciones.

Alberto corre un maratón descalzo en 3:50 horas, el medio en 1:45, mientras que los 10 kilómetros los termina en 48 minutos, pero considera que ya no le queda mucho tiempo para seguir en el mundo del atletismo.

“Acepto las cosas que puedan venir, si yo algún día no corro no pasa nada”, dice satisfecho.