Ahorrar es un gran acierto, pero te vamos a contar un secreto: no es la receta completa para lograr la libertad financiera que deseas. Para lograrlo necesitas dar un pasito extra llamado invertir.
El ahorro es el primer paso, pero aunque suene a cuento de terror si sólo tienes tu dinero sin moverlo puedes estar perdiendo y no ganando. ¿Por qué? Gracias a una cosa llamada inflación.
Parece que nos estamos poniendo pesados, pero tranqui, te conviene saber todo esto y tenerlo en cuenta.
Échale ojo a: Cómo empezar a ahorrar para que no se te vaya la quincena
Continuemos: la inflación es un proceso económico en el que hay un desequilibrio entre la oferta y la demanda de productos, que hace que los precios suban y que, por consiguiente, el dinero valga cada vez menos.
“Hay una variable muy importante que le va a pegar a tu dinero y se llama tiempo. Lo que puedes comprar el día de hoy en un año no te lo vas a poder comprar igual”, explica Óscar Moreno, especialista en finanzas personales e integrante de la Comisión Finanzas y Sistema Financiero del Colegio de Contadores Públicos de México.
Imagina: si tienes 1,000 pesos en el banco, el próximo año ese dinero no te alcanzará para comprar lo mismo que compras hoy.
Muy probablemente tu dinero valga 4% menos -es decir, habrás perdido 40 pesos en el camino-, que es el porcentaje promedio anual de la inflación mexicana en los últimos años.
¿Qué falta para aumentar tu ahorro o, al menos, darle la vuelta a la inflación? Lo que sólo 1% de los mexicanos hace: invertir.
Y no, no nos sacamos de la manga esa información, en realidad este y otros datos sobre los hábitos financieros de los mexicanos los revela la ENIF (la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera).
Invertir –además de hacer negocios y heredar– es lo que han hecho prácticamente todos los multimillonarios alrededor del mundo, desde el CEO de Amazon -Jeff Bezos-, hasta el de Microsoft -Bill Gates-.
De verdad, no hay ni un multimillonario hecho exclusivamente por ahorrar.
La idea es que cuando inviertes lo haces a un plazo suficientemente largo y de manera escrupulosa, por lo que tus recursos crecen de manera exponencial.
O sea: tus recursos crecen por medio de la multiplicación y no de la suma.
Ahora sí, el segundo paso es “poner tu dinero a trabajar”, explica Luis Pita, especialista en finanzas personales y fundador de la consultoría Preahorro.
La explicación es sencilla: se trata de resguardar tu dinero en algún instrumento de inversión para que este no pierda su valor a través del tiempo y que, por el contrario, crezca.
¿Cómo funcionan exactamente ambos instrumentos? Depende de cuál elijas, pero esencialmente le estás prestando tu dinero a otro –ya sea empresa o gobierno– para que lo utilice y lo haga crecer.
Es importante que en un inicio busques que tus recursos no sean afectados por la inflación y que tus inversiones te hagan conservar, al menos, el valor de tu dinero.
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No es tan tan difícil como suena: puedes comenzar con instrumentos de renta fija, es decir, con los que te aseguran una ganancia específica después de cierto periodo.
En este caso tendrías que buscar un instrumento que te dé al menos 4% al año, que es la inflación anual promedio de los últimos años en México.
También hay instrumentos con los que el crecimiento es exponencial, como las acciones o los fondos de inversión.
Estos suelen llamarse instrumentos de renta variable porque, como su nombre dice, el rendimiento que vas a obtener puede variar, sin embargo, la regla de oro en la inversión es: a mayor riesgo, mayor rendimiento.
Ojo con esto, porque es importante a la hora de tomar una decisión sobre tu dinero.
Achís, achís, ¿cómo funcionan los instrumentos de inversión?
Recuerda la regla de “a mayor riesgo, mayor rendimiento”, pues para explicarte las formas de inversión nos iremos de menos riesgo a más riesgo.
Comencemos con los Certificados de la Tesorería de la Federación (conocidos como Cetes), que son los instrumentos de deuda emitidos por el gobierno federal.
Sí, exacto, tú le prestas dinero al gobierno para que invierta en distintos proyectos y te pagan este porcentaje por haberlo hecho.
Estos instrumentos están respaldados por el Banco de México y por ello resultan una inversión muy segura y de menos riesgo.
Otro beneficio importante de los Cetes es que puedes automatizarlo. Solo necesitas abrir una cuenta o descargar la app y desde ahí puedes programar cuánto quieres que te retiren y cada cuánto tiempo.
Después de los Cetes están los instrumentos de renta variable, sí, esos que pueden hacer que tu dinero crezca más, pero con mayores riesgos.
Con ese tipo de instrumentos se puede aumentar tu dinero gracias a algo llamado “interés compuesto”.
Uff, ya nos estamos poniendo muy técnicos, pero te lo explicamos: el “interés compuesto” es cuando los intereses que genera una inversión se agregan al capital inicial y este monto (intereses + capital inicial) sigue generando nuevos intereses.
Así es como crece tu dinero cuando lo inviertes en una acción o en un fondo de inversión en renta variable.
Todos estos activos, tanto de renta fija como de renta variable, se encuentran en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que es la institución privada que les permite a las empresas y gobiernos hacer transacciones y buscar financiamiento de los inversionistas.
Lo que tú estarías haciendo al comprar alguno sería financiar empresas y gobiernos a cambio de obtener cierto rendimiento.
Por su parte, para empezar a invertir en BMV es necesario acercarse a una casa de bolsa que te permita hacerlo.
El monto que piden para entrar puede variar, pero hay algunas que te permiten con 10 mil pesos. Esto, en el caso de que quieras hacerlo por tu cuenta, para lo cual debes informarte bien antes.
También es posible invertir en fondos de inversión en renta variable a través de una sociedad de inversión, es decir, una sociedad privada que tiene como objetivo la captación colectiva de fondos de privados y que los invierte en distintos instrumentos.